Barcelona
En los últimos meses, he insistido en la importancia del Russell 2000, el índice de referencia para las pequeñas y medianas empresas en Estados Unidos. Mientras que el Nasdaq, el S&P 500 y el Dow Jones Industrial ya lograron recuperar los niveles alcanzados en 2021 -lo que he llamado un póquer de ases- el Russell 2000 sigue rezagado, con un potencial de remontada del 7% hasta esos máximos históricos de 2021. ¿Alguien duda de que no vaya a alcanzarlos? Yo no.
Para completar el repóquer de ases necesitamos que el Russell 2000 cruce esa barrera, y ese recorrido alcista del 7% es lo que alimenta mi optimismo. Hasta ahora, mi recomendación ha sido confiar en la sólida tendencia alcista de fondo, aprovechando las caídas que vimos en septiembre y agosto para comprar. Sigo insistiendo en que no habrá motivos de preocupación mientras no se pierdan soportes clave, como los mínimos de septiembre (que he denominado línea amarilla) y los de agosto (línea roja). Sin embargo, quiero añadir un nuevo nivel para vigilar en el corto plazo: los mínimos de octubre serán la nueva línea amarilla, los de septiembre pasarán a ser la línea naranja, y los de agosto mantendrán su estatus como línea roja.
Solo veremos debilidad y agotamiento comprador a corto plazo si los índices pierden esas líneas. Operativamente, la estrategia que sugiero es hacer lo que llamo el acordeón con la exposición, es decir, ir aumentando a medida que los precios siguen al alza y reducirla a medida que estos soportes fueran cediendo. Mientras eso no ocurra, mi intención es mantener una exposición alta a bolsa hasta que el Russell 2000 alcance sus altos de 2021. Una vez cumplido ese objetivo, considero que será el momento adecuado para recoger beneficios parciales, especialmente en aquellas empresas que han experimentado subidas verticales en las últimas semanas.
A mi parecer, el año podría darse por prácticamente terminado una vez que el Russell 2000 alcance esos niveles, lo que podría coincidir con la finalización de las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Este proceso ha llevado a las bolsas a una fase de calma y tranquilidad, pero hay que recordar que este estado no durará para siempre.
A la hora de buscar oportunidades, conviene destacar que en las últimas semanas son precisamente las compañías de pequeña y mediana capitalización norteamericanas las que están proporcionando grandes alegrías a los inversores. Esto ha beneficiado a muchas de las empresas disruptivas que he venido señalando desde hace un mes y medio en mis análisis, los mismos que he utilizado para construir una cartera con un horizonte de 25 años para mis hijos.
