
El fuego del dragón chino está arrasando la rentabilidad que las bolsas mundiales acumulaban a lo largo del año. El Ibex 35 se ha convertido en el primer selectivo de la eurozona en claudicar y ceder a terreno negativo después de retroceder un 5,6% en una semana que concluye con todos los valores del índice firmando pérdidas. Estas van desde el 2,1% de Red Eléctrica hasta el desplome del 20% de Abengoa, convertida en un chicharro bursátil por las dificultades de cerrar una ampliación de capital de 650 millones de euros. Hasta diez valores del Ibex se encuentran en mínimos anuales y otros cuatro están a un paso de hacerlo, cinco de los cuales son bancos, con la sola excepción de BBVA y Bankinter. Banco Santander es el peor parado de los grandes títulos con unas pérdidas anuales del 20%.
"La corrección que nació en abril puede tener continuidad", asegura Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader, "está dentro", recalca, "de un contexto que sigue siendo alcista para las bolsas". Por aquel entonces, el polvorín griego había hecho saltar las alarmas mientras se fraguaba lo que, a día de hoy, lleva a pensar en una nueva recesión de la economía mundial. China sigue ofreciendo datos que apuntarían hacia una ralentización de su crecimiento después de que el viernes presentara el peor dato de manufacturas de los últimos seis años, un claro síntoma de las horas bajas que atraviesan sus exportaciones. La devaluación del yuan chino -hasta tres veces consecutivas en una semana- ha inyectado más volatilidad en el mercado de divisas motivando el desplome de monedas emergentes y llevando al euro a fortalecerse hasta recuperar la zona de 1,13 en su cambio el dólar americano.
La Reserva Federal ha retrasado la subida de tipos de interés en Estados Unidos -cuando el consenso de analistas esperaba que se produjera en el mes de septiembre la primera de ellas- confirmando que existe miedo real entre los agentes económicos a truncar la recuperación de las principales economías del mundo.
De manera inmediata, los inversores han buscado refugio en la deuda a diez años americana, cuya rentabilidad ha caído hasta bordear el 2%, mientras que el índice VIX (selectivo que mide el nivel de volatilidad del S&P 500) se dispara hasta niveles no vistos desde el pasado mes de diciembre, tiempos de crisis griega, y desde el crash delas bolsas del 15 y 16 de octubre del año pasado, cuando el Ibex marcó mínimos en los 9.669 puntos, un nivel del que se encuentra ahora a un 6%.
El petróleo, por su parte, cierra su octava semana consecutiva de caídas. Es la peor racha desde el año 1986, tanteando la zona de los 40 dólares el barril de West Texas (de referencia en Estados Unidos) y los 45 dólares en el caso del Brent europeo.
A lo largo de la semana el juego de los índices ha sido irse descolgando paulatinamente de sus soportes. Esto deja a la bolsa alemana y al Eurostoxx 50 a la puerta de soportes de relevancia como son los 10.000 puntos y los 3.150 enteros, respectivamente. En el mercado americano, el índice S&P 500 perforó también niveles importantes y vuelve ahora a fijarse en la zona de 1.950 puntos. Esto hace que tan sólo el selectivo tecnológico (Nasdaq) logre mantener las ganancias en el año, frente a caídas del 6% del Dow Jones.
Ante estos importantes recortes de los mercados, el índice Eco10, elaborado por elEconomista, aguanta en positivo en el año (0,79%), mientras que el selectivo Eco30 duplica la rentabilidad del Eurostoxx 50, con una subida del 6,7%.