Los españoles ahorraron más durante la pandemia, sí, pero ese ahorro se canalizó, sobre todo, hacia activos que no ofrecen rentabilidad alguna. Según los últimos datos disponibles en Inverco, el ahorro en depósitos, cuentas a la vista y efectivo roza ya el billón de euros. Se trata de 990.000 millones de euros remunerados al 0%, que solo por el efecto de la inflación han perdido un 0,4% de su poder adquisitivo en los tres primeros meses del año -unos 3.900 millones de euros-.
El dinero que se concentra en estos tres activos representa ya más del 42% del ahorro financiero de los hogares españoles -la cifra más alta desde 2013, y dos puntos porcentuales más respecto a marzo del año pasado, cuando la pandemia sacudía con fuerza en todo el mundo o, traducido a dinero, 64.800 millones más, ver gráfico-.
Siempre han supuesto el grueso del ahorro, a diferencia de lo que sucede en otros países europeos, pero los españoles se refugiaron especialmente en ellos en un año convulso como 2020, incrementando sobre todo el efectivo y las cuentas a la vista, no los depósitos a plazo. Se observa en que solo el año pasado captaron 73.190 millones de euros, una cifra que únicamente ha sido superada en la crisis financiera de 2008. También en que solo éstos, junto a las IICs (donde se incluye a los fondos de inversión y a las sicavs) lograron flujos positivos -y los de las IICs fueron más reducidos, de 10.400 millones de euros-.
Hablemos de rentabilidad real
Según los últimos datos disponibles en el Banco de España (BdE), a cierre de febrero, los tipos de interés que ofrecen los bancos para nuevos depósitos y cuentas a la vista sigue anclado en el 0,01%. Pero su rentabilidad real -es decir, la que obtiene un ahorrador una vez descontada la inflación- es negativa.
"Las cuentas corrientes y depósitos en que guardamos nuestro ahorro tienen un agujero invisible por el que se escapa a chorros, más o menos copiosos, lo que con tanto esfuerzo acumulamos: los economistas lo llaman inflación y es el motivo por el que desde hace décadas ahorrar no es suficiente", ilustra Luis Alberto García, experto en formación financiera de Value School. En la práctica, a ese tipo de interés del 0,01% que uno recibe por un depósito o cuenta a la vista habría que restar un 0,4%, que es lo que han subido los precios en el primer trimestre del año.
Luis Alberto García (Value School): "De enero de 2018 a diciembre de 2020, la pérdida de poder adquisitivo por la inflación ascendió al 2,5%"
El impacto a largo plazo es mayor, a pesar de que en los últimos años la inflación se ha mantenido muy baja e, incluso, negativa durante algunos periodos. "De enero de 2018 a diciembre de 2020, la pérdida acumulada de poder adquisitivo ocasionada por la inflación ascendió al 2,5%", añade. A futuro, la previsión del consenso de mercado recogido por Bloomberg es que los precios repunten un 1,2% a final de año en nuestro país.
Pocos dan el salto a los fondos
Aunque los españoles sí reconocen la importancia de ahorrar, según la última encuesta de Educación Financiera y decisiones de ahorro e inversión publicada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), solo un 3% lo hace a través de fondos de inversión y acciones. Dentro de la estructura del ahorro financiero, el peso de los primeros ha ido subiendo con el paso de los años, hasta suponer ya el 14,8%, frente al 12,3% que alcanzaban hace cinco años.
De nuevo, las opciones más conservadoras dentro de los fondos son las que concentran mayor patrimonio de los españoles, a pesar de que las expectativas de rentabilidad para este activo permanecen bajas y su precio volátil a los movimientos de los tipos de interés. Cerca del 41% del dinero en fondos se encuentra en alternativas puras de renta fija o enmixtos de renta fija.
La inversión en bolsa baja
El peso de la inversión directa en acciones, sin embargo, ha ido cayendo a lo largo del tiempo. A pesar de que el inversor particular compró más acciones durante la pandemia, como señaló el regulador en octubre del año pasado, la inversión directa en acciones se redujo hasta el 11,5% el año pasado frente al 14,4% que suponía en 2019, según los datos de Inverco. Se trata del porcentaje más bajo desde, al menos, los últimos dieciseis años.
Aun así, Rodrigo Buenaventura, presidente de la CNMV, explicaba la semana pasada, durante un discurso, que "el porcentaje de tenencias directas de renta variable de las familias españolas ha sido tradicionalmente un 25% superior que el de la media de la zona euro (cifras medias en términos de proporción sobre el PIB y promedio entre el año 2016 y 2019)". España es un país donde la tradición de inversión directa en bolsa se ha mantenido históricamente, añadía, "probablemente, por el reducido peso de la inversión institucional en pensiones o seguros a diferencia de otros países de nuestro entorno".
