Pérdidas generalizadas en las bolsas europeas en una jornada en la que el Ibex 35 ha conseguido salvarse por la mínima de las pérdidas. El selectivo español cerró con un tímido repunte del 0,07% tras cotizar entre un máximo de 8.929 y un mínimo de 8.835 puntos. Por su parte, los inversores negociaron 1.391 millones en todo el parqué.
A pesar de escapar de las caídas, la sesión estuvo protagonizada por cierta volatilidad. El índice de la bolsa española cotizó con caídas la primera parte del día y después giró al alza tras conocerse que el Gobierno británico tendrá que tener la autorización del Parlamento para iniciar el Brexit.
Los inversores anticipan que los legisladores moderarán las políticas gubernamentales y harán más improbable un "Brexit duro". Uno de los valores españoles que celebró esta decisión fue IAG, que avanzó 3,26%. La banca también cerro con alzas: Banco Sabadell (2,39%), CaixaBank (2,25%), Bankinter (1,99%), BBVA (1,21%) y Banco Santander (1,04%).
La volatilidad también viene alimentada por todo lo que acontece en EEUU. La incertidumbre que está generando la cercanía de las elecciones inquieta a los mercados, que aún analizan la decisión de ayer de la Fed de mantener los tipos.
Así las cosas, las subidas puntuales aún no son de fiar. Desde el punto de vista técnico, los expertos de Ecotrader apuntan que las bolsas europeas están esperando a Wall Street. Los principales índices norteamericanos cotizan por encima de sus soportes de corto y medio plazo, unos niveles desde donde podría formarse una reacción alcista.
Los citados analistas se refieren a soportes como son los 2.090-2.100 puntos del S&P 500, de cuyo mantenimiento depende que las bolsas europeas no prosigan con su corrección y no se ponga en jaque la tendencia alcista de las últimas semanas.
En la agenda del día, el número de parados subió en octubre en 44.685 personas respecto al mes anterior. Aún así, el total de desempleados continuó en sus niveles más bajos de los últimos siete años al situarse en 3.764.982 parados.
El Tesoro Público ha colocado 3.763 millones de euros en deuda a largo plazo de varias denominaciones, incluida una de obligaciones a diez años indexadas a la inflación, que ha sido la única que ha logrado reducir el interés.
Repsol obtuvo un beneficio de 1.120 millones de euros durante los nueve primeros meses de este año, lo que supone un aumento del 35% respecto a los 832 millones obtenidos en el mismo periodo del ejercicio anterior.