Definir un pronóstico de lo que viene no es tarea fácil en un escenario como el actual, con un mercado intranquilo por las consecuencias que tendrán los nubarrones en el sistema financiero. Las predicciones de las 24 gestoras y firmas de análisis consultadas por este medio así lo reflejan, con una clara división de opiniones entre los que piensan que la desaceleración de la economía es el escenario más factible tras los últimos acontecimientos mientras el otro 54% es más pesimista al señalar que la recesión o estanflación es la consecuencia más viable del turbio panorama.
Y es que el EuroStoxx 50 ha caído en este contexto un 3,6% que aún dista mucho del 42% que retrocedió el índice de media ante las principales situaciones críticas vistas en este milenio (como el desplome de Lehman, la crisis de la Burbuja puntocom o el Covid).
Sin embargo, para las bolsa todavía hay esperanza. Tras registrar unos primeros meses del año récords en cuanto a ganancias en muchas de las plazas europeas, un 83% de los expertos consultados cree que todavía no se han visto los máximos del año, frente a un 17% que considera que no se superarán las referencias ya conocidas. La confianza en los beneficios empresariales para este año es una de las palancas más repetidas.
Hay que remontarse once sesiones bursátiles atrás para encontrar el germen de la volatilidad y las grietas en la confianza de esta industria. La quiebra del banco californiano Silicon Valley Bank (SVB) despertaron los fantasmas del derrumbe de Lehman Brothers, que estalló en 2008 y se saldó con la peor crisis financiera global desde la Gran Depresión. Días más tarde, Europa vivía su drama particular con el hundimiento de Credit Suisse, posteriomente comprado por UBS por 3.000 millones de dólares. El nerviosismo continuaba alimentándose en la jornada de este viernes, con el desplome de las acciones de Deutsche Bank, que se hundían un 11% en bolsa mientras el riesgo de impago de su deuda subordinada se disparaba, arrastrando a otras entidades.
Hay quienes consideran que la desaceleración del crecimiento "ya está en curso", como recogen desde Capitalia Familiar, y que la economía se dirige más hacia la opción de la estanflación (inflación enquistada con poco crecimiento) dado que el riesgo de crecimiento estaría sesgado a la baja. El empeoramiento de las condiciones financieras es uno de los motivos señalados por los que creen que la recesión o la estanflación es un escenario posible. Así lo creen desde AndBank, que ven "mayores probabilidades de recesión consecuencia del empeoramiento de las condiciones financieras que frenará el crecimiento y resultaría deflacionista".
En Morawealth también se decantan por la recesión, aunque matizan que "posiblemente leve, en consideración de la fortaleza del mercado laboral en Estados Unidos". Sin embargo, desde la firma sí que apuestan por nuevos altos bursátiles: "Una posible futura pausa en la subida de tipos de interés por parte de los bancos centrales, podría ser un catalizador importante para un rebote bursátil". Para Buy & Hold, la recesión podría llegar a Europa a finales del año "a consecuencia de la fortaleza con la que se han endurecido las políticas monetarias y el progresivo agotamiento del ahorro de las familias".
Las subidas de tipos de interés son también el factor clave para barajar una recesión en Altair Finance que eliminaría la posibilidad de una recuperación de la bolsa europea: "El entorno macroeconómico no parece que vaya a ser propicio para ver recuperaciones importantes, especialmente en el sector bancario que pesa mucho en Europa", señalan.
Luis Buceta, director de inversiones de Creand Asset Management en España, se decanta más por un escenario de estanflación y/o recesión, lo que traerá "un ajuste en los márgenes empresariales y por tanto en beneficios. Los múltiplos que se pagan por este escenario son exigentes", apunta el experto, que ve poco probable que la bolsa supere lo visto ya en 2023.

Desde IG también se decantan por la recesión económica:"La inversión de la curva de tipos nos marca que el escenario más probable es una recesión, en este caso combinada con una alta inflación que debería ir remitiendo a medida que el consumo disminuya". Y el director de inversiones de A&G, Diego Fernández Elices, se postula a favor de la recesión, pero no sería tan grave como la anterior. "Pensamos que esta vez no es diferente. Lo que tiene que ocurrir, ocurrirá y la subida de tipos sin precedentes terminará en destrucción de demanda, mayores impagos y mayor desempleo. Nada grave, pero tiene que ocurrir y es sólo cuestión de cuándo", opina.
