Escribiendo cosas económicas desde 2018, pero ya he pillado unas cuantas crisis. Di mis primeros pasos en Europa Press y luego en El Confidencial. Ahora sigo el rumbo del dinero y los mercados en El Economista.

Europa (y en particular Alemania) ha abierto de par en par la compuerta de gasto… y esto puede traer un efecto inesperado. Un golpe a los mercados inmobiliarios e hipotecarios de toda Europa, incluido el euríbor. La UE planea un incremento general de 800.000 millones de euros en gasto en Defensa para hacer frente a la amenaza de Rusia y las exigencias de una OTAN donde Trump no garantiza un apoyo sin límites. Sin embargo, el gran giro hacia el gasto ha venido de Alemania. La locomotora de Europa ha roto su ley sagrada del gasto y ya ha votado flexibilizar el límite al déficit (solo podían gastar por mandato constitucional o 0,35% más de lo que ingresaban). Si bien la regla permanece, ahora quedará exento todo el gasto militar superior al 1%, 800.000 millones a 12 años en un fondo de infraestructuras y buena parte del endeudamiento de los landers (autonomías).

El cobre del mundo está poniendo rumbo a Nueva York. Las bóvedas de la ciudad que nunca duerme están llenándose a pasos agigantados del metal rojizo. Aunque EEUU no ha dado ningún paso oficial para poner en el foco arancelario esta materia prima, la realidad es que ya ha puesto en marcha una investigación para hacerlo desde finales de febrero. Además, las coincidencias en el suministro con el aluminio, que sí ha terminado gravado, han hecho saltar las alarmas. En consecuencia, las firmas de EEUU y los operadores están amasando todo lo que pueden ahora para protegerse de una escalada que parece inevitable.

Algo ha cambiado de forma clara en uno de los mayores déficits a nivel global en los mercados… y que ha llegado hasta la cesta de la compra de todas las familias del mundo: la crisis del chocolate. Una serie de cosechas extremadamente débiles han provocado un desajuste histórico en los mercados que ha derivado en subidas del 300% en los precios del cacao, la materia prima clave para este producto. Sin embargo, tras años de subida prácticamente ininterrumpida, la materia prima ya retrocede un 30% en lo que va de año y un 15% los últimos 30 días.

Wall Street recibió a Donald Trump con alborozo. Las bajadas de impuestos, la desregulación bancaria, el 'drill baby drill'... todos los argumentos a favor de un mercado alcista se encadenaban para crear un círculo virtuoso en los principales índices. Sin embargo la realidad es que las medidas de Trump, de momento, han cargado de dolor al conjunto de empresas cotizadas que sienten el impacto de los aranceles y no reciben por ahora buenas noticias en otros frentes. Las medidas de Trump han hecho, incluso, que se llegue a fantasear con una recesión de EEUU ante el cansancio y la incertidumbre que pesa sobre el consumidor estadounidense. Sin embargo, a pesar de que este es el escenario general, la realidad es que una empresa ha asaltado el olimpo de Wall Street gracias al republicano: CVS.

Europa se ha encontrado ante la necesidad de ir con todo hacia un rearme masivo, al tiempo que reestructura sus pedidos para reducir la dependencia de EEUU. Este proceso ha puesto en el centro del debate a España, que lleva una década atrapada en una discusión interna ante la necesidad de renovar su gran red de cazas F-18 Hornet de Douglas. Estos modelos fueron comprados en los años ochenta, cuando eran la tecnología puntera (era el mítico caza de Top Gun). Sin embargo, tras casi cuatro décadas el país ibérico tiene la necesidad de renovar más de 90 aeronaves (sumandos los F-18 y los Harrier). Hasta ahora se pensaba que los modernos F-35 eran el paso lógico, pero los países de la OTAN están cancelando a ritmo acelerado los pedidos y España podría estar al borde de dar el mismo paso para diversificar su portfolio de aviones de guerra con los que complementar al que será la columna vertebral de su fuerza aérea: el Eurofighter Typhoon.

Todos parecen coincidir en que las medidas que está imponiendo Donald Trump traerán una suerte de gran desaceleración económica en EEUU. Los aranceles, la incertidumbre comercial y otras medidas están haciendo caer a ritmo acelerado la confianza del consumidor y las perspectivas de gasto, dos factores que habían sido fundamentales para entender la fortaleza económica del país. Hay quienes hablan incluso de una recesión. Sin embargo, si bien los mercados se ilusionaron con las bajadas de impuestos de Trump, hay otra medida que podría reactivar la economía y contrarrestar todos estos problemas: la desregulación bancaria.

Pese a los obstáculos, la paz en Ucrania ya no parece una quimera y los mismos protagonistas del conflicto hablan abiertamente de la posibilidad. El presidente de Ucrania, Vlodomi Zelensky, tras la llamada con Donald Trump el miércoles, habla de que cree que logrará una paz duradera. Por su parte, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha dicho este fin de semana que está dispuesto a" traer de vuelta el gas barato para Europa" y reactivar los flujos cerrados por el conflicto. Cualquiera podría pensar que todo este nuevo clima, con una tregua de un mes sobre infraestructura energética, estaría trayendo volatilidad y desplomes al mercado del gas. Sin embargo, esto no es ni de cerca lo que está sucediendo.

Este jueves Christine Lagarde, presidenta del BCE, ha salido a la palestra ante el Comité de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo. La francesa ha sorprendido a propios y extraños arrojando cifras muy concretas de los análisis del BCE sobre el impacto económico de la guerra comercial con Trump y la posibilidad de un euro más débil en el medio plazo debido a esta. "El peso del impacto en el crecimiento económico se concentraría en el primer año después del aumento de aranceles. Concretamente los análisis del BCE hablan de un golpe de 0,3 puntos porcentuales en el PIB de la zona euro". Respecto a la inflación la francesa ha considerado que tanto las medidas de represalia de la UE con sus propios gravámenes como un euro más débil por los aranceles "aumentarían la inflación cerca de 0,5 puntos".

España se ha consolidado como el gran motor de crecimiento en Europa. Con un avance del PIB del 3,5% mientras el resto de grandes países viven al filo del estancamiento. Sin embargo, las medidas del presidente de EEUU, Donald Trump, y los cambios que se están produciendo en el país pueden asestar un duro golpe. Este impacto no viene de los aranceles, ni de ningún conflicto comercial. España había encontrado en EEUU uno de los grandes argumentos para lograr un auge turístico sin precedentes que ha derivado en 94 millones de visitantes (récord histórico). Ahora la fragilidad económica de EEUU y la incertidumbre en su futuro están generando preocupaciones en el sector y en los mercados.

El Bundestag alemán aprobó este martes un acuerdo histórico. El nuevo gobierno entierra el límite constitucional al déficit, quitando de su escrutinio tres asuntos. En primer lugar el gasto en defensa por encima del 1% del PIB, en segunda instancia, buena parte del déficit de los landers (autonomías) y, además, un gran fondo de 500.000 millones de euros de gasto en infraestructura que se aplicará los próximos 12 años. Este giro histórico de Alemania de la austeridad hacia el gasto ya ha visto su reacción en las grandes firmas de defensa, que se disparan al calor de la idea de un tsunami de nuevos pedidos, con RheinMetall a la cabeza. Sin embargo, ese mega fondo de infraestructuras puede dejar un reguero de grandes ganadores que, en menor medida, aprovechen esta nueva era en la 'locomotora de Europa'.