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El secreto para perder peso sin tener que comer menos ni practicar deporte, según investigadores españoles

Foto: iStock

Un grupo de investigadores coliderados por el Instituto de Investigación Biomédica (IRB) de Barcelona ha encontrado en animales el mecanismo para hacer frente a la obesidad sin tener que reducir la ingesta de alimentos: mediante la activación de la grasa parda.

El estudio, publicado en la revista Nature Communications, ha señalado que la neuritina 1, una proteína vinculada al sistema nervioso que también está presente en el tejido adiposo, actúa como "potente impulsor" del gasto energético y del metabolismo. Así, al aumentar los niveles de la neuritina se pudo ver que los animales quemaban más energía, previniendo así la acumulación de grasa.

A diferencia de los fármacos actuales para tratar la obesidad que suprimen el apetito, esta proteína aumenta la quema de energía gracias a la generación de calor mediante un proceso conocido como termogénesis. Esto se traduce en una reducción del aumento de peso, una mejor sensibilidad a la insulina y una menor inflamación del hígado, incluso en animales alimentados con dietas muy calóricas.

"Estos hallazgos apuntan a la Neuritina 1 como un candidato terapéutico prometedor para tratar la obesidad y sus afecciones asociadas, como la diabetes tipo 2 y la enfermedad del hígado graso, a través de un mecanismo que difiere de los enfoques actuales", ha subrayado la codirectora de la investigación Manuela Sánchez-Feutrie.

El vínculo con la obesidad

Con ello se demuestra también el vínculo entre la neuritina 1 y la susceptibilidad a la obesidad, lo que podría permitir una futura estrategia terapéutica. "El estudio presenta unos resultados muy prometedores en la investigación sobre cómo activar el tejido adiposo marrón en modelos animales, y su impacto en la regulación del metabolismo energético, de la glucemia y la inflamación hepática", ha declarado Jonatan R. Ruiz, director del Instituto Mixto Deporte y Salud (iMUDS) de la Universidad de Granada.

Cabe destacar, que por el momento esta investigación únicamente se ha llevado a cabo en animales, por lo que todavía es necesario comprobar sus efectos en humanos.

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