
En los mercados financieros también existen las modas, las tendencias y los fenómenos que se consolidan. La recompra de acciones propias que posteriormente amortiza la empresa es una forma de retribuir indirectamente a los accionistas que lleva años instaurada en Estados Unidos y que, de hecho, para muchas cotizadas estadounidenses es más importante que los propios dividendos en efectivo. Esta fórmula ha ganado muchos adeptos en el resto del mundo últimamente. Gran parte ha sido en Europa, y España no se ha quedado fuera. En la bolsa española, la amortización de acciones batió un récord en 2022 que ha tenido continuidad en el primer semestre de 2023 y que podría mantenerse gracias a los programas que ya han anunciado muchas compañías.
"El valor de los títulos amortizados por las cotizadas en la bolsa española, mayoritariamente integrantes del índice Ibex 35, se elevó un 333% anual en 2022 hasta alcanzar los 14.281,4 millones de euros", señala Bolsas y Mercados Españoles (BME) en un informe publicado el pasado viernes, en el que destaca que, en el primer semestre de 2023, "se observa el mantenimiento del alto ritmo de amortizaciones realizadas en 2022: son 7.122,4 millones de euros en acciones amortizadas en 2023 frente a 7.595,4 millones en la primera mitad del año 2022".
Las cifras no deberían frenarse aquí, puesto que muchas compañías españolas ya han confirmado planes de recompras y/o amortizaciones de acciones para los próximos meses, e incluso años. Son políticas muy flexibles y en algunos casos, como en el de la banca, les resultan útiles para realizar un equilibrio financiero reduciendo los fondos propios en un momento con grandes colchones de capital. En el Ibex, son al menos once las firmas que amortizarán títulos propios para retribuir en los próximos meses. Se trata de ACS, ArcelorMittal, BBVA, CaixaBank, Ferrovial, Iberdrola, Laboratorios Rovi, Repsol, Banco Sabadell, Banco Santander y Telefónica -también lo harán otras como Amadeus o Naturgy, pero por otros motivos-.
"Siderometalurgia, banca, petróleo y energía" fueron los sectores que llevaron a cabo más amortizaciones el año pasado, según datos de BME, y las empresas de muchas de estas industrias han revalidado nuevas políticas en este sentido bien para el resto del ejercicio o para los próximos años.
Más recompras de la banca
Los bancos españoles ejecutaron un giro a sus políticas de retribución al accionista a partir de 2021. Fue entonces cuando, después de haber cancelado sus dividendos por el Covid, anunciaron programas de recompras de acciones para amortizar durante 2022, apoyados en unas ratios de capital mucho más fortalecidas que les permiten ahora repetir esta estrategia. Así lo han comunicado en diferentes momentos CaixaBank, BBVA, Santander y Sabadell, como complemento a sus pagos en dinero en metálico.
Una de las últimas actualizaciones ha sido la de CaixaBank, que ya lo contemplaba en su plan estratégico. "La fortaleza de capital lleva a CaixaBank a anunciar un programa de recompra de acciones por importe de 500 millones (2% del capital), y se sitúa en camino para batir el objetivo planteado en el plan estratégico de distribución de 9.000 millones de euros entre dividendo en efectivo y programas de recompra de acciones", subrayan desde Renta 4.
Es una situación similar a la de BBVA, que con una ratio de capital de máxima calidad del 12,99% ha optado por anunciar en su presentación de resultados el objetivo de destinar otros 1.000 millones de euros a recomprar títulos propios en el tercer programa que llevará a cabo.
La política actual de Banco Santander es dedicar un 50% del beneficio a remunerar al accionista, siendo la mitad en efectivo y la otra mitad con recompras. Por su parte, Sabadell tiene activo desde principios de julio un programa hasta febrero de 2024 para amortizar como máximo un 10% del capital (incluyendo la parte que ya tenía en autocartera).
Otras empresas
Fuera de la banca, destacan las políticas de compañías de la bolsa española como ArcelorMittal o Repsol. En la acerera se ha consolidado el mix de entregas en efectivo y buyback. "Cuenta, desde nuestro punto de vista, con capacidad de generación de caja. Esto debe permitir mantener una sólida posición financiera (deuda neta/ebitda en torno a 0,5 veces) y una política de retribución al accionista vía dividendos y recompra de acciones", valoran positivamente desde Bankinter.
Repsol anunció a finales de julio una nueva ronda con la que prevé disminuir el capital en 50 millones de acciones. "De este modo, durante 2023 Repsol habrá reducido su capital social en un total de 110 millones de acciones, equivalentes al 8,3% de las acciones en circulación a 31 de diciembre de 2022", cuantifican en Renta 4, incluyendo el programa anterior.
Laboratorios Rovi también aprovechó la presentación de sus resultados trimestrales para comunicar, junto a una mejora de sus propias proyecciones, una recompra y amortización de acciones por valor de hasta un 5% del capital para remunerar al accionista. Su rentabilidad por dividendo (en efectivo) ronda el 2,7% para 2023.
Mucho mayor es la de Telefónica, que alcanza un 8,4%. La teleco, a diferencia del resto, no ha anunciado más recompras de acciones de momento, pero sí indicó en su presentación de las cuentas del trimestre que amortizará el 1,4% de su capital que tenía en autocartera a cierre del mes de junio.
El resto de compañías que amortizará acciones para reducir el capital en los próximos meses tiene como objetivo compensar el efecto dilutivo que suponen las ampliaciones realizadas para pagar a través de la fórmula del scrip dividend. Esta es la política que han seguido ACS, Ferrovial e Iberdrola en los últimos años y que continuarán a futuro. En Iberdrola, por ejemplo, el objetivo es mantener el número de acciones en circulación siempre en torno a los 6.240 millones.