
En su tradicional discurso navideño con periodistas Antonio Zoido, presidente de BME, dejó claro que la puesta en marcha de la plataforma de fondos de la gestora de la bolsa española se producirá "en los próximos meses". Llegará, eso sí, más de 10 años después de que se anunciara su lanzamiento ya que en este periodo han sido varios los obstáculos a los que se ha enfrentado: desde esperar a un nuevo sistema de liquidación y compensación de valores que permitiera que los fondos cotizaran con hasta 9 decimales, hasta las presiones del lobby bancario para que este nuevo supermercado de fondos no saliera a la luz.
No en vano ese supermercado de fondos permitirá que cualquier inversor de a pie acceda a cualquiera de los fondos, tantos nacionales como extranjeros, desde su propio bróker sin retrocesiones y al precio que supondría cualquier operación de compraventa de valores más el canon de la bolsa y la comisión que soporte el bróker elegido, con una operativa similar a la que presentan ahora las sicavs.
Sin embargo, aunque la iniciativa ha sido muy bien valorada tanto por los pequeños inversores como para las pequeñas gestoras boutiques españolas que carecen de redes de distribución, genera muchas dudas entre las grandes extranjeras que, por cierto, ya atesoran el 36% de todo el patrimonio que se maneja en fondos de inversión en España.
Por qué no convence
"La nueva plataforma no nos aporta nada nuevo. Es una buena idea para gestoras españolas que no tienen distribución, pero comprar un fondo no es como adquirir una acción ya que no solo es importante dónde la compras sino cómo accedes a la información de este fondo. Creo que la inmensa mayoría de las gestoras extranjeras lo que queremos es llegar al retail a través del asesor, ya que en fondos necesitas un asesoramiento", apunta Ramón Pereira, responsable en España de Franklin Templeton.
El hecho de que BME no vaya a ofrecer asesoramiento y que se limite a ser un ejecutor es una de las razones que pueden frenar en un primer momento a las gestoras extranjeras a incluir buena parte de sus fondos en el nuevo supermercado. Otra es la propia operativa en sí ya que, según afirman desde una de las mayores firmas extranjeras que operan en nuestro país, "por lo que hemos visto es una plataforma muy rígida que te obliga a adaptarte a su sistema de liquidación de D+2 y a ir a través de Iberclear por lo que aunque fuera gratis no iríamos. Puede ser útil para un cliente que solo quiera una ejecución pura, pero no hay mucho cliente que solo quiera ejecución". Pese a todo también hay gestoras extranjeras que han mostrado su interés hacia el proyecto de BME. "Nosotros estaremos encantados de registrar nuestros fondos ahí. No nos preocupa el hecho de que solo sea una plataforma de ejecución ya que los inversores tienen muchos medios para informarse. Lo único que podría frenarnos es que la operativa no case con la que tenemos nosotros", apunta Ana Guzmán, responsable en España de Aberdeen AM.
Mifid II, la clave del éxito
Pero quizá el gran obstáculo para que las firmas extranjeras se apunten a la iniciativa de BME es que la propia plataforma choca frontalmente con el modelo de distribución de los fondos en España, hasta ahora basado en un sistema de retrocesiones de las gestoras, tanto nacionales como extranjeras, a sus comercializadores -según la CNMV se retroceden el 63% de las comisiones de gestión- pero que puede tener los días contados de cara a la implementación de la directiva Mifid II, prevista para 2018. "Lo primero que hay que ver es cómo se traspone la directiva Mifid II y cómo transciende al canal de distribución. Deben listar clases que no entren en conflicto con sus distribuidores", apuntan fuentes del sector, lo que en la jerga se conoce como clases limpias.
No en vano, entre esos distribuidores se encuentran precisamente los fondos de los bancos, unos de los que pueden resultar más damnificados cuando se democratice el acceso a la compra de fondos. De hecho, según los datos de VDOS al cierre del tercer trimestre de 2016 las instituciones de inversión colectiva española tenían en IIC extranjeras 60.653 millones de euros, casi la mitad de todo el patrimonio que gestionan en España.
Sin embargo, la reticencia de algunas gestoras extranjeras no implica que no vayan a acabar sumándose una vez la plataforma de fondos de BME empiece a rodar, sobre todo si en fechas esa puesta de largo coincide con la implementación de Mifid II. "Obviamente muchas gestoras extranjeras pueden encontrarse con un conflicto de interés en un primer momento pero esto desaparecerá cuando entre en vigor Mifid II, por lo que creo que acabarán entrando, al menos con parte de los fondos que tienen, los que sean más sencillos?, apunta Javier Amo, director del máster de Bolsa y estudios financieros del IEB.
En todo caso, con más o menos extranjeras, al menos en un primer momento, lo cierto es que el supermercado de BME puede convertirse en la gran revolución de la industria española de fondos, donde la gestión independiente apenas supone el 7% de todo el patrimonio en productos españoles.