Miguel Ángel Bernal Alonso
- 07/05/2016, 00:34
07/05/2016, 00:34
Sat, 07 May 2016 00:34:42 +0200
Mucho se ha venido especulando sobre el efecto que podría tener en nuestra economía el actual contexto político. La opinión generalizada es que este impasse en la formación de Gobierno, la irrupción de dos nuevos partidos emergentes quebrando el bipartidismo, el desafío soberanista catalán, así como los recelos que provoca Podemos, podría dañar nuestro crecimiento económico. No estamos pensando en términos de recesión, sino de una desaceleración del ritmo de crecimiento. Sin embargo las estadísticas parecen no dar la razón a esta visión. A través del Instituto Nacional de Estadística conocimos la previsión de crecimiento del PIB, que creció un 0,8% entre enero y marzo respecto al trimestre anterior, el mismo avance que en los dos trimestres precedentes. El hecho de que la economía haya avanzado al mismo ritmo que los dos trimestres previos, incluso la buena valoración relativa que se podría hacer de la EPA, ha dado lugar a una cierta sorna sobre la bondad de estar sin actividad política, más allá de las estériles y cansinos debates televisivos.