Redactor de elEconomista.es. Este es un buen sitio para encontrar informaciones de bolsa y mercados financieros. También escribo en Ecotrader y podrás escucharme en el podcast Estrategia de Mercado.

La gestión de la deuda es una de las prioridades de Cirsa. Con la mayoría de los recursos que se captarán en la salida a bolsa reservados para rebajar el pasivo, lejos quedan los registros de hace un lustro, en pleno coronavirus, cuando el cierre de bares y casinos disparó el endeudamiento a más de 18 veces el ebitda. La firma del sector del juego ha elevado desde entonces la deuda global, pero la recuperación del negocio ha provocado que la métrica caiga hasta las 3,3 veces. El objetivo a medio plazo: operar alrededor de las 2,5 veces, un baremo que le permitirá afrontar nuevas operaciones corporativas.

A las puertas del verano, La Cartera Agresiva abre nuevas operativas antes de que el mercado se tome unas vacaciones y caiga el volumen de negociación. Por el momento, no se puede descartar que la bolsa española esté formando un nuevo tramo alcista en lo que otras referencias, como el EuroStoxx 50 o el S&P 500, se preparan para la traca final: una corrección que presentará nuevas oportunidades de compra. Mientras tanto, esta estrategia centrada en buscar altas rentabilidades en el muy corto plazo se centra en Talgo.

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La bolsa estadounidense anotó en las últimas sesiones nuevos máximos históricos en índices como el Nasdaq 100 o el S&P 500. Es algo que celebrar tras la festividad del 4 de julio; fiesta nacional. Sin embargo, todo este ruido en el mercado se produce en un contexto en el que la bolsa se adentra en territorio burbuja.

La bolsa española no es ajena a lo que ocurre en el resto de parqués europeos. La renta variable cotiza cada vez más cara respecto a los beneficios que se esperan para 2025. Y esto ocurre porque la bolsa sigue subiendo. Es el caso de Grifols e Inditex: los dos valores que monitorea La Cartera de elEconomista.es. Tanto el laboratorio como el gigante del textil están actualmente a casi un 9% de su precio de entrada, en los 9,75 euros y los 40,05 euros por acción, respectivamente. Sin embargo, esta estrategia no persigue al mercado.

La bolsa europea arranca la sesión del viernes con leves caídas que no ponen en apuros la evolución del conjunto de la semana. La proximidad de la fecha límite para llegar a un acuerdo comercial con Estados Unidos tensa a los principales índices bursátiles. Los inversores se mantienen al margen de la toma de decisiones a la espera de los resultados de las diversas negociaciones comerciales en medio de la pausa actual que se inició en abril. Así, el Ibex 35 retrocede un 0,4% en un 4 de julio que será festivo en Wall Street. El EuroStoxx 50 cae medio punto porcentual en los primeros instantes de cotización.

Comprar bolsa estadounidense actualmente podría ser interpretado como ir a contracorriente. Bancos de inversión como Bank of America recogen cómo los inversores estadounidenses se muestran ansiosos por soltar las acciones de Wall Street. La guerra comercial y su impacto en el mercado puede justificar parte de esta tendencia. Que índices como el S&P 500 estén de nuevo en máximos históricos podría ser otro motivo. Sin embargo, el cambio entre el euro y el dólar actual es una red de seguridad para el inversor de la eurozona. El cruce de un euro por 1,18 dólares no evitará una eventual caída, pero amortiguará el impacto e incluso impulsará la rentabilidad de la inversión si el dólar recupera su posición en el mercado de divisas.

Hace calor en todas partes, lo que no es una novedad para nadie. La noticia está en que la ola de calor que atraviesa la mayor parte de Europa afecta también a las cotizadas del Viejo Continente. La cadena británica de comida Greggs se desploma este miércoles más de un 12% dentro de la bolsa del Reino Unido. Y este desplome no tiene que ver con la guerra comercial o con la situación geopolítica del mundo: son las altas temperaturas las que llevan a los inversores a cerrar sus posiciones en esta compañía dentro del índice Stoxx 600.

Comienza a ser tradición en España: antes de afrontar una salida a bolsa, el accionista de la compañía a debutar dispara su último dividendo previo a cotizar. Lo hicieron los Puig con la perfumista, lo hicieron los Gallés con Europastry y lo ha hecho Blackstone con Cirsa. El fondo estadounidense se repartió 230 millones de euros con cargo a prima de emisión, un payout del 161% de su beneficio neto ajustado. En este caso, eso sí, el dinero sirvió para financiar una reducción de deuda a través de una inyección de capital.

Cirsa ya pone fecha a su salto al parqué. La compañía del juego y las apuestas aspira a debutar en el mercado español el 9 de julio, fecha en la que empezará a cotizar como una empresa pública. La compañía ha presentado en su folleto ante la CNMV un precio de 15 euros por acción que ya adelantó elEconomista.es y que daría una valoración de la compañía de 2.520 millones de euros de capitalización bursátil.

El mercado tiene sus propias motivaciones para fortalecer al euro frente al dólar estadounidense pero acaba de encontrar un nuevo incentivo para seguir subiendo. El vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis De Guindos, comentó en el foro de Sintra que ve difícil que el euro sobrepase un cruce en los 1,20 dólares. Aún no alcanzó esta referencia, pero la divisa común de la eurozona acaba de perforar los 1,18 dólares al cambio que implica anotar un nuevo máximo en más de cuatro años.