En el ámbito de los mercados financieros, el año 2024 pasará a los libros como uno de los años con mayor euforia inversora de la historia y, probablemente, como el punto álgido de la mayor burbuja que han vivido los mercados occidentales hasta la fecha. Si bien una parte significativa de los activos que han participado en esta burbuja está sustentada por innovaciones tecnológicas, como los semiconductores o la inteligencia artificial, que ya han tenido un impacto notable en nuestras sociedades (y cuya importancia seguirá en aumento), otra parte de la burbuja ha sido espoleada por activos cuya realidad dista considerablemente de las expectativas iniciales que se tenían en ellos, y cuya capacidad de satisfacer ninguna necesidad es todavía, en el mejor de los casos, incierta -léase, la industria de las criptomonedas.

Ph.D., CFA, Miembro de CFA Society Spain