Madrid
El cierre mixto de esta última sesión reflejó las dudas del mercado ante el escenario macroeconómico que se presenta. Los mercados se encuentran en un paréntesis que acota, por un lado, la evolución de los precios en EEUU y, por otro, la negociación del techo de deuda que amenaza con desembocar en una suspensión de pagos.
El IPC de abril en el país cayó por debajo del 5% por primera vez en dos años. Una buena señal para la renta variable ya que evitaría nuevas intervenciones de la Reserva Federal de Estados Unidos. Sin embargo, la noticia apenas levantó a la bolsa que teme una suspensión de pagos en Estados Unidos, que afectaría a la estabilidad financiera global, si no sale un acuerdo del Congreso en la cita que tendrá lugar en un mes.
Las principales referencias continentales, de hecho, se encuentran a la misma distancia de soportes que de resistencias, dejando la ecuación rentabilidad-riesgo en una zona poco atractiva para tomar decisiones en el mercado. Como ejemplo, el EuroStoxx 50 ha demostrado que podría encontrar serias dificultades para superar la resistencia de los 4.415 puntos que marca el estratega de Ecotrader, Joan Cabrero. Y es que al cierre del mercado de este jueves aún tiene una subida por delante del 3% para alcanzar esta referencia.
La zona de los 4.415 puntos ha sido el freno del principal índice europeo tanto en el ejercicio en curso como durante el año pasado. Y desde un punto de vista técnico es el primer objetivo a batir antes de buscar los 4.570 puntos en los que cotizaba el EuroStoxx 50 antes de la crisis de Lehman Brothers. Hasta este punto, el índice tiene un recorrido del 6,1%. Es ahí donde reside la falta de atractivo, dado que el soporte del EuroStoxx, según Cabrero, está a menos de un 7,5% de caída (en los 3.980 puntos).
Sin más subidas de tipos de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos, según baraja el mercado con los últimos datos de inflación, la bolsa global dependerá de la fortaleza que muestre la economía para no entrar en recesión. Y en este sentido, el bastión a vigilar en la bolsa europea sigue siendo el Dax alemán que ha soportado mejor las recientes caídas del mercado que sus pares. "Mientras el índice germano se mantenga sobre su primer soporte de corto plazo de los 15.690 puntos no habrá ningún signo de debilidad adicional en las bolsas europeas, que podrían tratar de atacar de nuevos sus altos del año, pero si pierde ese soporte podríamos tener un nuevo susto en toda regla", advierte Joan Cabrero.
El Ibex 35, por su parte, "sigue mirando de reojo a la tangencia con la directriz alcista que surge de unir los mínimos de octubre y de marzo pasados, que discurre actualmente por los 8.900/9.000 puntos", según el experto. Tras alejarse de esta trayectoria de manera puntual la semana pasada, en las últimas sesiones se ha vuelto a acercar a la misma, dejando también muy igualado el porcentaje que le separa de sus objetivos con el que le distancia de sus soportes: 10% frente a 7,4%, respectivamente. De nuevo, una ecuación rentabilidad/riesgo poco atractiva.
Y es que la amenaza en el caso del selectivo español sería ver una caída a los 8.500 puntos, donde está la zona de seguridad o soporte crítico de medio plazo, de cuyo mantenimiento depende que el índice mantenga sus opciones alcistas y que, de perderse, abre la posibilidad de presenciar severas correcciones. No obstante, desde Ecotrader se mantiene el objetivo de los 10.100 puntos del Ibex 35 que es la zona en la que cotizaba el índice español antes de que comenzara la crisis del coronavirus.