Los retrocesos que está experimentando la renta variable –un 13% en el caso de Wall Street y un 8,9% en Europa– y las pérdidas de doble dígito que deja la deuda tanto soberana como corporativa a nivel mundial han dejado a los inversores en 2022 sin el activo que elige la mayoría como refugio en momentos de incertidumbre.
Con la inflación, que ha pasado de ser un problema a un obstáculo que podría estar fuera de control y que ha obligado a los bancos centrales a actuar subiendo los tipos de forma agresiva, el mercado de renta fija se ha convertido en un terreno abonado para la volatilidad. Y este contexto ha desempolvado el concepto clásico de prima de riesgo, definido como la recompensa que obtiene un inversor que adquiere el activo con riesgo, como la bolsa, en vez de hacerlo en uno con menos peligro, como la deuda.
Y la pregunta que cabe hacerse ahora es: ¿compensa asumir riesgos en este nuevo contexto? Por un lado, hay que tener en cuenta que, en un momento como el presente, ni el alza de la inflación ni la guerra en Ucrania han alterado los planes de las empresas en relación con el reparto de dividendos, que sí se congeló en muchos casos durante la pandemia. Según los datos que recopila Janus Henderson Global Index, en los tres primeros meses del año, los dividendos mundiales se dispararon un 11% hasta los 302.500 millones de dólares y en términos subyacentes, el crecimiento fue aún mayor, del 16,1%.

Pero por otro lado, la rentabilidad de los bonos corporativos, que pierden un 10% en el ejercicio, empieza a acercarse, sin eclipsar, ala rentabilidad por dividendo de los índices. Y para muestra un botón. En Europa, tomando como referencia la rentabilidad por dividendo del Stoxx 600, en el entorno del 3,5%, frente al rendimiento que ofrece una cesta de bonos corporativos europeos con grado de inversión, en el 2,5%, el diferencial entre ambos activos se ha estrechado hasta situarse en un punto porcentual. Un nivel que no se alcanzaba desde 2012 (ver gráfico). El máximo spread se marcó en 2014 y fue de 400 puntos básicos.
Al otro lado del Atlántico, donde las rentabilidades por dividendo son menos atractivas, la brecha entre la rentabilidad por dividendo del S&P 500 frente a la deuda corporativa denominada en dólares se ha reducido en las últimas semanas y está por debajo de los 3 puntos.
Expectativa de rentabilidad al alza
La expectativa de rentabilidad para esta clase de bonos se ha incrementado sustancialmente en el año, al pasar, según las estimaciones que recoge Bloomberg, del 0,76% esperado para el corporativo europeo a cierre de 2021 al 2,52% de hoy; y del 2,33% previsto para el americano al 4,17% actual.
"Los bonos corporativos están teniendo nuevamente cierto atractivo debido a que los diferenciales de crédito vuelven a estar sobre las medias históricas, si bien es cierto que hay que tener precaución con la manera de elección", afirma Diego Morín, analista de IG. "Además", prosigue este experto, " es una manera de evitar los momentos de volatilidad y tener más rentabilidad de cara al largo plazo".
En opinión del equipo especialista en crédito de Abrdn, las perspectivas económicas a corto plazo para los bonos corporativos con grado de inversión son bastante difíciles a día de hoy, sin embargo, destacan los sólidos fundamentales, "lo que sugiere un riesgo crediticio contenido". Según estos expertos, "ayudados por la recuperación económica mundial posterior a la crisis del Covid-19, los márgenes de beneficios netos se sitúan cerca de máximos históricos, la liquidez sigue siendo fuerte y la capacidad de pago de la deuda es casi la más sólida desde finales de la década de 1990".
¿Cómo sacar partido a este activo? Vía fondos, el Nordea 1 - European Covered Bd Op BC EUR es el vehículo que mejor se comporta en 2022, con una rentabilidad del 1,5% con datos a 24 de mayo, según Morningstar, entre los productos de renta fija corporativa en euros a la venta en España y que ofrecen el dato de inversión mínima. Les siguen, con pérdidas de entre un 4% y un 5% en el año, el MS INVF Euro Corporate Bd - Dur Hgd Z, el Gestifonsa RF Euro Cartera FI, Crediinvest SICAV Fixed Inc Euro I1 EUR y el Schroder ISF EURO Corp Bd C Acc EUR DurH. Consulte todas las categorías de fondos de inversión.
Continuando con la renta fija, para Félix Lópex, socio director de ATL Capital, estamos cerca de "un punto de inflexión", aunque todavía pueda haber más caídas: "Después del mal comportamiento que llevamos observando este año, la clave de los inversores es si ya estamos en el punto final o si se van a ver mejorías. Creemos que en el recorrido al alza de los tipos de la parte corporativa puede haber algo de subida, y que en la deuda soberana o diferenciales de crédito puede haber rebajas de crecimiento, pero todavía le puede quedar algo de ampliación. Lo que pensamos es que el principal sufrimiento del mercado corporativo ya se ha producido, y que puede empeorar algo más antes de que mejore", expresa.
