La carrera por conseguir acuerdos comerciales con sus principales socios antes del plazo del 9 de julio llega a su tramo final. Donald Trump ha anunciado un acuerdo comercial con Vietnam tras semanas de intensas negociaciones diplomáticas, que supondrá la imposición de un fuerte arancel del 20% a las importaciones del país asiático. Esa tasa llegará al 40% sobre cualquier producto trasladado desde un tercer país, para evitar que China u otros países lo usen como forma de evadir aranceles. A cambio, Vietnam había acordado eliminar todos los aranceles a las importaciones estadounidenses.
"En otras palabras, 'abrirán su mercado a Estados Unidos', lo que significa que podremos vender nuestros productos a Vietnam sin aranceles", escribió Trump en su red social Truth. Las escasas ventas de bienes estadounidenses en Vietnam habían situado a este país como uno de los más perjudicados por los 'aranceles a la carta' anunciados en abril, con tasas del 46%.
Vietnam supone un desafío particular para la administración Trump, ya que los principales asesores del presidente consideran al país un socio estratégico en los esfuerzos para contrarrestar a China en Asia. Al mismo tiempo, el equipo comercial de Trump, que odia los déficits comerciales, considera inasumible que el país se haya convertido en uno de los principales exportadores de productos a EEUU.
El país del sudeste asiático ha visto aumentar con fuerza sus ventas al mercado estadounidense en los últimos años, en parte porque muchos fabricantes han trasladado su producción desde China. Es un importante proveedor de textiles y ropa deportiva, y alberga fábricas de empresas como Nike, Gap y Lululemon Athletica. Vietnam fue el sexto mayor proveedor de importaciones estadounidenses el año pasado, con envíos de bienes por un valor de casi 137.000 millones de dólares. A cambio, solo importó 13.800 millones de dólares en bienes estadounidenses, un desequilibrio lógico dada la pobreza del país, pero que enfurece a Trump.
Lucha soterrada contra China
El equipo de Trump también quería reducir los aranceles para Vietnam y otros países del sudeste asiático para garantizar que fueran inferiores a los que recibirá China, para incentivar la salida de la producción de ese país.
El tipo más alto del 40% se impondría a los productos considerados de "transbordo", es decir, aquellos componentes procedentes de China u otros países que pasan por Vietnam o se someten a un ensamblaje final mínimo antes de ser exportados a EEUU, una de las trampas que usan algunos de los exportadores para ahorrarse esos aranceles.
El acuerdo con Vietnam se alcanzó tras semanas de negociaciones durante las cuales EEUU presionó al país para que endureciera la lucha contra el fraude comercial, garantizara una aplicación más estricta de las normas contra el transbordo de productos chinos y también impulsara la eliminación de las barreras no arancelarias.
Vietnam ofreció eliminar todos los aranceles y prometió repetidamente comprar más productos estadounidenses. Altos funcionarios vietnamitas viajaron a EEUU para buscar apoyo y firmar acuerdos, incluyendo 3.000 millones de dólares en productos agrícolas. El ministro de Comercio también animó a ejecutivos de Nike, Gap y otras empresas a apoyar las negociaciones.
Durante la última década, las marcas se apresuraron a trasladar su producción a Vietnam a medida que se intensificaban las tensiones entre Washington y Pekín, lo que disparó el déficit comercial estadounidense con ese país hasta convertirlo en el tercero mayor, solo por detrás de los que mantiene con China y México.