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La rentabilidad media de las mejores ofertas en depósitos a un año crece al 2%

  • El interés medio que paga el sector es de solo el 0,37%

A la espera de que la gran banca mueva ficha, el interés medio que paga el sector es de solo el 0,37%. Cifra que crece al 2% si se analiza la oferta de pequeñas entidades y bancos extranjeros.

Hubo un tiempo en el que España ofrecía los depósitos más rentables de toda Europa. Fue en 2008. Entonces la rentabilidad media del sector rondaba el 5%. La banca necesitaba financiación, y no podía obtenerla en un mercado que se cerró ante el estallido de la crisis de las hipotecas subprime, así que se lanzó a por el pasivo de los particulares, dando lugar a una guerra del depósito que terminó en 2011. Aquellos años dorados, en los que se podían obtener jugosas rentabilidades sin asumir riesgo, se acabaron a golpe de Real Decreto. La norma penalizaba aquellos cuyo interés superase el euríbor medio a un año, más 100 puntos básicos. Y fue efectiva porque su rentabilidad cayó en picado, hasta tocar suelo en el 0,01%, donde permaneció durante años. Pero en septiembre de 2022, tres meses después de que el Banco Central Europeo (BCE) pusiera fin a los tipos negativos, aparecieron los primeros brotes verdes.

El rendimiento más alto al que se puede optar hoy con un depósito a un año contratable directamente en una entidad es del 3,29%, que es el que ofrece BFF (antes Banca Farmafactoring). Tiene algunas peculiaridades, como que no admite cancelación anticipada, cosa que otros sí, habitualmente a cambio de una penalización, o que está adherido al Fondo de Garantía de Depósitos Italiano (FITD) en lugar de al español, aunque el importe garantizado es el mismo: 100.000 euros por depositante.

En cambio, el depósito más rentable sujeto al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) español pertenece a EBN Banco y, como el anterior, tampoco es posible cancelarlo antes de su vencimiento. En este caso, su interés a 12 meses se encuentra en el 2,55%.

En los dos se establece una cantidad mínima de inversión y una máxima a remunerar (ver gráfico), a diferencia de lo que sucede con el tercer depósito más rentable del mercado en el plazo de un año. Es el de Pibank y renta un 2,52%. Como el anterior, también está sujeto al FGD español al ser una marca comercial del Banco Pichincha.

Vuelven los movimientos

Después de años en los que la oferta en depósitos ha estado congelada, ahora rara es la semana en la que alguna entidad no mueve ficha. En esta última, ING, Openbank, el banco online del Grupo Santander o Banca March han mejorado sus ofertas. El primero ha aumentado la remuneración de sus depósitos a 12 y 18 meses del 0,75% al 1,05%, y del 0,95% al 1,25%, respectivamente. El segundo también lo ha hecho aunque solo para quienes aumenten su vinculación con el banco. La oferta base es del 1,75%, y se incrementa hasta el 2,75% para los clientes que domicilien la nómina, pensión, una prestación por desempleo o ingresos mensuales de 600 euros. En el caso de Banca March, hasta ahora ofrecía un 2% a 12 meses pero acaba de estrenar otro que brinda un 2,3% hasta el próximo 31 de mayo. Este depósito ofrece la posibilidad de cancelarlo en su totalidad en cualquier momento, en cuyo caso el cliente recibiría el importe del depósito más la retribución correspondiente al aplicar un tipo nominal del 1%.

Por qué la gran banca se resiste

La lista de entidades que remunera el pasivo a un año se completa con nombres como el de Targobank, Banco Caminos, Selfbank, Banco BIG, Banco Finantia o Triodos Bank (ver gráfico). La banca de mayor tamaño se mantiene al margen por ahora. Esta misma semana, José Ignacio Goirigolzarri, presidente de CaixaBank, manifestaba públicamente que, aunque es cierto que la banca tiene una gran liquidez, lo más probable es que, en los próximos meses, veamos un movimiento en la retribución de estos productos. Entidades como Renta 4 sitúan ese momento tan pronto como en el segundo semestre de este año.

