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Transición energética y biodiversidad, temas estrella en inversión sostenible en 2023

  • Gestores, banqueros y asesores revelan sus temáticas clave en sostenibilidad
Turbinas eólicas junto a un campo de tulipanes. Foto: iStock.

El que está a punto de culminar no ha sido un buen año para casi ninguna clase de activo. La inversión sostenible tampoco ha sido capaz de esquivar las pérdidas, que han alcanzado los dos dígitos tanto en renta variable como en la fija. Pero es hora ya de dejar atrás un doloroso 2022 y de enfocarse en todo lo bueno que puede traer consigo 2023, un ejercicio en el que seguirán adelante los planes globales para alcanzar el net zero, con las oportunidades que esto puede representar para las carteras de los inversores. Visite el portal especializado elEconomista Inversión sostenible y ESG.

Alcanzar la neutralidad de carbono implica lograr que la cantidad de CO2 emitida a la atmósfera sea la misma que la que se retira por distintas vías. Los bosques y océanos son los dos grandes sumideros naturales (entre ambos atrapan el 54% de las emisiones, según WWF), pero hacia el cero neto también se puede avanzar a través de la denominada compensación de carbono, que consiste en equilibrar las emisiones mediante la reducción de CO2 en otro lugar. Esto puede conseguirse a través de las inversiones en renovables, eficiencia energética y otras tecnologías no contaminantes. Se calcula que lograr la neutralidad requerirá 3 billones de dólares en inversiones hasta 2050. 

elEconomista.es ha pedido a gestoras, entidades y asesores que revelen cuáles son para ellos las temáticas estrella en inversión ESG (la que aplica criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo) de cara al nuevo año, y ese camino hacia el cero neto es fundamental para todos ellos. 

Rosa Duce, Chief Investment Officer de Deutsche Bank España, explica que el gran tema general en ESG para la entidad, de cara a 2023, es la conservación de los recursos mundiales, cuya primera subtemática es la transición energética. Se trata de acabar con la dependencia mundial de las fuentes de energía tradicionales, emisoras de CO2, a través de "fuentes de energía de transición, que pueden incluir tecnologías muy consolidadas (como la hidroeléctrica), la mejora de tecnologías renovables existentes (como la solar y la eólica) y emergentes pero no probados comercialmente, como el hidrógeno verde, obtenido por electrólisis del agua mediante el uso de energías renovables", explica. Duce añade que el desarrollo de nuevas fuentes de energía seguirá siendo uno de los ejes clave de las políticas gubernamentales. 

Los otros dos subtemas en los que se enfoca Deutsche Bank son la utilización de los recursos terrestres y la economía azul. "La protección de la biodiversidad será una prioridad creciente; el incremento de la población y el uso intensivo de recursos en el desarrollo futuro (por ejemplo, en la producción de baterías para vehículos eléctricos o de hidrógeno verde) implicará la necesidad de realizar un mejor uso del agua, por ejemplo mediante su reciclado y desalinización", señala la CIO de Deutsche. Para  invertir en estas temáticas, cita fondos como el BGF Sustainable Energy, el BGF Circular Economy y el DWS Concept ESG Blue Economy. Lea también: La demanda de fondos de inversión en biodiversidad se disparará en 2023.

Acelerar la descarbonización

Por su parte, Jenn-Hui Tan, responsable global de inversión sostenible de Fidelity International, explica: "Pese a la decepción en los resultados que ha supuesto la COP27, creemos que la temática estrella en ESG, no solo para 2023, sino a largo plazo, será la aceleración de la descarbonización, que creará oportunidades de inversión sin precedentes al ser el cambio climático el mayor problema al que se enfrenta la humanidad". Le puede interesar: Las expectativas de éxito de la COP caen al 33%.

Este experto hace alusión a la Inflation Reduction Act, recientemente promulgada en EEUU, que contempla inversiones en seguridad energética y cambio climático por 369.000 millones de dólares para reducir las emisiones de carbono alrededor del 40% en 2030. "Se trata de una ley transformadora que creemos que acelerará espectacularmente las perspectivas de muchas tecnologías de descarbonización, como los vehículos eléctricos, el hidrógeno verde, la captura de carbono, las energías renovables y el almacenamiento de energía, entre otras". 

Jenn-Hui Tan cita ejemplos concretos de empresas para ilustrar que incluso las más contaminantes están tomando cartas en el asunto: "El gigante cementero alemán Heidelberg Cement ha desarrollado el primer proyecto de captura y almacenamiento de carbono a escala industrial del mundo en una planta de fabricación de cemento en la localidad noruega de Brevik, y la naviera danesa A.P. Moller-Maersk está acelerando la descarbonización de su flota y ofrece a sus clientes un transporte neutral en emisiones. La empresa anunció recientemente un pedido de otros seis grandes portacontenedores oceánicos con motores de dos combustibles que pueden funcionar con metanol ecológico", detalla el responsable de inversión ESG. 

