La jornada del miércoles pasará a la historia moderna como uno capítulo negro para Estados Unidos. La turba de manifestantes animados previamente por el presidente saliente, Donald Trump, culminó con el asalto al Capitolio y cuatro víctimas mortales. Sin embargo, durante el dantesco espectáculo antidemocrático, los inversores guardaron la calma, manteniendo su confianza en las instituciones políticas, encumbrando así al Dow Jones hasta nuevos máximos. El S&P 500 logró mantener las subidas mientras que el Nasdaq, como ya lo había hecho al arranque de la negociación antes de que el caos tronara sobre la capital estadounidense, cerró a la baja. Sin embargo, este jueves los tres indicadores operan en positivo y registran nuevos récords.
"Los acontecimientos de las últimas 24 horas en Washington y en otros lugares de EEUU pueden tener implicaciones en el mercado", reconoce Paul Donovan, economista jefe global de UBS, quien señala que muchos inversores internacionales podrían considerar que los acontecimientos en EEUU pueden aumentar el riesgo que ven en los activos del país.
Aún así, según explica, antes de la irrupción en el Capitolio, el líder republicano del Senado, Mitch McConnell, ofreció un discurso aceptando el resultado de las elecciones presidenciales e instando al bipartidismo.
Este mensaje fue clave para muchos inversores, dado que cualquier legislación significativa, incluyendo más estímulos fiscales, requerirán cierta colaboración de los senadores republicanos pese a la victoria demócrata en Georgia. "Estas señales bipartidistas fueron importantes para los inversores", reitera.
Precisamente, el triunfo de Raphael Warnock y Jon Ossoff en la segunda vuelta electoral celebrada el martes en Georgia, donde estaban en juego dos escaños clave en el Senado de EEUU, impulsó la idea de un mayor gasto público y más estímulos en el horizonte.
"Los mercados financieros reaccionaron a la perspectiva de un gobierno y Capitolio demócrata mucho mejor de lo esperado"
"Los mercados financieros reaccionaron a la perspectiva de un gobierno y Capitolio demócrata mucho mejor de lo esperado", indica Stephen Guilfoyle, presidente de Sarge986 y un veterano previamente en la Bolsa de Nueva York. El catalizador de una política fiscal menos rígida y los estímulos ultraacomodaticios de la Reserva Federal sirvieron de apoyo importante para los inversores.
Para este operador, los inversores reaccionaron a los acontecimientos en Washington pero no tanto como se esperaba. El flujo de capital se alejó de la tecnología como se había previsto tras la sorpresa demócrata en Georgia. Los inversores optaron así por favorecer sectores más sensibles a los estímulos, como el financiero, el de materiales y el industrial.
La vista puesta en los estímulos
No es para menos. Desde Citi, su economista jefe Andrew Hollenhorst, estima que el control de los demócratas garantizará una nueva remesa de estímulos de alrededor de 500.000 millones de dólares. Desde Goldman Sachs, su economista Allec Phillips, baraja un estímulo adicional del 2,7% del producto interior bruto (PIB), seguido de una subida limitada de impuestos, que no llegará a materializarse hasta 2022.
Para Marc Chandler, estratega jefe de Bannockburn Global Forex, los mercados no perdieron los nervios dado que consideraron que "las consecuencias económicas del caos político probablemente serán muy limitadas".
Una tesis que defiende Ken Polcari, estratega jefe de SlateStone, quien reitera que "estos eventos políticos, mientras crean el caos, a largo plazo no impactan los precios del mercado". En este sentido hace mención a los fundamentos, los beneficios e ingresos, la actividad económica así como la política monetaria de la Reserva Federal.