La gestión de la deuda es una de las prioridades de Cirsa. Con la mayoría de los recursos que se captarán en la salida a bolsa reservados para rebajar el pasivo, lejos quedan los registros de hace un lustro, en pleno coronavirus, cuando el cierre de bares y casinos disparó el endeudamiento a más de 18 veces el ebitda. La firma del sector del juego ha elevado desde entonces la deuda global, pero la recuperación del negocio ha provocado que la métrica caiga hasta las 3,3 veces. El objetivo a medio plazo: operar alrededor de las 2,5 veces, un baremo que le permitirá afrontar nuevas operaciones corporativas.