Efectos de la guerra

Jorge González, responsable de análisis de fondos e investigación de Tressis, señala: "De cara al inicio de 2023, mantenemos en nuestro fondo de tendencias la presencia de compañías relacionadas con la alimentación, la agricultura y el agua". También se muestran muy positivos en sus carteras con los fondos centrados en transición energética. "La invasión de Ucrania ha puesto la seguridad de los flujos energéticos en el epicentro de las políticas de las principales economías del mundo. Se ha producido, además, después de años de inversiones escasas en el sector, que nos han dejado con poca capacidad sobrante de producción justo cuando la demanda se estaba recuperando de la pandemia. La respuesta de la UE se ha centrado en el acuerdo REPower que, entre otras cosas, exige unas mayores capacidades de energía renovable y eficiencia energética", añade.

González alude, al igual que Jenn-Hui Tan, a la ley Inflation Reduction Act, que resulta "muy positiva para la mayoría de los subsectores que poseen fondos como RobecoSAM Smart Energy Equities y Guinness Sustainable Energy, incluidos los productos de eficiencia energética, los proveedores de componentes para vehículos eléctricos, los fabricantes de módulos solares, los fabricantes de palas eólicas y los generadores de energía renovable. La capacidad nueva tanto de solar como de eólico en los próximos cuatro años se multiplicará por 2 y 5 veces respectivamente y las compañías domiciliadas en EEUU son las más beneficiadas", explica González.

Cuando hablamos de transición verde "no hablamos solo de la energía, sino también de todas las tecnologías e innovaciones necesarias para realizar un cambio del modelo productivo, y para tener una agricultura, una industria o unos edificios más sostenibles, por poner algunos ejemplos", afirma Eva Hernández, colaboradora de Efpa (la Asociación española de asesores financieros) en finanzas sostenibles. Dentro de esta temática "pueden surgir tecnologías novedosas, que merece la pena seguir, en áreas como por ejemplo la captura de carbono o el hidrógeno verde", explica. La sostenibilidad estará apoyada por la regulación de la Unión Europea, "y posiblemente las compañías cuyas actividades no vayan alineadas con ella serán castigadas con más impuestos y estarán sujetas a riesgo regulatorio", advierte Hernández.

Fondos cotizados 

En la parte de la inversión pasiva, Jordi Mercader, CEO de inbestMe, explica: "Un inversor comprometido con la ISR (inversión socialmente responsable) podría desear tener exposición a empresas que potencien las energías limpias o renovables, lo que habría sido una mala estrategia en el 2022 desde el punto de vista de rentabilidad; pero si realmente está comprometido debería prescindir de este factor y, más que nunca, seguir apostando por energías limpias. El hecho de que en 2022 no se hayan comportado bien debería ser incluso una razón adicional para invertir en ellas", enfatiza. Para posicionarse en ellos, Mercader hace alusión a los ETF (fondos cotizados) de más volumen listados en Europa, que son el iShares Global Clean Energy UCITS ETF USD (Dist) y el L&G Clean Energy UCITS ETF. 

"Adicionalmente, consideramos que un inversor que apueste de forma clara por la sostenibilidad debe empezar a considerar el tema de la biodiversidad", añade el CEO del roboadvisor. "Creemos que para el inversor más exigente en ISR tendría sentido redistribuir un 5% a energías limpias y estudiar durante el 2023 la incorporación de algún fondo o ETF orientado a la biodiversidad, a medida que la oferta de fondos o ETFs madure", detalla Mercader. Le puede interesar: ETF para engancharse a la inversión sostenible.

"Las nuevas alternativas de inversión indexada, a través de fondos o ETF, pueden suponer una oportunidad financiera para los inversores que busquen una alta diversificación de sus activos en torno a parámetros globales de sostenibilidad", apunta José Carlos Méndez, dircom de la entidad digital EVO Banco. Méndez destaca el papel acelerador de la tecnología vinculada a la sostenibilidad. "Estamos en un momento de profundo cambio en el ámbito socioeconómico, geopolítico o ambiental, y tecnologías vinculadas a inteligencia artificial, robótica y big data serán claves en retos como la transición y eficiencia energética, la explotación optimizada de los recursos naturales, contaminación, estabilidad de la cadena alimenticia, o bienestar social en campos como la educación o la salud", explica. 

Desde CaixaBank AM identifican, por su parte, cuatro grandes retos dentro del ámbito de la sostenibilidad que será necesario afrontar en los próximos años. Son la transición energética, la optimización de recursos (eficiencia del agua, residuos...); el bienestar social (hay estrategias focalizadas en el sector salud, empresas activas en el segmento educativo o estrategias que priman en su proceso de inversión la parte social) y el cambio climático. "Este último hay dos formas de abordarlo: con estrategias que inviertan en las soluciones para afrontarlo, y con aquellas que invierten en empresas que se están adaptando a él, por ejemplo, tratando de reducir su huella de carbono", señalan fuentes de la gestora, que destacan como vehículo de inversión para abordar estos retos su CaixaBank Selección Futuro Sostenible.

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