
Ya hace 2.300 años que Arquímides enunció uno de sus principios que ha llegado hasta nuestros días y que lleva su nombre. Es la clave que explica por qué, por ejemplo, el corcho flota: al ser más ligero y menos denso que el agua la fuerza ejercida hacia arriba por el agua es mayor que el peso del corcho.
Y de esto sabe mucho Sánchez y lo demuestra con la presentación en el Congreso este pasado 13 de Octubre de los Presupuestos Generales del Estado.
Estas son las cuentas de su supervivencia política personal. Con ellas se sube a un corcho e intenta sobrevivir los dos años que quedan de legislatura aún a riesgo para todos de acrecentar los desequilibrios territoriales, a riesgo de consumar una salida en falso de la crisis, y a riesgo de que vuelvan a suponer un lastre para la recuperación futura de nuestra economía.
Porque si estas cuentas tienen alguna definición es que nacen muertas. A partir de ahora en la Comisión de Presupuestos y en el Pleno del Congreso debatiremos unos Presupuestos que vuelven a estar basados, como los de 2021, en unos supuestos de partida falsos, inflados, mentirosos, de los que el tiempo nos volverá a dar la razón que no se cumplirán. ¿ Qué ha pasado en 2021? Si recordamos todos las cuentas en vigor, los voceros del Gobierno nos hablaban de un crecimiento del 9,8% del PIB. Un crecimiento que, tras la última corrección del PIB del segundo trimestre, con suerte alcanzará la mitad de lo augurado, y con unas cifras de déficit previstas del 7,7% que se superarán , así como no se alcanzarán las de empleo ni las de la mayoría de variables analizados en el Cuadro Macro.
En estos presupuestos de 2022 vuelven a repetir el mismo error, que no es tal si no una burda manipulación estadística. Se plantea un crecimiento del 7% que nadie cree. Ni el Banco de España ( 5,9%), ni el FMI ( 5,7%), ni el colegio de economistas ( 5,5%), ni Funcas ( 6,1%) por ejemplo se creen las optimistas previsiones del Gobierno. El consenso general es que las cuentas públicas presentadas están edificadas sobre pilares poco sólidos y que sin duda alejarán la recuperación de nuestro país, dejándola en el mejor de los casos en un rebote estadístico post pandemia.
Estas cuentas vuelven a ser las del déficit, con una previsión del 5% que aún dobla la cifra que alcanzamos en España en 2018 y que nos hizo abandonar con todo merecimiento y el esfuerzo de los españoles el procedimiento de déficit excesivo. La pandemia ha sido la excusa perfecta del gobierno socialista y comunista para abandonar la disciplina presupuestaria, superando ya el 122% de Deuda sobre el PIB, y para presentar unas cuentas con unas previsiones de ingresos que, como las de 2021, no se van a alcanzar pese a seguir insistiendo en las subidas fiscales que vienen de los presupuestos anteriores y a volver a incrementar impuestos a los españoles. Ha sido la excusa perfecta para presentar unos gastos inflados artificialmente por una variable exógena y no estructural como son los fondos europeos Next Generation y que ya han demostrado en 2021 comprometiendo ( que no ejecutando) únicamente el 5% de los previstos que volverán a ser incapaces de ejecutar en 2022 los 27.000 millones de euros que vuelven a presupuestar.
Y vuelven a ser unas cuentas que ahondan en las discriminaciones territoriales, en los agravios entre territorios. Para mantenerse sobre el corcho Sánchez ha presentado unos presupuestos que vuelven a castigar a Madrid con un 7,9% menos de inversión generando un agravio con Cataluña que incrementa sus inversiones del Estado en un 10,5% superando ya el doble de inversiones que en Madrid ( 2.430 millones frente a 1.151). No se trata de una batalla entre territorios, porque ni Madrid ni los madrileños están en eso. Se trata de una humillación constante hacia la capital de España por sus políticas liberales, esas que tanto molestan en el Gobierno, y contra territorios como Extremadura, mi tierra, en los que hay otro líder socialista subido a otro corcho al que no le importa que su región se hunda más y siga estando a la cola de las infraestructuras del país si a él le nombran Secretario de Política autonómica del Partido Socialista.
Estos agravios territoriales van más allá de agravios numéricos. El marco conceptual del sanchismo nos indica que para mantenerse en el corcho subido, aunque sea unos meses más, ya le va bien que los territorios discutan entre ellos. Por ello saca debates estériles como la ubicación de los nuevos organismos públicos del Estado. La descentralización para no hablar de lo verdaderamente importante. Y ese no es el camino. Hablar de concordia mientras tus hechos demuestran lo contrario es propio de este Presidente pero no de este país. Por eso unas cuentas que pretenden echar leña al fuego están desacreditadas por sí mismas, y por eso nos vamos a oponer.
No son las cuentas que necesita nuestro país, nacen caducadas y trataremos de pararlas. Es nuestro compromiso con España.