Tribuna
- 17/09/2019, 19:31
17/09/2019, 19:31
Tue, 17 Sep 2019 19:31:58 +0200
Al ingresar en la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras de Barcelona escribí mi discurso, titulado Los déficit de la economía española. Debo subrayar aquellas cuestiones que ahora tienen especial relieve. Como entonces dije, siempre me causaron impresión unos párrafos de Karl Vossler, en su obra España y Europa: "Algo, por cierto, ha descuidado siempre la política española o no lo ha sabido entender nunca: la cuestión económica. Plena prosperidad económica no la ha gozado este pueblo ni cuando le pertenecía medio mundo en el siglo XVI y, en cambio, en la segunda mitad de ese siglo, tres veces hizo quiebra el Estado". Y después agregaba: "Como su mentalidad siente más lo maravilloso que lo material, en su obrar y querer tiene más valor la guerra que el trabajo constante, la aventura que el comercio, el poder que honra más que todas las riquezas". Dejando aparte que en el siglo XVII sí fuimos un país muy opulento, no como expone Vossler, sí tiene, más adelante, el contraste en muchas etapas de nuestra historia, y sobre todo, a partir de la Revolución Industrial.