Un porcentaje significativo de analistas económicos y políticos, dentro y fuera de EEUU, cree que al haber ganado Joe Biden las elecciones americanas, entramos en un periodo de mayor estabilidad macroeconómica global. Sin duda, sabemos que los mercados financieros no suelen responder bien a la incertidumbre política y esto se ha puesto de manifiesto en las últimas semanas en las Bolsas.
Una vez certificada la victoria de Biden, muchos han pensado que EEUU mantendría un supuesto equilibrio y balance, entre las políticas liberales que pudiera llegar a impulsar la nueva administración demócrata (el Ejecutivo) y las políticas conservadoras que mantendría una parte del Congreso americano, en este caso el Senado, que seguiría siendo republicano. Sin embargo, ¡muchos no saben que este este equilibrio aún no se ha logrado, porque la mayoría republicana en el Senado no está asegurada.
El Congreso americano, se divide entre la Cámara de Representantes, donde el partido demócrata actualmente tiene mayoría, y el Senado, donde hasta ahora ha tenido mayoría el partido republicano. El Senado americano está compuesto por 100 Senadores (cada uno de los 50 Estados del país tiene derecho a dos senadores), y antes de las elecciones de noviembre, el partido republicano tenía 52 senadores y el partido demócrata 48.
El pasado 3 de noviembre, en algunos Estados, los americanos no solo podían votar por su candidato a la Presidencia, si no también por sus candidatos al Senado. En el caso del Estado sureño de Georgia, las leyes estatales exigen que el candidato ganador al Senado reciba más del 50% de los votos y aunque el 3 de noviembre los candidatos republicanos Kelly Loeffler y David Perdue recibieron un mayor número de votos que los dos candidatos demócratas, no obtuvieron más del 50%. Ha habido que hacer una segunda vuelta y las elecciones se celebraron esta semana y que ahora están en empate técnico, aunque con mejores visos para los demócratas.
Si los candidatos demócratas ganan estas elecciones, el Senado estaría dividido: 50-50. La ley dice que cuando hay un "empate" de votos en el Senado, el/la vicepresidenta sería la persona encargada de decidir el resultado. En este caso, a partir del día 20 de este mes, la vicepresidenta será la demócrata Kamala Harris. Por tanto, en las elecciones de Georgia se decidirá si todas las ramas de Gobierno en EEUU; el Ejecutivo, el Senado y la Cámara de Representantes van a ser de un mismo partido. La posibilidad de que esto ocurra, ya ha hecho que las Bolsas cayeran en EEUU el lunes.
Medidas fiscales
Muchas de las medidas económicas que fueron aprobadas e impulsadas por la Administración de Trump y por el Senado de mayoría republicana podrían ser derogadas, sin la existencia de un bloqueo con mayoría en alguna de las Cámaras. Se sabe que Biden quiere aumentar el impuesto de sociedades del actual 21% aprobado por Trump, al 29% (con Obama este impuesto era del 35%). También sabemos que eliminará otra serie de recortes de impuestos aprobados por Trump y aumentar el gasto público, entre otras medidas.
El entorno macroeconómico americano antes de la pandemia era envidiable - las tasas de desempleo más bajas de la historia, crecimiento continuo del PIB, máximos históricos en las Bolsas, independencia energética, renegociación del antiguo tratado Nafta (ahora Acuerdo de EEUU, México y Canadá), mejora de las condiciones de financiamiento con sus aliados en distintas organizaciones internacionales, entre otros.
Las consecuencias de las elecciones en Georgia, podrían hacer peligrar éstas y muchas otras medidas que han ayudado, no solamente a dar estabilidad y crear riqueza en EEUU, si no también a Europa y al resto del mundo. Por el bien de todos, esperemos que esta semana EEUU no pierda la oportunidad de seguir teniendo un sistema de gobierno equilibrado, con diversidad política y bipartidista.