
Este año ha sido el mejor de la historia de la banca española desde que existe el índice que engloba a las entidades del Ibex (el Ibex Banks), con un rebote cercano al 30%. Sin embargo, aunque esto será lo que a la larga quede en el recuerdo inversor, no hay que olvidar las turbulencias por las que pasó el sector durante el primer cuarto del ejercicio.
Varios bancos regionales de Estados Unidos vieron cómo las fuertes subidas de tipos depreciaron sus carteras de renta fija, que no fueron lo suficientemente líquidas para mantener su solvencia en un momento en el que el miedo crecía entre sus clientes, lo que conllevó varias quiebras que hacían surgir los primeros sudores fríos entre las corbatas de Wall Street al recordar lo que había sucedido hacía solo 15 años. Este miedo caló solo levemente en Europa, un mercado mucho más regulado en el sector en este sentido. Sin embargo, en el Viejo Continente hay una suerte de agujero en el medio, que se llama Suiza, con una regulación distinta y un gran banco, Credit Suisse, que abocado a la quiebra tras distintos escándalos y una fuga de depósitos que sus mayores accionistas no quisieron cubrir, fue vendido por unos 3.000 millones de euros a UBS.
Y, aunque se dijo y se repitió que este sería un caso aislado y particular en Europa, el hecho de que sus bonistas de nivel 1 (el riesgo más alto) lo perdiesen todo con sus CoCos hizo saltar las alarmas entre este tipo de inversores por todo el continente, que se lanzaron a vender este tipo de títulos de deuda incrementando así los diferenciales que el mercado exigía a los bancos para emitir sus bonos AT1 en un momento en el que el propio entorno de tipos ya lo estaba haciendo. El índice de CoCos europeos cayó un 20% durante esta crisis pasando del 7,8% al 15,4% de rentabilidad exigida. Desde entonces, el mercado se ha ido estabilizando y ya se sitúa, de nuevo, en la zona del 8,2%, proporcionando también un impulso a sus acciones, que también corriegieron entonces y se han recuperado hasta ahora.
"Muchos inversores de estos bonos pensaron que esta clase de activos había muerto después del hundimiento de Credit Suisse pero, contra todo pronóstico, 2023 resultó ser un año rentable para quienes mantuvieron la cabeza fría", explica Luca Evangelisti, gestor de CoCos de Jupiter AM. "La confianza de los inversores ha regresado y la nueva cosecha de bonos encierra potencial para generar elevadas rentabilidades durante los próximos años con unos cupones muy altos", agrega.
Desde un punto de vista fundamental, "a los bancos les va bien en un entorno de tipos elevados al conseguir mayores márgenes al cobrar intereses más altos a los prestatarios, siendo actualmente muy atractivos, con una calidad de los activos muy sólida", continúa. Si bien, el experto reconoce que "nos encontramos en los últimos compases del ciclo de tipos y probablemente veamos un deterioro de las carteras de préstamos durante 2024, un aumento de la morosidad que podría afectar a los bancos menos conservadores". Con todo, el experto concluye que "gracias a los altos niveles de capitalización de la banca europea y a las provisiones realizadas, están protegidos frente a una posible desaceleración de la actividad económica".
BBVA, en cabeza
En un ejercicio histórico para la gran banca, BBVA lidera las ganancias en bolsa entre las entidades españolas, con una subida de más del 45%. Las elecciones en Turquía –donde el banco tiene un alto porcentaje de su negocio– y la gran incertidumbre que derivó, penalizó las acciones de BBVA, pero conseguía reponerse de ese golpe. El resultado que el banco anotaba en España y México (5.961 millones de euros) en los primero nueves meses han sido una gran palanca para la firma.
Entre las noticias que han marcado el año bancario, y la más reciente, estáel cambio de sillas que anunciaba Bankinter hace unos días, que nombra a Gloria Ortiz como nueva consejera delegada y deja a María Dolores Dancausa como presidenta no ejecutiva en sustitución de Pedro Guerrero. En el año, es el único banco, junto con Unicaja –el más penalizado– que no logra ganancias en bolsa.
Con las vistas puestas en 2024, desde Barclays esperan que "los beneficios sean resistentes en 2024, impulsados principalmente por crecimiento interanual para los bancos que cubrimos de media, y las tendencias benignas de la calidad de los activos en España". Sin embargo, tras el buen comportamiento de las cotizaciones en 2023 de 2023, esperan una dinámica más moderada en 2024, "teniendo en cuenta los riesgos derivados de la de lo previsto y centrándonos en los beneficios de 2025, que también podrían verse afectados por la por el impuesto bancario español", finalizan desde la firma.