ANÁLISIS
En toda guerra siempre hay dos bandos y una causa a defender. En la guerra que estos días se libra en la industria de la inversión colectiva los bandos están muy claros. A un lado están las gestoras activas, o al menos las que presumen de serlo, y en el otro las gestoras pasivas o lo que es lo mismo, las que venden ETFs en España. Aunque también hay gestoras que mantienen la neutralidad suiza, como las firmas extranjeras que además de fondos activos venden ETFs y que son las que han reabierto la guerra.