Tecnología

EEUU medita la tregua con Huawei ante el daño sufrido en suelo americano

  • La Administración Trump prevé suavizar la tensión ante la pérdida de negocio
  • Boris Johnson debate el futuro de Huawei en el mercado británico de las 'telecos'
  • Los perjuicios por el veto a la multinacional son mayores en EEUU que en China
Foto: Reuters

Como un tiro en el pie. Algo parecido comienza a convertirse el castigo que Estados Unidos viene infringiendo a Huawei desde el pasado marzo al dificultar el acceso a su mercado al gigante asiático. Por ese motivo, la administración Trump comienza a aflojar la presión que somete al grupo chino. De hecho, la situación comienza a reconducirse ocho meses después de que la administración Trump exigiera a las todas compañías estadounidenses un permiso específico para mantener actividades comerciales con la multinacional china.

Según ha desvelado el diario The Wall Street Journal (WSJ), el Departamento de Comercio de los Estados Unidos ha retirado las propuestas que endurecían las restricciones a las empresas interesadas en negociar con el mayor fabricante mundial de equipos de telecomunicaciones. Mientras que Huawei ha encontrado planes alternativos para seguir desarrollando su negocio y ofrecer los mejores servicios a los usuarios sin el concurso de las empresas, componentes y servicios de EEUU, en el país de Trump no parecen haber encontrado una fórmula eficiente para no echar de menos la tecnología de Huawei. En ese sentido, el primer ejecutivo de Huawei España, Tony Jin Yong, ya aseguró en una entrevista con elEconomista que "el mayor daño por el veto a Huawei lo tendrá EEUU".

Tras el análisis en profundidad de las consecuencias del veto al gigante chino, Estados Unidos ha empezado a comprobar que los daños internos son considerables. Por ese motivo, quizá ha llegado el momento de reconsiderar un veto y relajar las tensiones no sólo por el bien de Huawei, sino especialmente, por la prosperidad de numerosas empresas estadounidenses.

Según las mismas fuentes, el impacto en la pérdida de ventas y en la dificultad extrema para encontrar alternativas invita a reconsiderar la situación. Así, el Pentágono está preocupado ya que si las empresas estadounidenses no pueden negociar con Huawei, corren el serio riesgo de perder cuantiosos ingresos, recortando los fondos para la investigación y el desarrollo necesarios para mantener una ventaja tecnológica. Entre los sectores más dolidos por la situación con Huawei destaca industria de los microprocesadores, que durante los últimos meses han elevado sus quejas a la administración estadounidense.

En espera del Reino Unido

El presunto cambio de opinión de EEUU respecto a Huawei se produce en un momento especialmente oportuno, justo en la víspera que el Gobierno británico se pronuncie sobre las medidas a aplicar para combatir los presuntos riesgos de seguridad relacionados con el equipamiento de Huawei.

Hasta la fecha, Estados Unidos ha lanzado todo tipo de mensajes para influir en el Primer Ministro británico, con el objetivo de que Boris Johnson contrate las infraestructuras a otros jugadores del mercado ajenos a Huawei. Pero antes de pronunciarse sobre el asunto, Johnson prevé reunirse a lo largo de la jornada de este martes con los principales expertos en tecnología e inteligencia en el marco del Consejo de Seguridad Nacional.

El último ejemplo de esta guerra fría lo representa un reciente tuit del secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, quien propagó el siguiente aviso a navegantes: "La soberanía significa el control de los datos tanto como la tierra. Tenemos que decidir en qué estamos dispuestos a invertir y con quiénes estamos dispuestos a compartir nuestra tecnología. Los costos reales vendrán después si nos equivocamos y permitimos que Huawei maneje 5G".

Sin 'Plan B'

De parecida opinión se pronunció Mark Warner, vicepresidente del Comité de Inteligencia del Senado, quien indicó que "cada mes en que EE.UU. no hace nada, Huawei está preparada para convertirse en el proveedor global más barato, más rápido y más ubicuo del 5G, mientras que las empresas y trabajadores de EE.UU. y Occidente pierden participación de mercado y empleos".

A pesar de lo anterior, el reciente viraje del Pentágono en favor de Huawei deja abierto el escenario de forma esperanzadora para la compañía china y con todo el sector de la telecos pendientes del asunto.

Malestar de Huawei con WSJ

A finales del año pasado, Huawei denunció a través de un comunicado que el WSJ "ha publicado una serie de artículos falsos sobre Huawei", en referencia al camino emprendido por el grupo chino y los presuntos favores recibido del gobierno de su país para convertirse en lo que es actualmente. Dichas informaciones -añade la empresa china- "han dañado seriamente la reputación de Huawei, por lo que la empresa se reserva el derecho de emprender acciones legales para proteger su reputación".

En el mismo comunicado, la multinacional explicaba que "la relación de Huawei con el gobierno chino no es diferente a la de cualquier otra empresa privada que opere en China. Al igual que otras empresas tecnológicas que trabajan en China, incluidas las extranjeras, Huawei recibe cierto apoyo político del gobierno chino, pero nunca hemos recibido ningún trato especial. Nuestro capital proviene de nuestras propias operaciones comerciales y financiación externa, no de subsidios gubernamentales". Así, añade la firma, "en los últimos 10 años, el 90% de nuestro capital ha procedido de nuestras operaciones comerciales. A su vez, la financiación externa de Huawei cumple con todas las regulaciones del mercado, y nuestro coste de la deuda se alinea con los estándares del mercado".

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