
Casi la mitad de las treinta empresas rescatadas por la Sepi se encontraban en situación de quiebra técnica a 31 de diciembre de 2021 y, de ellas, siete buscan dar entrada a nuevos socios para obtener liquidez, reforzar el balance o, como en el caso de Air Europa, consolidar su estabilidad accionarial. Éste es el panorama al que se enfrentan, además de la aerolínea de la familia Hidalgo, compañías como Duro Felguera, Técnicas Reunidas, Volotea, Grupo Wamos, Tubos Reunidos y Celsa, inmersa en un proceso de reestructuración con sus acreedores.
Aunque gran parte de las empresas rescatadas por Sepi sufren tensiones de tesorería y necesidades de liquidez, las situaciones son, sin embargo, muy diversas. Air Europa representa, sin duda, uno de los casos más significativos. La empresa, que recibió 475 millones de euros del fondo de Sepi, tiene una historia compleja. Hace unos meses, Iberia entró en su accionariado con un 20% del capital a través de la conversión de un préstamo de 100 millones. Ahora, tiene un periodo de exclusividad que se extiende hasta el próximo mes de marzo para que la aerolínea de IAG se haga con la totalidad de la balear. Pero no es un camino fácil. La recuperación de la actividad ha espantado los fantasmas que se cernían sobre la caja de la compañía y, pese a que el balance sigue cargado en deuda, a parte del accionariado la operación ya no le convence.
Los Hidalgo están de salida pero no quieren hacerlo a cualquier precio. Por ello, buscan un caballero blanco entre los fondos internacionales que les permita seguir en solitario en un mundo de aerolíneas cada vez más grandes. Tal y como publicó elEconomista.es el pasado septiembre, la compañía de la familia Hidalgo negociaba con los fondos estadounidenses Cerberus y Ares la concesión de un préstamo convertible de hasta 400 millones y que, según diversas fuentes, permitirá acometer el repago de la deuda e incluso lanzar procesos de crecimiento en el medio plazo. Pero para que el proceso llegue a buen puerto, primero debe concluir el periodo de exclusividad con Iberia y solventar las diferencias internas.
En la hoja de ruta de Duro Felguera también figura dar entrada a nuevos socios. Según anticipó el pasado 28 de septiembre en un comunicado a la CNMV, "la compañía está en una fase muy avanzada para la incorporación de inversores estratégicos privados con un proyecto de futuro y capacidad financiera". La empresa admitía que tiene firmados Memorandum of Understanding (MOU´s) con una lista corta de socios industriales que, de avanzar el proceso, se incorporarán próximamente al capital. De momento, y a la espera de sellar el posible acuerdo de socios, Duro Felguera tiene un plazo de siete años para amortizar totalmente el préstamo recibido.
Ampliación de capital
Duro Felguera proyecta una importante ampliación de capital para mejorar su plan de viabilidad y dar entrada a los nuevos accionistas. Otra de las compañías que podría protagonizar cambios en su accionariado es la aerolínea de vuelos regionales Volotea tras el rescate estatal de 200 millones de euros otorgado en abril de este año, uno de los mayores del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas. Como contrapartidas, la entidad pública exigió el 100% de las acciones y una hipoteca sobre los Airbus A319 con los que cuenta la compañía aérea. Pero el rescate de la Sepi no es el único apoyo público recibido por Volotea. En plena pandemia recibió el aval del Instituto de Crédito Oficial (ICO) para refinanciar 144,6 millones con Banco Santander, Caixabank, Bankinter, Liberbank, BBVA e Ibercaja. Los vencimientos se repartían entre 2022 y 2025, pero el nuevo acuerdo los aplazó: comenzaron el pasado julio, pero se alargarán hasta 2028. La empresa fundada por Carlos Muñoz y Lázaro Ros barajó la posibilidad de abordar una salida a bolsa. En 2016, comunicó formalmente a la CNMV sus planes para desembarcar en el parqué pero, una semana después, postpuso su intento y, en las actuales circunstancias de volatilidad del mercado, el debut tampoco parece inminente.
Duro Felguera ultima una ampliación de capital con el fin de dar entrada a nuevos accionistas
La areolínea, sin embargo, no ha recuperado todavía el nivel de actividad previo a la pandemia. Se estima también una eventual salida del fondo de private equity Meridia Capital (4,89%), dirigido por Javier Faus, de su capital, donde entró en 2008. Con una situación financiera más saneada tras el rescate de la Sepi, la búsqueda de nuevos socios que refuercen el capital estaría en el horizonte de Volotea, aunque, según fuentes del mercado, sus principales accionistas mantienen sus planes de desinversión vía salida a bolsa en el horizonte.
Wamos Group confía en regresar a un ebitda (resultado de explotación bruto) positivo en 2022 con ventas cercanas a 700 millones de euros tras el rescate de 85 millones de euros de la Sepi y la nueva inyección de capital de 35 millones de sus dos accionistas, Springwater Capital, propietario del 80% del capital, y Royal Caribbean (20%). No obstante, el fondo de capital privado suizo sondea la venta del conglomerado turístico ante el interés recibido por parte de grupos competidores y tras siete años presente en el capital. En el año 2015, Springwater Capital tomó el control de Wamos cuando el grupo perdía 20 millones de euros. Con un plan de reestructuración y crecimiento meteórico que incluyó siete adquisiciones -frenado en seco a raíz de la crisis sanitaria-, cuatro años después, la compañía tocó techo con 1.300 millones de euros de ventas y ganancias de 30 millones de euros.
