
En refrescos, galletas, cereales, bollos, pasteles… incluso, en carnes o salsas, entre otros muchos. El azúcar es uno de los alimentos más presentes en la mayoría de alimentos que consumimos hoy en día. Por ello, la dosis recomendada de menos de 50 gramos al día —idealmente no más de 25 gramos— es fácilmente superada sin apenas darnos cuenta, algo que puede tener efectos muy negativos en la salud.
El consumo excesivo de azúcar es un factor de riesgo para el surgimiento de múltiples problemas de salud como sobrepeso y obesidad, enfermedades del corazón, diabetes y caries dentales, entre otras muchas. Uno de los mayores problemas es que la mayor parte del azúcar que consumimos no lo hacemos de forma intencional, si bien nuestro organismo puede ofrecernos algunos indicios de que nos estamos pasando con esta sustancia.
Las señales
Según explica la doctora Lela Ahlemann a la revista Vogue, algunas de las señales de alerta más comunes son:
- Aumento de peso y sensación de no estar saciado nunca. Más allá de las calorías que aporta esta blanca sustancia, también eleva los niveles de glucosa en sangre a corto plazo, pero nunca llega a tener un efecto saciante prolongado en el tiempo. Esto es lo que hace que todo el rato estemos 'picando entre horas'.
- Problemas en la piel como el acné. El azúcar hace que nuestro cuerpo produzca de manera desmesurada hormonas que, al combinarse con la insulina, estimula a las glándulas sebáceas y la producción de grasa.
- Cambios constantes de humor. Más allá de la dependencia emocional que produce el azúcar, estos picos de glucemia dan lugar a grandes cambios de humor e irritabilidad, ya que dan lugar a un placer momentáneo que desciende bruscamente.
- Debilitamiento del sistema inmunológico. Los azúcares son absorbidos a través del intestino delgado, pero cuando exceden la cantidad que el organismo admite, pueden entrar en el torrente sanguíneo y provocar inflamación que debilita el sistema inmunológico.
- Mayor envejecimiento. Algunos estudios vinculan el consumo de azúcar con la formación de productos finales de glicación (AGES), lo que vuelve más 'rígido', quebradizo y propenso a la degeneración al colágeno, una proteína que contribuye a mantener la piel tersa.
Qué hacer para comer menos azúcar
Eliminar en su totalidad la ingesta de azúcar es algo casi imposible, pero sí podemos reducirlo significativamente a través de pequeños actos del día a día. Así, como bien todos sabemos, eliminar los ultraprocesados es un paso clave, manteniendo siempre una dieta rica en frutas, verduras y proteínas saludables. Por sorprendente que parezca, en ocasiones se confunde las ganas de dulce con la sed, por lo que mantener una buena hidratación es fundamental.
En cualquier caso, si andas algo perdido o perdida sobre qué alimentos son más o menos recomendables en tu dieta, lo mejor es consultar con un médico o nutricionista de forma que pueda orientarte de la mejor forma posible.
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