En la parte de atrás de la casa de un profesor de escuela de Portland de nombre Bob se cayó el panel enchufable o plug door del Boeing 737-9 Max de Alaska Airlines que debía viajar de Portland a California con 177 pasajeros que pasaron el peor rato de sus vidas, pero que, por suerte, sólo se quedó en un susto ya que sobrevivieron todos. Una pieza que resulta clave en la investigación del incidente aéreo.
Este suceso se produjo el viernes, 5 de enero, cuando el aparato despegó para emprender rumbo a Ontario y, durante la maniobra de toma de altura, los pasajeros argumentaron que se escuchó "una explosión" y quedó un hueco "tan grande como una nevera", recoge en declaraciones la CNN.