En 2022, el Grupo Wamos espera tener un 'ebitda' positivo con ventas cercanas a 700 millones
Tras sufrir con especial crudeza la pandemia y esperar 15 meses la ayuda estatal, varios grupos del sector e inversores financieros habrían realizado acercamientos a Wamos con el fin de abrir negociaciones y plantear una eventual operación de fusión con Nautalia.
En reestructuración
Por su parte, la siderúrgica catalana Celsa sigue inmersa en un plan de reestructuración instado por sus acreedores. El principal inconveniente que tuvo la Compañía Española de Laminación (Celsa) es que meses después de que el Gobierno aprobase el rescate, la empresa aún no ha visto ni un euro porque el Ejecutivo y la Sepi supeditaron la ayuda solicitada a un acuerdo entre la sociedad y los citados acreedores, que todavía no se ha producido. En el mes de octubre de este año la banca española extendió por tres meses las líneas de crédito firmadas por valor de 525 millones de euros. De este modo, los Rubiralta ganaron tres meses de margen, un plazo habitual cuando se trata de empresas en dificultades financieras, pues Celsa acumula una deuda de 2.775 millones de euros.
En el caso de Técnicas Reunidas y Tubos Reunidos solo hay especulaciones sobre posibles contactos con potenciales inversores. Así, en Técnicas Reunidas los rumores de mercado apuntan a que la compañía ha recibido acercamientos de potenciales inversores y fondos de inversión interesados en entrar en el capital como socios minoritarios, pero las discrepancias en precio y valoración habrían impedido de momento mayores avances. Según fuentes del mercado, Tubos Reunidos también está en el punto de mira de los inversores tras haber recibido 112,8 millones de euros del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas de la Sepi tras presentar un ambicioso proyecto de reestructuración, junto a un plan de inversiones de 60 millones de euros en un plazo de cinco años para blindar su viabilidad económica. El grupo está inmerso en el desarrollo del citado plan estratégico de cara a 2026 con el que abordará nuevos mercados y sectores de actividad, con especial presencia en energías limpias e hidrógeno para avanzar en el objetivo de descarbonización. Fuentes próximas a Tubos Reunidos han señalado no obstante a este diario que la compañía no está actualmente inmersa "en ningún proceso de búsqueda de socio" y añaden que "el grupo no tiene problemas de liquidez". Por último, las compañías Vivanta, el grupo de catering Mediterránea y la hotelera Blue Sea forman parte de la cartera del fondo Portobello Capital.
El reparto de la Sepi
El Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas de la Sepi ofreció, en concreto, ayudas por valor de 3.255 millones de euros. De las 73 candidaturas presentadas solo se aprobaron 30 operaciones. Los importes solicitados oscilaron desde los 25 millones concedidos a empresas como Blue Sea o Rugui Steel, hasta los 550 millones otorgados a Celsa, lo que implicó un 17% del total de la cuantía total. En este caso la ayuda se repartió a través de un préstamo ordinario de 269,5 millones y 280,5 millones adicionales en otro participativo que tuvo que ser autorizado por la Comisión Europea al superar el límite previamente fijado. El grupo está integrado por varias sociedades que no consolidan cuentas. Por su parte, empresas como Air Europa, Técnicas Reunidas, Ávoris Corporación Empresarial, Hotusa y la citada Volotea también recibieron importes de gran tamaño. La Sepi negoció cada una de las operaciones de forma individual.
Las ayudas públicas de la Sepi no han llegado con la misma rapidez a todas las empresas
No obstante, uno de los grandes problemas con las ayudas de la Sepi es que el dinero no ha llegado con la misma rapidez a todas las empresas. Esto ha provocado que sectores como el turístico sufran una situación financiera más deteriorada. Entre las 30 empresas que recibir ayudas públicas de la Sepi, 14 de ellas se encontraban en quiebra técnica a cierre de 2021. Así, Air Europa presentaba un patrimonio neto negativo de 659,8 millones de euros pese a que fue la primera en recibir el rescate. En concreto, 475 millones de euros repartidos en dos préstamos. Otras empresas en esta misma situación son la aerolínea Volotea, con un equilibrio financiero negativo de 159,9 millones pese a haber percibido 200 millones. Duro Felguera, que sumó 120 millones en el rescate, presentaba un equilibrio financiero negativo de menos 137 millones. Asimismo, la Sepi ofreció a Grupo Vivanta 40 millones de euros en ayudas públicas. La red de clínicas dentales presentaba a cierre de 2021 un patrimonio neto inferior a esta ayuda, en concreto, de 109 millones. Por su parte, Tubos Reunidos se situaba en menos de 94,8 millones pese a recibir una ayuda pública por valor de 112 millones. En el caso de Air Nostrum, los últimos datos disponibles reflejan que la compañía cuenta con un patrimonio neto negativo de 143 millones de euros.
El resto de empresas en quiebra técnica a cierre de 2021 son Grupo Wamos (-17,6 millones de euros), Plus Ultra (-14,3 millones)- la ayuda de 53 millones fue cuestionada por el calificativo de estratégica al volar únicamente a Venezuela-, Soho (-9,8 millones), Grupo Ferroatlántica (-5,3 millones), Grupo Abades (-4,1 millones), Imasa (-3,6 millones), Grupo Abba (-2,06 millones) y Eurodivisas (-1,61 millones). Entre todas las compañías suman 341 millones del total de ayudas otorgadas por la Sepi. Los datos revelan que, a 31 de diciembre de 2021, las ayudas estatales no habían logrado, de momento, salvar a las empresas del impacto del Covid. Los primeros repartos fueron cuestionados y despertaron sospechas de apuntar a criterios más políticos que económicos. No obstante, la Sepi logró superar esas discrepancias iniciales. Ahora, toca asegurar la devolución del apoyo financiero público.