
En las primeras semanas de gran propagación del coronavirus, hablamos de finales de febrero de 2020 y comienzos de marzo, el sentimiento general era que el mercado se había derrumbado por completo. Nos enfrentábamos a un parón de la actividad sin precedentes que dejó a muchos por el camino y que ni ahora, dos años después, ha concluido del todo.
Por eso ahora hay que tener cautela en bolsa, pero también habilidad para aprovechar una ocasión que puede ser única. Ni mucho menos hemos visto lo peor de esta crisis bélica y eso ha quedado patente en la pérdida de soportes que hemos visto este viernes y que cambia el escenario de corrección a mercado bajista; de ahí la cautela y la reducción de exposición a bolsa. Pero tampoco tiene por qué ser una crisis generalizada ni de oferta ni de demanda para todo el mundo ya que en la mayoría de los casos la exposición a Rusia se queda solo en los precios de las materias primas y la energía que pagamos, que no es baladí tampoco.
Realmente la gran repercusión para la economía mundial es que el crecimiento que ya venía dándose no supere las altísimas tasas de inflación que ya veníamos acumulando y que la guerra en Ucrania va a exagerar todavía más, provocando probablemente un panorama a corto plazo de estanflación. Un ojo en Ucrania y otro en los bancos centrales, que se enfrentan al debate de atajar el aumento de los precios con los tipos de interés, reduciendo el apoyo a una economía que puede necesitarlo o mantener el apoyo y rezar para que la inflación nos perdone. El primero, este mismo jueves, el BCE se reunirá para ver qué hacer ante esta nueva situación.
Semana fatídica
Las pérdidas esta semana han provocado que los principales índices europeos hayan perdido los soportes críticos que separan una corrección de un mercado bajista que podría causar descensos adicionales de hasta un 20%. En la que ha sido, por tanto, la peor semana desde el desplome del Covid, en marzo de 2020, el EuroStoxx (SX5T.ST) se ha dejado un 10%, en línea con el Dax y el Cac, mientras que el Ibex (IBEX.MC) ha cedido un punto menos desde el lunes.
"Se cierra una semana fatídica para las bolsas europeas, en las que finalmente se ha perdido el soporte crítico que les vengo sugiriendo vigilar de los 3.600 puntos del EuroStoxx 50, del que dependía que no se abriera la amenaza de asistir a un mercado bajista en el que sufrir caídas adicionales de hasta el 20% que podrían llevar a la principal referencia europea a buscar niveles donde cotizaba antes de las primeras vacunas contra el Covid, concretamente en la zona de los 2.900/3.000 puntos", explica Joan Cabrero, asesor de Ecotrader. "La pérdida de los 3.600 puntos invita, por tanto a reducir la exposición a bolsa o a cubrir posiciones hasta alcanzar niveles del 20-30%, lo cual supone tener una liquidez alta para cuando detectemos un suelo desde donde las bolsas traten de reconstruirse", concluye.
Ante este panorama el verdadero refugio lo está proporcionando Wall Street. Tan solo el Nasdaq 100 pierde más de un 2% esta semana, un 2,77%, frente al 1,5% y el 1,6% que retroceden el S&P 500 y el Dow Jones.
La energía, el refugio de los inversores
Una vez más, los inversores han encontrado el refugio a la volatilidad en las empresas energéticas y farmacéuticas. Esta semana, valores comoSiemens Gamesa (GAM.MC), Pharma Mar y Cellnex Telecom han representado los mayores avances, del 9,04%, 6,89% y 2,88%, respectivamente. No obstante, tan solo cinco compañías han conseguido salvar sus posiciones en positivo esta semana. El resto cerró en números rojos.
Una semana más los bancos se llevan la peor parte, pues de entre las principales caídas cinco corresponden a entidades bancarias. Entre ellas, el gran varapalo se lo ha llevado el Banco Sabadell <:SAB.D.MC:>, que ha perdido un 21,75% de su valor esta semana. Pese a ello, gracias a su buen comportamiento en bolsa en enero, el valor logra avanzar cerca de un 8% en 2022. A su retroceso le siguen los de IAG y CIE Automotive, del 17,81% y el 17,03%, respectivamente.
Otro de los colchones salvavidas para los inversores han sido, de nuevo, los bonos. La deuda estadounidense a 10 años se acercó a una rentabilidad del 1,72%. Además, las agencias S&P Global Ratings, Moody's y Filtch rebajaron la nota de solvencia de la deuda soberana de Rusia a la categoría de bono basura.
La energía sigue siendo uno de los máximos beneficiarios del conflicto ruso-ucraniano
En el mercado de divisas, el eurodólar se ha resentido gravemente esta semana. El viernes sufrió su mayor descenso en dos años, del 1,3% y esta semana pierde un 3,07%, situándose en los 1,09 euros el dólar. El rublo continúa con su ruta bajista registrando nuevos mínimos históricos. Esta semana cae un 32,33%, la peor caída en la historia de la divisa, y ya se cambia a 0,008 rublos el dólar. La grivna ucraniana firma en la semana un retroceso del 1,53%, el peor desde marzo de 2021.
La energía sigue siendo uno de los máximos beneficiarios del conflicto ruso-ucraniano. En el petróleo, el barril de Brent, de referencia en Europa, avanza un 16% esta semana y supera los 113 euros, situándose en niveles máximos de 2014. El gas, que rondaba el viernes a un precio de 204 euros, se anota un 123% esta semana, una subida nunca vista que sitúa a la cotización en máximos históricos. El oro también se suma al carro de los vencedores y hace avanzar a su cotización un 3,8% esta semana. Con este recorrido la materia prima se encuentra ya en niveles de agosto de 2021 y a menos de un 5% de los máximos históricos de agosto de 2020.
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