Esta semana en la que enero dejará paso a febrero va camino de ser una de las más intensas de todo el año en lo que a referencias económicas se refiere. No solo coincidirán las reuniones de tipos de los dos grandes bancos centrales del mundo con el de Inglaterra.
También se conocerán las referencias de las encuestas PMI en China, EEUU y Europa, así como la inflación de enero en la eurozona, el crecimiento del PIB del cuarto trimestre del año en Alemania y el informe de empleo de enero en EEUU. Una semana, por tanto, que se presume clave de cara al futuro próximo de los mercados ya que habrá reacciones en divisas, deuda, bolsas y previsiones para los tipos de interés en las siguientes reuniones. Eventos que se unirán a la presentación de resultados que en España se focalizarán en las entidades financieras y fuera de sus fronteras con nombres como Pfizer, General Motors o Meta, entre otras.
Los últimos datos macroeconómicos del 2022 -presentados en las últimas dos semanas- apuntan a que la economía estadounidense e incluso la de la eurozona se encaminan a un 2023 de desaceleración y no de recesión. Pero la nota de corte la darán los presidentes Jerome Powell (Reserva Federal) y Christine Lagarde (BCE) ya que sentenciarán si la inflación se ha resentido lo suficiente como para levantar el pie del acelerador o si, por el contrario, aún deben ser más restrictivos a pesar de que eso enfríe aún más a sus respectivas economías.

A este lado del charco, el BCE todavía tiene faena por delante y el mercado está descontando que eleve los tipos en 50 puntos básicos de los 150 que todavía esperan de más hasta que toquen techo. Desde Allianz indican que "el mercado dispondrá de nuevos datos sobre la evolución de la inflación en la zona euro, de los que se debe desprender que continúa la tendencia a la baja". "La moderación de los precios de la energía ha llevado a una considerable reducción interanual de los precios de consumo, aunque esto aún no basta para que el BCE cambie el rumbo", agregan.
Otros datos de interés serán el PMI manufacturero, que seguirá en zona de contracción un mes más y, sobre todo, el dato de inflación, que se espera que en enero alcance el 9,1%, una décima menos que en diciembre. La subyacente, no obstante, se prevé que se quede en el 6,9% que ya marcó el mes pasado.
Por contra, en Estados Unidos todo parece indicar que la Reserva Federal tiene motivos para relajarse. En su caso, el mercado descuenta que el próximo miércoles se anunciará una subida de tipos de interés de 25 puntos básicos (hasta situar la referencia en el 4,75%). Un movimiento que implicaría un tono menos agresivo que en reuniones anteriores y que hace ver al mercado el techo máximo más cercano. De hecho, en Estados Unidos se alcanzaría el pico en el 5%, según Bloomberg y este mismo 2023 se vería la reducción de tipos.
Los datos macroeconómicos deben acompañar para que Powell cambie el tono de su discurso. De momento, la economía norteamericana sigue reflejando resiliencia a la coyuntura actual, como se vio en el crecimiento del último trimestre del año pasado. Y antes de conocer la evolución de los precios en Estados Unidos se dará a conocer la próxima semana la situación del mercado laboral al cierre de enero. Según Bloomberg, la tasa de desempleo volvería a subir al 3,6% (una décima por encima del dato de diciembre) lo que aleja el riesgo a la temida inflación salarial que tantas veces mentó Powell en su discurso.
Por la parte del mercado asiático se publicarán los datos manufactureros de enero en China, del que se descuenta una ligera mejora, una semana después de la celebración del Año Nuevo chino en el que permanecieron cerradas las bolsas nacionales. Y en Japón se publicará el PMI Compuesto adelantado que entrará de nuevo en zona de expansión gracias al sector servicios, según SelfBank.