Christine Lagarde ha iniciado su carrera como primera presidenta del Banco Central Europeo (BCE). En una de sus primeras entrevistas ha querido recalcar que no solo será la primera mujer en este cargo, sino que también será el primer 'búho', en alusión al choque dentro del Consejo entre 'halcones' y 'palomas', ella prefiere ser un híbrido para poner paz en el órgano de mando del instituto monetario.
En una entrevista concedida al medio alemán Die Zeit ha explicado que no quiere ser encasillada ni como 'paloma' ni como 'halcón'. En la jerga monetaria se califica como 'palomas' a los defensores de los tipos de interés bajos y los estímulos monetarios. Por el contrario, los 'halcones' (habituales en los países acreedores netos y con elevadas de tasas de ahorro como Alemania, o Países Bajos) defienden una política monetaria más restrictiva, con unos tipos de interés altos y menores estímulos. Unos tipos más altos desembocan en mayores ingresos por intereses para los países acreedores, mientras que suponen un mayor pago para los países deudores netos, como es el caso de España, Portugal o Grecia, por ejemplo.
Lagarde ha querido tomar una posición intermedia (aunque se le ha acusado de 'paloma' en varias ocasiones). Estos términos proceden de las calificaciones anglosajonas dovish y hawkish, que se utilizan con frecuencia en la prensa técnica de la Reserva Federal de EEUU o en el Banco de Inglaterra para definir a los miembros que toman las decisiones de política monetaria.
Lagarde ha comentado que el búho es su animal favorito: "Yo seré un búho. Son animales muy sabios". Lo cierto es que este ave es una rapaz igual que los halcones, que además tiene garras y caza pequeños roedores y reptiles. Otra característica de estos animales es que son de hábitos nocturnos. Sin embargo, la intención de Lagarde era la de mostrar una posición intermedia que ponga paz dentro de un Consejo de Gobierno fracturado entre los defensores de los nuevos estímulos anunciados en septiembre y los que preferían esperar a tener más información sobre el devenir de la economía en la zona euro.
Alemania será uno más
Por otro lado, Lagarde ha recalcado que Alemania es sólo uno más de los 19 países de la zona euro y el Banco Central Europeo necesita que todos ellos estén "a una" con sus decisiones sobre política monetaria.
Alemania representa alrededor del 25% del PIB de la zona euro, por lo que la posición de sus representantes en las instituciones europeas parecen tener un mayor eco. En el caso del BCE, Jens Weidmann, representante germano en el Consejo de Gobierno, ha sido uno de los miembros más críticos con las bajadas de tipos de interés y las compras masivas de bonos en el mercado secundario.
"Alemania es importante, pero es uno más de los 19 países de la Eurozona", ha declarado Lagarde al diario alemán. "Sí, una gran economía, pero todos los miembros tienen que estar a una."