Además de no necesitar liquidez, por las políticas expansivas de los bancos centrales que durante años han dado oxígeno a la economía europea, otra de las razones que dificulta a la banca remunerar su pasivo se encuentra en sus carteras de bonos, construidas con títulos con rentabilidades muy bajas, fruto de los años en los que los tipos también lo han estado. Según fuentes del sector, es necesario que estas se renueven, con deuda que ahora ofrece mayores rendimientos, antes de ver movimientos significativos. En cualquier caso, según cálculos elaborados por elEconomista.es acorde a fuentes financieras, la rentabilidad máxima que podría llegar a pagar la banca por sus depósitos sin dejar de ser rentable sería del 1,15%.

Desde que los tipos se situaron en negativo, en junio de 2014 y, por tanto, las entidades pagaban un peaje por depositar su dinero en el Banco Central Europeo (BCE), el sector se puso manos a la obra para impulsar otro tipo de producto que ofrecer al particular como alternativa a los depósitos, con los que pudieran obtener mayores rentabilidades. Y los elegidos fueron los fondos de inversión, que se han convertido en una pata fundamental de su negocio al aportar una porción significativa de sus ingresos a través de las comisiones. Según los últimos datos disponibles en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), de 2021, las gestoras ingresaron 3.500 millones de euros solo por esta vía.

A medida que los depósitos se extinguían, los bancos empezaron a canalizar el ahorro más conservador concretamente a través de los fondos mixtos. Un producto que varía su porcentaje invertido en bolsa y renta fija, y con el que, a diferencia del depósito, se puede perder dinero. Pronto se convirtieron en súper ventas. Desde el año pasado, en cambio, el regreso de la rentabilidad a la renta fija ha cambiado el tipo de producto que promueven las gestoras, que se centran ahora en los fondos con un objetivo concreto de rentabilidad y los de renta fija a vencimiento. La peculiaridad de estos últimos es que si bajan los tipos de interés no se beneficiarán de las plusvalías que puedan generarse, porque son a vencimiento y no se pueden vender sin tener que pagar una comisión.

Aunque la rentabilidad de las mejores ofertas en depósitos ronde el 2% de media, otro tipo de productos de corte también conservador ofrece rentabilidades más competitivas y que, por tanto, protegen mejor contra la inflación, que en marzo se contuvo hasta el 3,3%. Una letra a 12 meses es uno de ellos. En la última subasta se adjudicaron a un tipo medio del 3,29%. En este caso, el coste de la operación es una comisión relativamente baja que se mueve en el entorno del 0,15%. La próxima colocación de este tipo de deuda será el 14 de abril.

Otra posibilidad que equivaldría a guardar el dinero bajo el colchón son los fondos monetarios, que además de en letras españolas puede complementar la cartera con deuda pública de otros países. Su ventaja, como en el resto de fondos, es que no están sujetos a tributación hasta el momento en el que se reembolsa la inversión. Lo que hay que tener en cuenta a la hora de elegir uno son sus comisiones. Normalmente, los que cuentan con menos gastos son los que exigen inversiones mínimas más altas.

En busca de más rentabilidad

De todo el ahorro financiero de los españoles, la mayor parte sigue anclado en cuentas a la vista y efectivo, sin ninguna remuneración. La parte en depósitos a plazo fijo sí que ha ido bajando con el paso de los años. Las familias españolas guardaban hace diez años más de 424.000 millones de euros en depósitos a plazo fijo. Una década más tarde, esta cifra se ha reducido hasta los 82.800 millones de euros.

Una parte de ese dinero se ha ido directamente a cuenta corriente, pero otra parte significativa, la mitad, se ha canalizado hacia los fondos de inversión. Según el último informe anual de Inverco, los fondos de inversión españoles han conseguido suscripciones netas por valor de 173.000 millones de euros en estos diez últimos años, con datos a cierre de 2022. Este importe sería aún mayor si se incluyera el dinero que se ha canalizado también hacia los fondos de gestoras extranjeras. Durante este periodo, la tenencia de fondos de inversión por parte de los hogares españoles se ha triplicado, según Inverco, siendo este el mayor incremento de todos los países de la zona euro.

En los dos primeros meses de este año, lo que sí se ha visto es que las familias españolas han tratado de obtener más rentabilidad por su dinero. Según los últimos datos publicados en el Banco de España, entre enero y febrero han retirado 18.000 millones de euros, que deja el saldo en depósitos, cuentas a la vista y efectivo en los 986.200 millones de euros, frente al billón que se alcanzó en diciembre, una cifra no vista antes.

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