Opinión

Esto es la guerra, no un simple contratiempo

El virus, el único enemigo en esta guerra global

En la guerra del Covid 19 el enemigo no ha retrocedido, sino que ha avanzado posiciones. El arma definitiva para acabar con él, la vacuna que se ha utilizado en la primera batalla de 2021, se ha atascado tras los primeros disparos. Los proveedores y los clientes se enfrentan y estos han empezado a exigir tímidamente responsabilidades. De nuevo, falta de previsión y anticipación ante un problema que, utilizando la jerga del control de riesgos, no es un "cisne negro", sino un "rinoceronte gris": una amenaza que se ve venir desde lejos, pero nadie hace nada para evitarlo porque se desprecia el riego que supone.

En situaciones de crisis cuando más coordinación se necesita, es justamente cuando más falla, como ahora; la consecuencia es la seria amenaza de una doble recesión al recrudecerse el frente sanitario y el consiguiente e inevitable impacto en la economía. Es el "rinoceronte gris".

La eurozona cayó alrededor de un 4% en 2020, la inflación permanece hundida en el 0,3%, muy lejos del 2% que es objetivo del Banco Central, y el desempleo en el área euro supera el 8% de la población activa. En estas circunstancias, las defensas se han reforzado. Por un lado, el BCE contiene la presión enemiga mediante diversas fórmulas que han hecho que su balance haya crecido desde los 4,8 billones de principios de año a los 7 billones actuales, casi un 50% más. Los bancos centrales se han convertido en prestadores de última instancia y, la gran novedad, en compradores de última instancia: el BCE dispone de 1,85 billones de euros para compras de deuda al menos hasta el mes de marzo de 2022. Su papel ha sido fundamental en la relajación de las condiciones financieras en respuesta al impacto del Covid-19 y ha ayudado a evitar una recesión catastrófica con los planes de emergencia.

España debe proponer a la UE una mesa de diálogo con las farmacéuticas

La refinanciación en el mercado de estos programas se aproxima a una "mutualización" de la deuda soberana, que evita que se estigmatice a los países por su nivel de deuda y permite que la zona euro sea vista por los inversores como un todo y no como la suma de partes diferentes. Ahora bien, para garantizar que la deuda soberana se mantiene en un nivel sostenible, el BCE va camino de tener que anunciar la reinversión a su vencimiento y para siempre de los activos del plan de emergencia para la pandemia, porque es muy previsible que los países aumenten su dependencia del BCE, posiblemente de forma perpetua.

Por el lado del sector privado los bancos están desempeñando un excelente trabajo como correa de transmisión de la financiación al tejido empresarial. Las grandes empresas han podido extender líneas de crédito y mantener sus condiciones al tiempo que acuden al mercado de capitales para financiarse. El volumen de emisiones en 2020 ha crecido hasta alcanzar los 142.300 millones y la cifra de créditos a 57.878 millones de euros en total, más de un 10 por ciento del PIB, casi el equivalente a los fondos europeos asignados a España. La finalidad de las empresas es reforzar su posición de capital y la estructura de balance. Con la llegada del coronavirus las compañías han sido rápidas para refinanciar sus vencimientos a corto plazo con deuda bancaria y bonos a largo plazo ante la gran incertidumbre existente.

Tanto las decisiones del BCE como las del sector privado son medidas prudentes para soportar el impacto ante la primavera y el resto del año. Pero siguen siendo defensivas. Faltan las medidas ofensivas de los Gobiernos, adelantarse a los acontecimientos. España debe ejercer su autoridad por su historia y talante europeísta, y proponer a la UE la creación de un partenariado con las empresas farmacéuticas para gestionar el uso y evitar el abuso en la producción, distribución y comercialización de las vacunas. No es una cuestión de inspiración, sino de anticipación. Estamos en una guerra, no ante un contratiempo.

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Comentarios 4

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Sr Lagarde ayúdenos, por favor.
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El BCE tiene que imponer una auditoría de la Governance de España antes de seguir comprando Deuda española. Los matones de Cristina Kirchner, es decir, el Moño y su banda, están dando un Golpe de Estado peronista comunista en España, destruyendo las instituciones democráticas, amordazando a la prensa, amenazando a los jueces, y lo están haciendo con el dinero del Banco Central Europeo. Sra Lagarde: Vd puede parar en seco el Golpe de Estado, ponga condiciones democráticas a seguir comprando deuda española, YA , POR FAVOR !. Estos peronistas nos van a asesinar en nuestros domicilios.

Puntuación 1
#1
Al Tribunal de La Haya !.
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#1 A Lagarde hay que meterle una querella ante el Tribunal de La Haya por cómplice del genocidio de este desgobierno peronista comunista; sin el dinero del BCE se acabaría el genocidio que están cometiendo contra el pueblo español.

Puntuación 3
#2
Herminio Ballesteros
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Estimado Sr. Balado, debo discrepar de su afirmación: "Por el lado del sector privado los bancos están desempeñando un excelente trabajo como correa de transmisión de la financiación al tejido empresarial". Los bancos ya Fracasaron en su papel de financiador de la ecomonia REAL en la anterior crisis, por lo que esta fue más intensa en Europa que en USA, donde aquella comenzó: sólo financió a los Gobiernos y a los Grandes Fondos. Ahora quizá haya mejorado con los dineros gestionados por la UE y los Gobiernos. Y los ejemplos que pone sólo se refieren a las Grandes Empresas, y nunca a las PYMES: no tiene ningún caso donde acojerse. Gracias.

Puntuación 7
#3
Guindos también es reponsable.
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En Contra

#2 Guindos es igualmente responsable, hay que sentarlo en el banquillo ante el tribunal de La Haya igualmente.

Puntuación 5
#4