La inteligencia artificial ha encontrado una víctima inesperada, los inversores en corto. Las empresas de semiconductores han volado en bolsa subidas a la ola de esta nueva tecnología, que plantea un auténtico cambio de paradigma en el sector. Sin embargo, hay quienes pensaron a lo largo de este 2023 que estas alzas se basaban en una falsa sensación de euforia y, por ello, decidieron invertir en corto contra ellas. El resultado ha sido una auténtica sangría que ya se ha saldado con cerca de 18.000 millones en pérdidas en lo que llevamos de 2023 y de 1.400 millones solo en los últimos 30 días, según S3 Partners.