Esta tormenta financiera se suma a un escenario macro poco alentador y protagonizado por la -de momento- imparable subida de tipos de interés de los bancos centrales, que acaban impactando, en palabras de Joaquín Robles, analista de XTB, tanto en el crecimiento como en la inversión. "La economía está sufriendo una desaceleración desde hace meses, es posible que acabe en una recesión, pero teniendo en cuenta la solidez en el mercado laboral y en el consumo, podría ser más leve de lo esperado. Por este motivo pensamos que el escenario que más va a predominar es el de la estanflación", indican desde XTB. Y es que el debate está en si la ralentización de la economía es el primer paso hacia algo peor. Como ejemplo, desde Argenta creen que se podrá evitar la recesión aunque se produzca esta desaceleración, así como en Valentum Asset Management consideran que "deberíamos ver una ralentización" que no debería "desembocar en una crisis severa como en 2008".
Desde Singular Bank también vierten una visión más optimista, se decantan por una desaceleración de la economía y creen el techo de los índices europeos aún está por alcanzar. "Las bolsas europeas tienen unos niveles de valoración atractivos en un escenario de mejora de expectativas para 2024 que deberían empezar a recogerse en algún momento en los próximos meses. El riesgo de desaceleración en Europa es menor por la situación de solidez del sector financiero, recuperación de China y mejora de la crisis energética".
Una inflación persistente
Para CMC Markets, el escenario más factible es el de desaceleración con inflación alta. "La subida de tipos de interés tarda su tiempo en hacer efecto en la economía y, poco a poco, se está haciendo notar. Es cierto que la caída de las materias primas (energía y agrícolas) va a permitir que la inflación continúe bajando pero hay otros aspectos estructurales como el globalismo y el incremento del riesgo geopolítico que van a hacer difícil ver una bajada muy acusada de precios". Desde Banco Big apoyan el "aterrizaje controlado", o un escenario en el que se produzca una recesión técnica centrada en algunas geográficas, pero no global. El mismo "aterrizaje suave" argumentan desde Deutsche Bank, que indican que la desaceleración será una posibilidad.
"Las subidas de tipos está claro que están dañando el crecimiento, pero los altos niveles de empleo y una política expansiva deberían permitir el aterrizaje suave". En cuanto a la bolsa, también se agarran al optimismo y esperan ver nuevos máximos: "Hay mucha volatilidad pero no esperamos una caída de los beneficios demasiado grande en comparación con otros episodios de menor crecimiento, y las valoraciones están en niveles muy atractivos", finalizan.
La desaceleración también es el escenario más viable para Juan José Fernández-Figares, de Link Securities. Además, espera nuevo máximos anuales en el corto plazo: "Creo que en la segunda mitad del ejercicio se va a hablar mucho de bajadas de tipos de interés y eso va a facilitar que los índices recuperen lo cedido y marquen nuevos máximos anuales". Una opinión que también comparte el analista de Intermoney, Mariano Valderrama. "Creemos que las bolsas están cotizando en niveles muy exigentes para las perspectivas de beneficios en los próximos meses y que está más descontado lo bueno que lo malo. Pero aún queda mucho año y no podemos descartar que los índices revisiten los máximos del año, puntualmente, si surge alguna sorpresa positiva", según el experto. Y otro catalizador que podrá aupar a los mercados será la actividad china y la menor presión de los tipos que se descuentan, según Mirabaud.
Mientras, en Banco Sabadell consideran que la desaceleración actual puede tornarse en "riesgo de recesión a partir de finales de 2023" ya que los bancos centrales no podrán "reducir la inflación sin enfriar la economía". Aunque eso pueda eliminar la posibilidad de ver nuevos máximos en la bolsa Europea pero llegando cerca de los mismos, según la entidad. "Es difícil prever en la segunda mitad del 2023 un crecimiento sostenido", recogen desde Mapfre, aunque recuerdan que los máximos del año no están tan lejos.