
"14 años esperando el autobús y, de repente, todos llegan a la vez". Es lo que opinan desde Bank of America sobre la situación actual de la banca europea. ¿A qué se refieren? Los tipos de interés apuntan a cerrar el año en los 75 puntos básicos, las revisiones de los beneficios son al alza y, para más inri, los multiplicadores a los que cotiza el sector siguen descontando escenarios mucho más adversos. En definitiva, un nuevo panorama se ha abierto y el mercado todavía no lo reconoce ensimismado, como está, en una posible estanflación en Europa debido a la guerra. La consecuencia de todo ello es que la banca española volverá a ser rentable por primera vez desde el año 2010.
Esto implica batir el coste del capital que, tradicionalmente, se ha fijado en el 10% aun a pesar de que los tipos llevan en niveles suelo desde 2016. Los analistas prevén que las seis entidades cotizadas españolas alcancen un ROE (retorno del capital, en sus siglas en inglés) del 10,5% ya este año. Y eso que el incremento de su materia prima, el dinero, no comenzará a drenar hacia abajo en la cuenta de resultados hasta bien entrado 2023, si las perspectivas se mantienen.
"Los bancos son una fábrica que produce depósitos a coste cero. Esta factoría no ha sido rentable desde hace mucho tiempo, pero, de repente, los tipos de interés podrían regresar al 2%-3% relativamente pronto. ¿Y qué han hecho las acciones bancarias? Caer. Incluso con revisiones al alza de los beneficios. Y su PER está en mínimos de la última crisis, a 8 veces/ganancias a doce meses vista. De alguna manera, los mercados han pasado directamente a estar preocupados sobre lo que serían 'demasiadas subidas de tipos'. Pero no deben perderse la gran foto: la fábrica vuelve a funcionar de nuevo con la subida de los tipos", sostienen desde Bank of America sin género de dudas.
Christine Lagarde será la primera presidenta en más de una década -dejando de lado el trichetazo de 2011- en dar un volantazo a la política monetaria y subir los tipos de interés, de manera constante y moderada en el tiempo, según las previsiones. Desde 2008, cuando la crisis de Lehman Brothers provocó un seísmo en la economía mundial, no se había producido algo similar. Por aquel entonces, el precio del dinero en la zona euro estaba en el 4,25%. De ahí pasaron al 1% en 2009, y desde 2016 se han mantenido en el 0% hasta la fecha. El mercado descuenta un primer incremento por cuenta del Banco Central Europeo de la facilidad de depósito en la reunión de julio. Y no se descartan hasta cuatro subidas en el conjunto del año, desde el -0,5% al 0,25%. Y esto da alas a un sector que aspira a volver a niveles de 2010, cuando su ROE medio se encontraba en el 12% y venía de casi el 18% preLehman.
Santander y BBVA se apoyarán en Latam, Reino Unido y EEUU para aumentar sus ROEs
De media, los analistas confían en que los cuatro grandes bancos españoles estén por encima del coste del capital ya este año. Bankinter, líder indiscutible del sector, alcanzará, según Bloomberg, un ROE del 11,7%, seguida del 11% de Santander, el 10,8% de CaixaBank, y el 10,2% de BBVA. Pero cuidado porque las previsiones, a veces, engañan, y ya en 2021 a cierre la entidad que preside Carlos Torres logró el mayor retorno sobre el capital de la banca, con un 11,4%. En el caso de los grandes, fuentes del sector reconocen que lo lograrán, pero será gracias a su exposición a países donde los tipos de interés llevan años dando alas a su negocio. En el caso de Santander, con un RoTE del 7,38% en España en marzo, la esperanza está en tasas del 10,9% de Reino Unido (donde ya han subido tipos), el 12,5% de Norteamérica; el 14,7% de México o el 21% de Brasil.
Cuestión diferente es el panorama previsto para Banco Sabadell, con un 5,6% (su objetivo en 2023 es del 6%); y para Unicaja, con un 2,7%. La entidad catalana acaba de presentar un ROE para el primer trimestre del año del 5,27% y, teniendo en cuenta que podría ser de las más beneficiadas por una subida de tipos dada su exposición a pymes e hipotecas, no se descarta que pudiera revisar al alza su propio plan estratégico.
Pero hasta que la subida de tipos sea una realidad, el sector mira de reojo al impacto que la inflación pueda tener en el bolsillo de los consumidores, ante un posible repunte de la mora o una ralentización en la firma de hipotecas por la subida de tipos. Lo que sí es un hecho es una política de retribución media del 6% ya este año, basada, en parte, en las recompras de acciones que suman un total de unos 6.800 millones de euros entre BBVA -la mayor de Europa en menos tiempo, se cierra en noviembre-, Santander y CaixaBank -última en anunciarlo-. Y los buybacks son un suelo importante para sostener la cotización.
En junio el séptimo banco cotizado podría dar un paso al frente, Ibercaja. Y la previsión de tipos al alza es un viento favorable para su valoración, que podría acercarse más a los 2.000 millones de euros, frente a los 1.000 justos que se pagaban por ella cuando hizo el primer intento (frustrado) a finales de enero.
Cotizar sin descuento
El sector bancario nacional cotiza con un descuento medio sobre el valor de sus fondos propios del 40%. Pero podría tener los días contados siempre y cuando el mercado se ciñese a una regla básica que vincula la rentabilidad que una entidad obtiene de su capital sobre su coste, que se fija, por defecto, en el 10%.
Si el sector, como se espera, volviera a retornos del 10% esto implicaría, en términos bursátiles, dejar atrás una cotización que por décadas asume descuentos muy abultados sobre lo que pone en sus libros. En el caso de Santander, BBVA y CaixaBank implicaría un potencial alcista medio del 60%, y devolvería a la entidad cántabra a los 5,3 euros por acción, a BBVA a los 6,8, y la catalana a 4,45 euros. Bankinter es la única firma que ya cotiza con cierta prima, a pesar de haberse deshecho de la 'joya de la corona', Línea Directa, hace justo un año. En el caso de Unicaja y Sabadell esta hipótesis aún no se contempla, con ROEs del 5,6% y 2,7% previstos para este año.