Ignacio Victoriano, director de inversiones de Renta Fija y uno de los participantes del encuentro Investor's Day 2022 de Renta 4 que se celebró esta semana, "las expectativas de cara a los próximos meses han mejorado. Los inversores en renta fija llevan un año complicado, pero, con la liquidez que tenemos invertiremos a tipos superiores a los que encontrábamos a finales de 2021". Así pues, Victoriano reafirmaba que "es posible aprovechar las oportunidades de inversión para el inversor conservador".
Revisión al alza de los dividendos
Por el lado de la renta variable, dentro del Stoxx 600 europeo hay 41 compañías que, de acuerdo a las previsiones de FactSet, brindan rentabilidades por diviendo por encima del 7%. Entre los pagos más atractivos, con una rentabilidad de doble dígito, están los de la transportista danesa AP. Moller - Maersk, la siderúrgica sueca SSAB, la minera Rio Tinto, la constructora Perssimon y la española Merlin Properties.
Dentro del S&P 500, Lumen Technologies, Altria, Coterra Energy, Vornado Realty y Simon Property también ofrecen rentabilidades de más del 6%.
Según Janus Henderson, en los últimos cinco años, los cinco sectores más importantes del mundo en cuanto a reparto de dividendos han sido los de banca, petróleo, farmacia, telecomunicaciones y seguros. Las mineras ocuparon el séptimo lugar durante todo el lustro, pero el año pasado escalaron hasta la tercera posición. "Ahora está claro que continuarán teniendo un papel relevante en los repartos de 2022, ya que podrían llegar a distribuir más de 100.000 millones de dólares por primera vez en la historia. Tanto los precios del petróleo como los de los metales se han disparado tras la invasión rusa de Ucrania, lo que mantendrá el crecimiento de los dividendos en estos sectores por el momento".
La bolsa está en niveles atractivos
La resonada caída de los indicadores americanos no se ha reflejado aún en el ánimo de los analistas, y el S&P 500 se compra actualmente más barato que la media de la última década. Esto quiere decir que los expertos no han deteriorado, por el momento, la previsión de beneficios para 2022 de la plaza americana.
El indicador cuenta con un PER (veces que el beneficio se recoge en el precio de la acción) de 17,49 veces frente a las 18,44 veces de media de los últimos 10 años. Así, respecto al precio medio de las dos últimas décadas, el S&P 500 está solo un 4,6% más caro que entonces, cuando se compraba, de media, a 16,71 veces. Lo mismo ocurre al otro lado del charco, donde las principales plazas continentales se compran, sin excepción, más baratas que la media de las dos últimas décadas. Aunque los descensos en los parqués europeos no están siendo tan acuciantes como en Wall Street, –donde ya hablamos de mercado bajista en el caso del Nasdaq, con pérdidas superiores al 20%–.
Sin embargo, los beneficios empresariales siguen resistiendo bien el chaparrón, y el índice europeo se compra actualmente a 12,9 veces, frente a las 15,4 veces de los últimos 10 años y las 13,9 de las dos últimas décadas. El Ibex 35 sigue esta misma tónica de abaratamiento, aunque es el único índice europeo, junto al británico, que ha conseguido remontar el año y ya registra un avance del 2,5%.
En cuanto a la inversión en renta variable en un entorno tan complicado como el actual, Javier Galán, director de inversiones de Renta Variable de Renta 4 Gestora, señalaba en su intervención en el encuentro Investor's Day 2022 que "son muchas las variables que afectan a la renta variable a corto plazo, pero a medio plazo se difuminan". "La inversión quality, la selección de aquellos valores que tienen elevados márgenes, nos ofrecen buenos retornos en el largo plazo y poco endeudamiento. En 5-10 años, la única variable que nos debe preocupar es la capacidad de las compañías que tenemos en cartera en nuestros fondos de generar más beneficios", añadía el experto.
Así, respecto a la eterna pregunta de dónde hay que estar invertidos, en tiempos tan convulsos como el actual, David Cabeza, responsable de Análisis de Renta Variable y gestor de fondos, respondía en la misma cita que "en tendencias". "Históricamente, el inversor doméstico invierte en compañías españolas o europeas, pero en las megatendencias se seleccionan a los líderes mundiales de estas grandes fuerzas que transforman la sociedad". En este sentido, Cabeza señalaba la salud, tecnología, ciberseguridad, consumo o medioambiente como los principales sectores de inversión hoy en día.