
Las ayudas movilizadas por la Sepi para ayudar a las empresas a eludir las dificultades financieras provocadas por la pandemia del Covid-19 no están consiguiendo por ahora eliminar los números rojos del balance. El Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas aprobó 30 operaciones de las 73 que se presentaron, por un valor de 3.255 millones de euros.
Y el hecho es que las empresas rescatadas suman en el último ejercicio pérdidas por más de mil millones de euros, estando muchas de ellas incluso con patrimonio neto negativo a 31 de diciembre de 2021, lo que implicaría una quiebra técnica al incurrir en causa de disolución que quedó sin embargo suspendida.
Los importes solicitados fueron desde los 25 millones de euros de la operación más pequeña, hasta los 550 millones, siendo Celsa, Air Europa, Técnicas Reunidas, Ávoris Corporación Empresarial, Hotusa y Volotea las que recibieron un mayor importe. El problema de fondo es que el dinero no ha llegado con la misma rapidez a todas las empresas, con lo que su situación financiera se ha ido deteriorando con el avance de los meses, especialmente en sectores como el turístico.
La primera empresa en recibir la ayuda fue en 2020 Air Europa, por valor de 475 millones, a través de dos préstamos, un ordinario de 235 millones y otro participativo de 240 millones. Sin embargo, la ayuda de la Sepi no ha logrado que la aerolínea vuelva a tener un saldo positivo pues en 2021 obtuvo un resultado negativo de 304,36 millones.
Air Europa y los fondos
Air Europa está buscando ahora un caballero blanco entre los fondos internacionales que le permita seguir en solitario ante sus próximos vencimientos de deuda. En este sentido, como adelantó elEconomista.es, los Hidalgo están negociando con los estadounidenses Cerberus y Ares la concesión de un préstamo que podría alcanzar los 400 millones. Ambos podrían estar interesados en conceder a la aerolínea una parte del crédito en forma de financiación convertible, lo que supondría además arrinconar a IAG, que ya tiene un 20% del capital.
De las empresas presentadas, Celsa fue la que más dinero recibió, alcanzando el máximo posible de 550 millones, lo que supone alrededor del 17% del total de la cuantía otorgada. La ayuda se repartió a través de un préstamo ordinario de 269,5 millones y 280,5 millones más de otro participativo, que tuvo que ser autorizado por la Comisión Europea debido a que era superior al límite fijado. El grupo está integrado por varias sociedades que no consolidan cuentas.
Los problemas de Celsa
Las ayudas, de hecho, se articularon a través de la firma Barna Steel, que aún no ha presentado las cuentas del último año, pero que cerró 2020 con unos números rojos de 17,7 millones de euros. A la cabeza del grupo está, sin embargo, Compañía Española de Laminación (Celsa), que acabó el ejercicio fiscal de 2021 con un resultado negativo de 22,2 millones de euros, pero con patrimonio neto positivo. La siderúrgica catalana está pendiente ahora del órdago lanzado por los fondos acreedores, que plantean capitalizar hasta 1.291 millones de euros y hacerse con el 100% del capital, arrebatando el control a la familia Rubiralta.
El principal problema de Celsa es que tres meses después de que el Gobierno aprobase el rescate del grupo industrial, la empresa aún no ha visto ni un euro porque el Ejecutivo y la Sepi supeditaron la entrega de la ayuda solicitada a que hubiera un acuerdo entre la sociedad y los acreedores, que todavía no se ha producido.
Seguida muy de cerca va Técnicas Reunidas, a la que se inyectaron 340 millones de euros. Nuevamente las ayudas de la Sepi no fueron suficientes para mejorar las cuentas, pues la compañía incurrió en pérdidas de 192 millones en el último año. Asimismo, la cadena de hoteles Hotusa recibió 241 millones y sigue en números rojos con pérdidas de 47,8 millones en 2021. La aerolínea Volotea recibió una ayuda algo menor por parte de la Sepi, de 200 millones de euros, y muestra en su balance unos números rojos de 74,9 millones de euros.
Duro Felguera, en positivo
De las 30 compañías que recibieron ayuda de la Sepi solamente Duro Felguera consiguió cerrar el último ejercicio fiscal en positivo, con un resultado neto de casi 21 millones de euros que fue impulsado por una importante restructuración.
La empresa comunicó precisamente ayer que está "en una fase muy avanzada para la incorporación de inversores estratégicos privados con un proyecto de futuro y capacidad financiera", algo que, según dice, podría materializarse "próximamente" en una ampliación de capital. De momento, y a la espera de la firma de este posible acuerdo, Duro Felguera tiene un plazo de siete años para amortizar totalmente el préstamo recibido.
Del total de las empresas rescatadas, son 21 las que han recibido menos de 100 millones de euros. Entre estas compañías se encuentran Wamos, Hesperia, Plus Ultra, Eurodivisas, Vivanta, Isastur, Grupo Julià, Grupo Losán, Imasa y Ferroatlántica. Todas, en cualquier caso, han presentado resultado neto negativo durante el último ejercicio fiscal, aunque se debe resaltar el caso de Vivanta y Grupo Wamos, con pérdidas de 39,7 y 28,29 millones de euros respectivamente.
La aerolínea Plus Ultra, cuya ayuda fue cuestionada por el calificativo de estratégica al volar principalmente a Venezuela, registró unos números rojos de más de 20 millones de euros en el último año con cuentas presentadas.