
Aún no es oficial, pero todo hace indicar que la inflación en Alemania se va a situar cerca del 2%, según se desprende de los datos regionales que se han ido publicando dentro del país. Este dato de IPC anual se va a situar "muy cerca, pero debajo del 2%" que señala literalmente como objetivo el Banco Central Europeo y que desde Alemania se mira con especial atención. Una suerte de 'número mágico' que el BCE estable como idóneo para el avance los precios. Este miércoles se conocerá el dato de IPCA en la zona euro.
Desde la hiperinflación que sufrió el país durante la República de Weimar (1920), los alemanes prestan especial atención (demasiada según algunos expertos) a los precios. No sería la primera vez que desde el Bundesbank alemán se pide un endurecimiento de la política monetaria del BCE antes incluso de confirmar que el alza de precios es sostenido en el tiempo y cuenta con fuerzas subyacentes (no solo externas y temporales).
Analizando los resultados de la inflación de varios Estados regionales, la inflación alemana en marzo se situó en el 1,7% interanual, frente al 1,3% de febrero. Sin embargo, el índice armonizado de precios (IPCA), más relevante para la formulación de políticas del Banco Central Europeo, aumentó hasta el 2%, desde el 1,6% de febrero. En España se ha publicado el IPC de marzo con un alza del 1,3%, por encima de lo previsto por los expertos.
El IPC usa una cesta con bienes y servicios que tiene una ponderación diferente al IPCA, que es la cesta construida por Eurostat, la agencia de estadística de la Comisión Europea. Aunque ambos indicadores son relevantes, probablemente el BCE preste más atención al IPCA (armonizado con el resto de la zona euro) y el Bundesbank alemán mirará más de cerca el IPC general, cuyas ponderaciones estarán más adaptadas a los patrones de consumo de los alemanes.
Sube la energía
"La mayor aceleración de la inflación alemana se debe principalmente al aumento de los precios de la energía. Además, no se debe olvidar que estos números todavía están distorsionados el impacto del confinamiento y los precios imputados, ya que muchos bienes y servicios simplemente no están disponibles", explican desde ING en una nota.
Los analistas del banco holandés cree que con las interrupciones en las cadenas de suministros u otros problemas como el aumento de los precios de los contenedores de transporte de mercancías, los problemas de entrega de los chips semiconductores y, sobre todo, los problemas recientes en el Canal de Suez, los precios de los productores aumentarán más en los próximos meses, posiblemente ejerciendo más presión sobre los precios al consumidor.
"Agregue a esto la reflación que se vivirá en algunos sectores y la reversión de la bajada del IVA alemán y la única dirección de la inflación en Alemania (y de la eurozona) es hacia arriba. En nuestra opinión, la inflación general alemana podría eventualmente oscilar entre el 3% y el 4% en la segunda mitad de este año", sostienen los economistas de ING.
No obstante, para que la inflación se convierta en un problema real para el BCE se necesitarían efectos significativos de segunda ronda sobre los salarios. "Para que cualquiera de estos efectos de segunda ronda se materialice, necesitaríamos obtener un estímulo fiscal significativamente mayor y políticas gubernamentales destinadas a aumentar los salarios mínimos", señala la nota de ING.