La clase social a la que pertenecemos, más allá de un asunto económico, tiene numerosas implicaciones en nuestra personalidad y en la forma en la que percibimos el mundo. Según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de julio del presente año, la mayoría de la población (42'5%) se considera de clase media y únicamente el 0'6% de clase alta.
Si bien esta percepción no ha estado exenta de polémica en los últimos años, puesto que algunos analistas consideran que se trata de una clasificación que "está en peligro de extinción". Aun con todo, desde la psicología afirman que la clase social a la que creemos pertenecer o que pertenecemos influye mucho en nuestra forma de ser.
Según explica el psicólogo Ginés Navarro-Carrillo al portal Ciencia Cognitiva, "las personas de clase baja tienden a percibir que las cosas que suceden a su alrededor dependen de fuerzas externas que escapan a su control, son más empáticas y compasivas, y muestran mayor inclinación a expresar conductas altruistas que las de clase alta".
La influencia del contexto
El contexto socioeconómico actual, basado en la incertidumbre, las amenazas constantes y la inestabilidad, hacen que vean las acciones que llevan a cabo, las oportunidades o las cosas que les suceden como una consecuencia de algo que ellos pueden controlar. Esto hace que, a diferencia de las personas de clase alta, sean más sensibles a las opiniones de los demás.
Por ello, las personas de clase alta gozan de un contexto mucho más positivo, además de tener una visión mucho más individualista. Esto es una combinación que hace que tengan la percepción de que pueden influir mucho más en el contexto.
Más empáticos y altruistas
En otro orden, esta posición influye también en emociones como la empatía, estando mucho más presente en las personas de clase media-baja. Al tener mucho más en cuenta las circunstancias del entorno, saben "identificar las emociones que sienten las personas con las que interactúan". Esto supone una estrecha vinculación con la emoción de la compasión, la cual está menos presente en las personas con mayor nivel adquisitivo.
En último lugar, "a través de una serie de estudios experimentales de laboratorio, encontraron que los individuos de clase baja eran más proclives a expresar diferentes tipos de conductas altruistas que los de clase alta, probablemente como estrategia para afrontar las condiciones amenazantes de su entorno".
Relacionados
- Qué significa despertarse varias veces en la madrugada, según la psicología
- Por qué es peor ser hijo único que tener hermanos: la psicología aclara todo sobre estas personas
- Cómo impactan las altas temperaturas en la salud mental y el estado de ánimo de las personas en España, según la psicología
- Las personas que se muerden las uñas incluso en vacaciones tienen estas características, según la psicología