
El Bundestag alemán aprobó este martes un acuerdo histórico. El nuevo gobierno entierra el límite constitucional al déficit, quitando de su escrutinio tres asuntos. En primer lugar el gasto en defensa por encima del 1% del PIB, en segunda instancia, buena parte del déficit de los landers (autonomías) y, además, un gran fondo de 500.000 millones de euros de gasto en infraestructura que se aplicará los próximos 12 años. Este giro histórico de Alemania de la austeridad hacia el gasto ya ha visto su reacción en las grandes firmas de defensa, que se disparan al calor de la idea de un tsunami de nuevos pedidos, con RheinMetall a la cabeza. Sin embargo, ese mega fondo de infraestructuras puede dejar un reguero de grandes ganadores que, en menor medida, aprovechen esta nueva era en la 'locomotora de Europa'.
Si bien las carreteras, ferrocarriles llegaron a ser un símbolo del auge de la economía alemana, con su gran red de autopistas y la mítica puntualidad alemana, la realidad es que esos hitos son cosa del pasado. Años de baja inversión han provocado un deterioro importante que va desde lo más obvio, las ya mencionadas carreteras, hasta la infraestructura energética del país, pasando por la tecnológica y la digitalización. Un cóctel explosivo de 'dejadez' que habría tenido un impacto notable en la situación económica del país.
Según ING este sería la clave de uno de los principales problemas estructurales que están sacudiendo a Alemania, la baja productividad. "En los rankings internacionales de competitividad más destacados, Alemania se encontraba entre los 5 primeros a principios de la década de 2010. Actualmente, se sitúa entre los puestos 20 y 25" comenta la firma neerlandesa. En ese sentido, " Las razones de esta pérdida de competitividad incluyen un rápido declive en infraestructura, educación e infraestructura digital". En resumen, "Alemania simplemente olvidó invertir o no se consideró necesario desde la era Merkel". Según sus propias estimaciones previas al plan germano, solo en este frente Alemania necesitaría entre 400.000 y 600.000 millones de euros de inversión para solucionar este problema.
Coincidía el Instituto Económico Alemán (IW) que comentaba que "si bien a finales de los setenta la infraestructura se expandió rápidamente, la realidad es que todo está envejeciendo". Thomas Puls, analista de la institución defiende que "durante una década y media Alemania está teniendo serias dificultades para adaptar desde redes eléctricas hasta el uso de datos móviles por este problema, aproximadamente desde 2015". Ahora le nuevo plan busca arreglar 15 años de parálisis con una sola megainversión repartida en 12 años.
¿En qué consiste el plan de infraestructuras?
Concretando en el fondo de infraestructuras que pretende dar una nueva base a la economía más grande de Europa, lo primero que hay que entender es que se traducirá en 42.000 millones de euros al año y, a nivel general se dividirá en tres grandes grupos. Por una lado 300.000 millones de euros irán destinados al gasto del Gobierno Federal que realizará inversiones directas en proyectos. Un ejemplo claro podría ser una nueva autopista o una expansión de su circuito ferroviario.
Por otra parte los landers recibirán 100.000 millones de euros para que ellos mismos realicen proyectos similares. En última instancia otros 100.000 millones serán íntegramente dedicados a proyectos verdes como hidrógeno verde o eólica marina. Esto puede hacer que los proyectos energéticos tengan el rol más destacado en la reconstrucción de Alemania pues las dos sumas anteriores también pueden incluir proyectos en este ámbito como, por ejemplo, la expansión de sus terminales de almacenaje, mejoras o ampliaciones de gasoductos o redes eléctricas ampliadas.
Los 17 ganadores
Desde Mirabaud explican que, al igual que se aplica al resto de puntos, las infraestructuras alemanas son víctimas de "un importante deterioro basado en décadas de declive económico y una falta crónica de inversión". En ese sentido ya centrándose en la infraestructura más básica, los transportes, la realidad es que "cuentan con una envejecida red ferroviaria con enormes retrasos y cancelaciones de trenes que, según Deutsche Bahn, requerirá cerca de 45.000 millones de euros para ser modernizada". Esto no es solo un problema de trenes. John Plassard, analista de la firma señala que "el país cuenta con 4.000 puentes que requieren una renovación urgente y las autopistas tienen signos avanzados de deterioro".
Todos estos problemas dan lugar a la necesidad "de una gran modernización y reconstrucción de Alemania". En ese sentido, Plassard señala cuatro empresas clave que pueden ver incrementada su actividad en Alemania gracias a esta tendencia. Estas son Alstom, Siemens Mobility, Vinci y Hotchief (ACS). Todas estas empresas "vivirán fuertes y claras oportunidades de conseguir importantes contratos". Esto podría suponer una oportunidad clave para que ACS, afianzada en Alemania a través de esta filial logre proyectos clave que mejoren las perspectivas del grupo.
Respecto al desarrollo de infraestructura energética si hay cierto impacto en España (al menos parcial) dado que Siemens Energy es una de las grandes ganadoras. Este grupo es el dueño de Siemens Gamesa, la firma eólica que junta los negocios de la alemana con la firma vasca, que atravesó grandes problemas entre 2023 y 2024 por una crisis general en la industria eólica por la inflación, tipos de interés, competencia extrema y problemas técnicos.
"No solo impulsará la economía, sino que creará un círculo virtuoso cargado de oportunidades para los sectores del transporte, la energía y lo digital"
Hasta ahora Siemens Energy se había encontrado con un impulso del 314% en bolsa en los últimos 12 meses gracias a la idea de una demanda energética disparada por los centros de datos de la IA. Ahora el gran programa de gasto germano le da otro argumento para el optimismo. Mirabaud señala también a RWE, la danesa líder eólica Oersted y a Schneider Electric.
Respecto a la digitalización destacan Deutsche Telekom, Nokia y Atos, esta última saliendo prácticamente de una situación de incertidumbre total en sus cuentas y posible quiebra. En el pacto entre CDU y SPD destaca también como parte del programa la modernización de hospitales y centros sanitarios, algo que ofrecerá, según Mirabaud una potente oportunidad de Fresenius, Philips y Siemens Healthineers. En última instancia, señala que también se incluye inversión en escuelas e instalaciones de investigación, lo que otorga un mayor potencial a Dassault y SAP que ya vienen 'bendecidos' por su negocio militar, pero que podrían despegar todavía más por su rama I+D.
En resumen, Plassard defiende que "este giro histórico hacia los estímulos masivos no solo impulsará la economía, sino que creará un círculo virtuoso cargado de oportunidades para "los sectores del transporte, la energía y lo digital". Aún queda por ver si esta lluvia de millones logrará poner a punto la maquinaria germana otra vez y acabar con la maldición de años de dejadez. Gestionar tal cantidad de fondos para esta misión será un desafío para Berlín y las capitales de todos los landers que definirá el futuro del país pero lo que está claro es que dejará un reguero de suculentos contratos públicos que pone a estas 17 empresas en el foco.