
Uno de los principales problemas de muchos profesionales de la salud son las dificultades a la hora de emitir el diagnóstico de una enfermedad que comparte los síntomas con otras. Este es el caso del síndrome del intestino irritable y el cáncer de colon, dos patologías del sistema digestivo, pero de no diferenciarlas una de ellas puede llegar a ser mortal, según recoge el portal Times Entertainment.
En una primera fase, ambas pueden presentarse con síntomas similares como dolor abdominal, distensión y cambios en las deposiciones. En cualquier caso, el síndrome del intestino irritable es un trastorno crónico, mientras que el cáncer de colon es una enfermedad grave ocasionada por el crecimiento anormal de células en el colon o el recto.
Si se confunden el uno con el otro puede retrasar la aplicación de un correcto tratamiento, por lo que un diagnóstico oportuno permite una mejor evolución del paciente, por este motivo los médicos instan siempre a no dejar de lado las revisiones periódicas.
Las causas de cada una
Esta enfermedad no ocasiona daños en el colon, pero sí afecta al funcionamiento de los músculos y nervios intestinales. Entre las posibles causas está el estrés y la ansiedad, las intolerancias alimentarias, las infecciones o las fluctuaciones hormonales.
En cambio, el cáncer de colon surge a partir del crecimiento celular descontrolado por una mutación genética. En este caso algunos factores como la edad, una dieta rica en carnes rojas o procesadas, un estilo de vida sedentario, el tabaquismo y el consumo de alcohol, así como algunos antecedentes familiares pueden incrementar la probabilidad de sufrirlo.
Síntomas del intestino irritable
Los síntomas de esta enfermedad son crónicos y cíclicos, es decir, la persona que la sufre los mantendrá toda su vida y suelen aliviarse después de expulsar las heces:
- Calambres abdominales.
- Hinchazón.
- Exceso de gases.
- Diarrea y/o estreñimiento.
Síntomas del cáncer de colon
Los síntomas de este tipo de cáncer son más sutiles al principio y se hacen más evidentes a medida que el tumor crece. Entre estos destaca:
- Cambios constantes en los procesos digestivos, con diarrea o estreñimiento.
- Sangrado rectal o en las heces.
- Pérdida de peso inexplicable
- Fatiga constante.
- Dolor intenso en el abdomen y generalmente acompañado de una sensación de sentirse muy lleno.
Estos, a diferencia del síndrome del intestino irritable, tienden a empeorar con el tiempo y no están relacionados ni con la alimentación ni con el estrés. En cualquier caso, aunque ambas enfermedades pueden compartir síntomas muy parecidos, las diferencias son muy notables en cuanto a causa, gravedad y consecuencias a largo plazo.
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