
El Nasdaq 100 lleva buena parte de mayo renovado máximos anuales. Su último empujón le ha colocado sobre los 13.830 puntos, un nivel no visto desde abril del año pasado. El índice tecnológico ha llegado a la primavera con un ascenso acumulado del 25%, pese a la amenaza de recesión y a que los tipos de interés en Estados Unidos están a la altura de los de 2007. Es su mejor rendimiento en dos décadas, exceptuando el periodo de estímulos de la pandemia. La pregunta que surge ahora, y que intenta responder Wall Street, es hasta dónde tiene recorrido el rally.
Los principales analistas del mundo coinciden en que este rebote ha sido excesivo y que los inversores se darán de bruces pronto con la realidad de un sector tecnológico sobrevalorado en el parqué.
Esta es la opinión de algunos como Michael Hartnett, experto de Bank of America. Según su último informe del pasado viernes, creen que una eventual recesión "acabará con el crédito y la tecnología" tal como lo hizo en 2008. Y por lo tanto recomiendan evitar por ahora a los pesos pesados del sector que ahora viven un momento dulce en el parqué.
Desde JP Mogan coinciden en este pronóstico y uno de sus analistas, Jason Hunter, defendió que "va a haber una fuga hacia el efectivo a medida que vayan empeorando los datos económicos". En ese sentido, Hunter añadió que "debido a la concentración que se ha generado en torno a las grandes tecnológicas estos meses, estas empresas podrían estar especialmente expuestas al riesgo debido a esta rotación". Una tesis que también comparte Morgan Stanley. Chris Toomey, experto del banco norteamericano, comentó en una entrevista a la CNBC que "creo que la tecnología será la próxima pieza en caer" porque "no es inmune al desarrollo de la economía".
"Las valoraciones y expectativas de beneficios son elevadas y demasiado optimistas"
Philipp E. Bärtschi, CFA, director de inversiones de J. Safra Sarasin Sustainable AM también duda de que pueda mantenerse esta tendencia porque "a pesar de que han podido defender sus márgenes gracias al aumento de precios al consumidor" y que "ha habido una fuerte inyección de liquidez por parte de la banca central por la crisis bancaria", esto son factores que "es probable que cambien en los próximos meses y sus valoraciones y expectativas de beneficios son elevadas y demasiado optimistas".
Por su parte, algunos expertos ponen el foco en un índice que podría estar anticipando estas caídas. El RSI (un indicador técnico que mide el impulso de los movimiento de un activo) se ha elevado de forma determinando y ya ha llevado al Nasdaq 100 a territorio de 'sobrecompra'. Una señal que ha llamado la atención de numerosos analistas técnicos. En declaraciones a Bloomberg, Aurel ha explicado que "Ahora puede ser un buen momento para cambiar directamente al S&P 500 largo o frente al Nasdaq 100".
Otros analistas difieren, como es el caso de Ben Laidler, estratega de mercados globales de la plataforma de inversión en multiactivos eToro. El experto explica que la fuerte alza ha estado sostenida por los "sólidos márgenes y sólidos balances" que ofrecen certezas a medida que se acerca la recesión, además de la 'ola de ilusión' que ha levantado la IA.
Esta situación no tiene por qué cambiar a corto plazo y Laidler defienden que, a pesar de que ve un "momento de consolidación" el sector puede seguir subiendo si "los inversores institucionales toman el testigo". Además, ve posibles catalizadores como un pacto sobre el techo de la deuda en EEUU que despeje la incertidumbre o si mejoran las tensiones en la banca, iniciadas tras el colapso de Silicon Valley Bank, Signature Bank y, recientemente, de First Republic.
¿Por qué ha subido el Nasdaq 100?
Hasta la fecha, el espectacular ascenso de la tecnología se ha apoyado en la reducción de la inflación, en la caída de los rendimientos de los bonos del Tesoro y en la expectativa de que el fin del ajuste monetario está cerca (si no prácticamente acabado). Desde sus altos del ejercicio, el yield del bono estadounidense a dos años ha caído 70 puntos básicos y el del T-Note, la referencia a diez años, se ha enfriado 33 puntos básicos. Esta corrección en los retornos se traduce en una mejor valoración de las empresas growth, ya que las perspectivas a largo plazo también se aclaran.
Un cambio de contexto respecto al año pasado -cuando la Reserva Federal (Fed) empezaba a generar estragos- que se ha reflejado en la capitalización de grandes firmas del sector. Las acciones de Meta se han revalorizado un 99% en lo que va de curso y, las de Nvidia, un 110%. Apple gana un 35%, Microsoft mejora un 30% y Amazon asciende un 36%.
El mercado está esperando a que se trasladen todos los efectos de las subidas de los tipos
Todas estas empresas también tienen en común otras fortalezas: han reducido sus costes operativos debido a los miles de despidos efectuados y han logrado buenos resultados en el primer trimestre, dos cuestiones más que explican su rally. Este ascenso sectorial, sin embargo, ha beneficiado al conjunto del mercado, ya que estas empresas tienen un peso importante en el S&P 500, un índice que ronda máximos anuales en torno a los 4.200 puntos.
Este cúmulo de circunstancias ha ayudado a la bolsa neoyorquina a recuperarse de las caídas del ejercicio pasado, aunque la continuidad alcista no está asegurada. Sigue habiendo incertidumbre. El mercado está esperando a que se trasladen todos los efectos de las subidas de los tipos de interés a la economía, acecha una posible recesión y, ahora, se suman las dudas en torno a la renovación del techo de deuda en Estados Unidos.