
"Para despertar a un tigre, usa un palo largo" es una de las citas que se atribuyen a Mao Zedong, quien gobernó con mano de hierro la República Popular de China entre 1949 y 1976. Fuese o no su verdadero autor, la cita es una advertencia sobre la habilidad de dominar los tiempos y las distancias a la hora de enfrentarse a alguien más poderoso que uno mismo.
Jack Ma es un hombre acostumbrado a estrechar las manos de muchos mandatarios internacionales cada año, tantas o incluso más de las que estrecha Xi Jinping, el actual presidente chino. Quién le iba a decir a Ma, profesor de inglés en un inicio, que se convertiría con el tiempo en la mayor fortuna de China.
Fue en 1999 cuando el empresario asiático creó una plataforma de comercio electrónico que ya es el mayor mercado minorista de China. Tan grande se hizo que, en 2014, decidió sacar a bolsa la compañía en Nueva York y en su primer día recaudó 25.000 millones de dólares, todo un récord entonces.
Las comparaciones con Jeff Bezos, fundador de Amazon, no tardaron en aparecer, y del mismo modo que Bezos adquirió The Washington Post en 2013, Ma se compró el South China Morning Post en 2015, el periódico en inglés más veterano de Hong Kong, conocido por tratar sus informaciones con algo más de libertad que la prensa de la China continental.
En dos décadas, Jack Ma lo había conseguido todo
No fue la única gran inmersión de Alibaba en el mundo de los medios de comunicación: la otra gran inversión destacada es la participación del 30% en Weibo, una red social similar a Twitter y a Facebook a través de la cual se intercambian mensajes millones de ciudadanos chinos cada día.
Está el comercio, están los medios y está el dinero, la otra gran pata del negocio de Alibaba. Una compañía con tanta liquidez puede poner el dinero a trabajar para ser rentable, y eso fue lo que ocurrió cuando Ant Financial, el brazo financiero de Alibaba, puso en funcionamiento Alipay, la plataforma de pago digital más grande de China.
En dos décadas, Jack Ma lo había conseguido todo: era un líder carismático, se encontraba con Mark Zuckerberg y Elon Musk en los grandes foros internacionales y representaba la cara amable de la China moderna; pero o bien le pudo la arrogancia o le dio un arrebato de libertad de expresión.
Las críticas al régimen
La última operación de Ma iba a ser la salida a bolsa de Ant Group en Hong Kong y Shanghái a finales del año pasado. Durante los trámites administrativos previos, algo hubo que disgustó al empresario y acusó en público a las autoridades chinas de "sofocar la innovación" y a los bancos del país por "tener una mentalidad de casa de empeño".
Pese a ser miembro del Partido Comunista, actuó como un verso suelto y criticó a los altos mandos. China canceló de inmediato la salida a bolsa de Ant Group y echó Alibaba a los leones: investigación antimonopolio, reestructuración de la compañía... y ahora la petición de que la firma venda el South China Morning Post menos de un año después desde que se aprobase la Ley de Seguridad en Hong Kong. Una ley con la que frenar las protestas en favor de la democracia en la antigua colonia británica, y que el periódico cubrió ampliamente.
"La presión sobre el señor Ma señala un cambio en cómo el Gobierno chino regula Internet", escribía hace unos meses la periodista Li Yuan en The New York Times. "Algunas personas pro-mercado en China están preocupadas porque el país esté dirigiéndose hacia la línea dura de los años 50, cuando el partido eliminó a la clase capitalista, usando un lenguaje que comparaba las inclinaciones capitalistas con impurezas, defectos y debilidades", explica Yuan.
A pesar de la influencia y la popularidad de Jack Ma en el resto del mundo, el empresario podría haber estirado demasiado la cuerda. "No hay un solo individuo, una sola compañía más grande que el Partido Comunista de China", sentencia Rana Mitter, profesor de historia y política de la China moderna en la Universidad de Oxford, en un artículo publicado en enero en el sitio web de CNN.
"El Gobierno ha animado el crecimiento de sus gigantes tecnológicos nacionales, incluyendo Alibaba, Ant Gorup, Tencent y Baidu, mientras dejaba fuera a sus grandes rivales estadounidenses", sostiene el experto.
"El aplastamiento de los grandes empresarios tecnológicos forma parte de un proceso más amplio del partido para recuperar el control y reescribir la narrativa de cómo la innovación tecnológica de China solo tiene lugar bajo las circunstancias que el partido permite", expone Mitter.
Ahora que Alibaba ha perdido el favor del politburó, Pinduoduo sobrepasó a Alibaba en número de usuarios en 2020
Las multas que planean sobre Alibaba y Ant Group por obstaculizar presuntamente la competencia y poner en riesgo el sistema financiero acabarán también con la práctica del er xuan yi, que se puede traducir como elige entre uno de los dos. Y es que, según los reguladores chinos, Alibaba castigaba a ciertos comerciantes que vendían productos tanto en su plataforma como en las de rivales como JD.com, informa Bloomberg.
Ahora que Alibaba ha perdido el favor del politburó, Pinduoduo -otra gran tienda digital que cotiza en el Nasdaq- sobrepasó a Alibaba en número de usuarios en 2020, y se convirtió en la plataforma de comercio electrónico con más usuarios del mundo.