Este podría ser el año de los 'halcones'. Son muchos los bancos de inversión que han jugado en los últimos días con el léxico para intentar crear frases ingeniosas con el endurecimiento monetario que se avecina: 'Llega el gran vuelo de los halcones', 'halcones on, risk off', 'la suelta de los halcones'... son algunos de los titulares de informes y notas. Con la inflación en máximos de las últimas décadas, la economía creciendo y creando empleo, este 2022 podría ser una suerte de fiesta para los defensores de la política monetaria restrictiva (tipos más altos y menos estímulos). Sin embargo, la fiesta de los halcones puede poner en riesgo otra celebración: la de los mercados.
El Banco de Inglaterra abrió la veda con una subida de tipos de interés en diciembre. Ahora se espera que el resto de bancos centrales de las economías desarrolladas hagan lo propio, con la excepción de Japón y quizá la Eurozona, donde el BCE sigue negando la cercanía de una subida de tipos, aunque el mercado diga lo contrario. Lo cierto es que estos primeros 'picotazos' de los halcones ya han causado movimientos claros en los bonos y alguna rabieta en las acciones. La rentabilidad de los bonos ha subido con fuerza, mientras que las bolsas han sufrido turbulencias que hasta la fecha han quedado solo en un susto.
El interés que pagan los bonos se ha incrementado. Por ejemplo, en el caso de Europa, desde la última reunión del BCE (se anunció una reducción notable de la compra de deuda) el rendimiento del bono español a 10 años ha pasado del 0,3% al 0,66%, sube el interés y cae el precio.
En el caso del bono americano, desde que la Fed anunciase una aceleración de la retirada de estímulos (menor compra de deuda neta y una reducción real del balance más temprana), la rentabilidad ha pasado del 1,37% al 1,78% actual. Esta tendencia se ha visto acelerada tras la publicación de las actas de la Fed, que mostraron un tono más agresivo. Algunos bancos como Goldman Sachs ya hablan de cuatro subidas de tipos en EEUU en 2022, llegando la primera en marzo.
¿Qué pasará con las bolsas?
¿Cómo puede afectar esto a las bolsas? Desde BCA Research comentan que las actas de diciembre "han reforzado el giro agresivo de la Fed y generado un escalofrío en Wall Street el pasado miércoles. Como era de esperar, la venta masiva de acciones estuvo liderada por sectores sensibles a los tipos de interés. La pregunta a la que se enfrentan los inversores en el futuro es si las acciones están en riesgo este año, ya que la Fed normalizará su política monetaria".
"Nuestro equipo de asignación de activos demuestra en un estudio que, aunque las acciones generalmente corrigen como respuesta a la primera subida de tipos de la Fed, la caída es, en última instancia, fugaz", aseguran los economistas de BCA Research.
En el caso de Europa, los analistas de Citi han publicado este lunes una nota en la que llegan a conclusiones similares: "Las acciones europeas pueden tambalearse con la primera subida de tipos en EEUU. Sin embargo, la historia revela que se han recuperado después para registrar ganancias del 10% en el año siguiente a las tres últimas subidas de la Fed. Los sectores cíclicos suelen superar a los defensivos", añaden los expertos del banco americano.
Normalmente, unos tipos de interés más altos dan 'alas' a los bancos, aseguradoras y otras firmas relacionadas con el sector financiero, que muestran gran sensibilidad positiva con los tipos de interés, que a la postre son la 'materia prima' con la que trabajan. Al fin y al cabo, el sector financiero es el gran 'acreedor' de la economía, canalizando el ahorro en inversión. Sin embargo, las firmas más endeudadas (los deudores de la economía) pueden sufrir con un alza del precio del dinero.
Las subidas de tipos llevarán a unos rendimientos nominales más altos en los bonos. Cuando esto ocurre se pueden buscar valores seguros en entornos de subidas de tipos de interés. Los expertos de Citi aseguran que "los valores cíclicos europeos superan a los defensivos cuando aumentan los rendimientos de los bonos estadounidenses. Los bancos, los automóviles y los seguros tienden a liderar, mientras que el cuidado de la salud, el cuidado personal, las utilities, alimentación y bebidas quedan rezagadas".
¿Y si esta vez es diferente?
Siempre existe el riesgo de que esta vez sea diferente. Desde BCA Research creen que no se puede descartar un escenario distinto al de las últimas décadas dados los elevados niveles de deuda (sufrirán con las subidas de tipos) y la fuerza con la que parece haber despertado la inflación. "Estos resultados benignos probablemente dependan de la inflación, que hoy es significativamente más alta que durante los últimos cuatro ciclos de alza de tipos. Si la inflación disminuye a medida que la actividad económica se normaliza este año y las interrupciones de la cadena de suministro se moderan, la Fed no se verá obligada a ajustar su política de forma agresiva".
Sin embargo, "si como esperan nuestros estrategas de mercados emergentes, las expectativas de inflación elevadas desencadenan una espiral de precios y salarios, entonces una inflación más alta podría hacer que la correlación entre acciones y bonos se vuelva negativa. Nuestro equipo ve en la segunda mitad de la década de 1960, cuando la relación entre acciones y bonos se volvió negativa en medio de una alta inflación, como un marco de lo que se puede esperar en el futuro. Este escenario perjudicaría a la renta variable".
No obstante, la opinión global de BCA Research (más allá de sus estrategas de mercados emergentes) sigue siendo que la inflación se moderará este año. Aunque la normalización de las políticas monetarias podría inducir a mayor volatilidad y turbulencias, por lo que "anticipamos retornos de un solo dígito de la renta variable estadounidense este año. Mientras tanto, estaremos vigilando las expectativas de inflación a largo plazo para controlar si se desanclan y, entonces, amenacen con desencadenar una espiral de precios y salarios", sentencian estos expertos.
Por otro lado y yendo más allá de EEUU y Europa, hay que tener en cuenta las diferencias entre unas regiones y otras. Los mercados emergentes han reaccionado tradicionalmente muy mal al endurecimiento monetario en EEUU, tal y como advierte el FMI en una nota recién publicada.
Unos tipos de interés más altos en la primera potencia del mundo suelen será una amenaza para los activos emergentes, puesto que el capital tiende abandonar a estas economías para buscar la rentabilidad que ofrecen ciertos activos (renta fija) en EEUU. La ecuación rentabilidad/riesgo cambia totalmente cuando la Fed sube los tipos de interés. En los emergentes pueden sufrir tanto las divisas, como la deuda y las acciones.