La sangre del conflicto entre el FC Barcelona y el fondo alemán Libero parece que no llegará al río. A pesar del impago del vehículo germano de los compromisos alcanzados para hacerse con el 10% de la filial Barça Studios, la reventa de buena parte de su participación a la empresa americana de cáterin Aramark ha enfriado las tensiones entre ambos bandos. Las demandas cruzadas han quedado aparcadas y el inversor fallido explica que el conflicto ha sido resuelto “amigablemente”.