El BCE mantiene sin cambios los tipos en el 4,5% actual. Tras diez alzas consecutivas es la primera vez que el eurobanco pulsa el botón de pausa en el encarecimiento del precio del dinero. Una medida necesaria ya que un nuevo incremento condenaría a la eurozona a una recesión más profunda de la que la mayoría ya anticipa para los dos últimos trimestres de 2023. El BCE tampoco acelerará la reducción de su balance, lo que supone un balón de oxígeno para la deuda de países como Italia. El organismo, por tanto, hace todo lo posible para no lastrar aún más la economía al tiempo que mantiene la lucha contra los precios con un tipos que seguirán altos hasta mediados del próximo año. La duda está en si será suficiente ante el impacto de la guerra en Gaza en la inflación.
