Transportes y Turismo

La gran ciudad española que aún permite los patinetes en el Metro

Un patinete en una estación de Metro de Valencia.
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En las últimas semanas la mayoría de los grandes operadores ferroviarios de transporte público, como Renfe, pero también las compañías que gestionan las redes de Metro de grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Sevilla o Bilbao, han impuesto la prohibición de viajar en sus trenes con patinetes eléctricos. Sin embargo, aún hay una gran ciudad española donde es posible viajar con el patinete eléctrico en la red de metro urbana: Valencia. También en los tranvías de Alicante está permitido llevar estos vehículos individuales.

La red de Metro de Valencia (que incluye también varias líneas de tranvía) está gestionada por la empresa pública autonómica Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana, que también gestiona la red de tranvía del Tram de Alicante y la línea ferroviaria entre la capital alicantina y Denia. Una red que se creó a partir de la cesión de las antiguas líneas de vía estrecha (las de ancho métrico) al Gobierno autonómico tras el Estatuto de Autonomía.

Según explican desde la empresa pública valenciana, aunque se han realizado informes recogiendo tanto los pros como los contras de la posible prohibición como ya han aprobado otros operadores, lo cierto es que la medida sigue en estudio y a día de hoy los patinetes con baterías están permitidos. Es por ello que sigue siendo habitual ver a usuarios con estos vehículos en los convoyes tanto en las líneas subterráneas del centro de la ciudad como las que unen con distintas poblaciones del área metropolitana como Torrent, Mislata, Quart o Manises.

Una situación que contrasta con la de otros viajeros de la red de Cercanías de Renfe que une a otra parte de las poblaciones del área metropolitana con el centro y que sin embargo no pueden viajar con patinetes eléctricos desde el pasado 12 de diciembre. Una medida que la compañía estatal ha justificado por "la situación de peligro generada ante incendios de baterías que se han registrado en algunos transportes públicos".

Desde FGV apuntan que la decisión de la prohibición de estos vehículos también puede ser tomada por la Conselleria de Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio, de la que depende. El departamento autonómico podría adoptar una normativa que afecte a todo el ámbito del transporte público, por ejemplo también autobuses, como el que gestiona la propia Generalitat en el caso de Castellón y también denominado Tram.

Eso también afectaría a los servicios del otro gran operador de transporte de Valencia, la EMT municipal, que tras la prohibición en Renfe también anunció que estudiaba la posibilidad de impedir su acceso.

Dónde están prohibidos

Los patinetes eléctricos son uno de los grandes debates sobre movilidad que están afrontando las grandes ciudades. Cataluña fue una de las primeras regiones en dar un paso al frente después de la explosión de uno de estos dispositivos en el interior de un tren de Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña (FGC), que dejó tres personas heridas en noviembre del año pasado.

De hecho, en octubre la Autoritat del Transport Metropolità (ATM) de Barcelona anunció su prohibición de acceso de forma indefinida en el transporte público. Al respecto, la ATM apuntó que la actual regulación de estos vehículos "no aporta, hoy en día, las suficientes garantías de seguridad" para permitir su presencia en el transporte público.

Por su parte, Palma de Mallorca también hizo lo propio unas semanas más tarde y anunció que no podrán entrar estos dispositivos en el transporte público a partir del lunes 30 de octubre. En un comunicado, el área de Movilidad dirigida por el teniente de alcalde Toni Deudero, explicó que la medida se adoptó "por razones de seguridad debido al peligro que representan a bordo de los autobuses por su gran volumen y a los espacios que ocupan, que están destinados a sillas de ruedas y cochecitos de bebé".

Madrid anunció una medida similar a partir del 4 de noviembre y con carácter temporal en los autobuses de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT) e interurbanos y urbanos en otros municipios, así como en las instalaciones y vehículos de Metro de Madrid y los cinco intercambiadores de Plaza de Castilla, Moncloa, Príncipe Pío, Plaza Elíptica y Avenida de América.

Esta misma semana ha entrado en vigor la prohibición en los trenes de Metro de Bilbao y Euskotren en el País Vasco, mientras que en Sevilla se empezó a aplicar a finales de diciembre.

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