Inversión
02/07/2018, 19:20
Mon, 02 Jul 2018 19:20:34 +0200
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Todos los años, sobre los meses de noviembre y diciembre, se empiezan a agolpar en los correos electrónicos los informes que bancos de inversión y gestoras mandan sobre sus perspectivas para el año siguiente. En los últimos del año pasado había consenso en dos asuntos. El primero, que el año 2017 de extraordinarias rentabilidades en todo tipo de activos y con ausencia de riesgos, no se volvería a repetir y que de cara a 2018 el inversor debía ser consciente de que para ganar rentabilidad debería asumir riesgo, ya que la dormida volatilidad estaba despertando. El segundo punto de encuentro de los expertos del mercado era que era el momento de la renta variable europea de la que se pronosticaba que se comportaría mejor que la americana por una simple cuestión de valoraciones. Esos expertos acertaron con su primera conclusión, ya que la volatilidad ha vuelto a hacer acto de presencia como demuestra el hecho de que el Vix repunte ya en el año un 56%. Pero no acertaron del todo con la segunda ya que, si bien el primer trimestre del año los inversores acudieron en masa a los mercados del Viejo Continente, en el mes de abril se empezó a revertir una tendencia que ya en mayo acabó de confirmarse. Se ve en que, según la última encuesta de gestores que elabora Bank of America Merrill Lynch, estos profesionales han vuelto a sobreponderar la renta variable estadounidense en sus carteras por primera vez en los últimos 15 meses. Y también se nota este enamoramiento hacia las acciones made in USA en que en mayo, y según los datos de BlackRock, los ETF que replican a alguno de los índices de Wall Street acapararon el 74% de todo el dinero que entró en ETF (26.100 millones de dólares de un total de 35.100 millones).