
El gobierno de Xi Jinping ha vuelto a tomar medidas contra los gigantes tecnológicos chinos, ya que Simon Hu, el director de Ant Group, ha dimitido abruptamente mientras que Tencent, otro miembro del panteón de los colosos patrios, también ha sido puesto en sobre aviso.
Se suponía que Hu, quien fue contratado por Alibaba a finales de 2019 para dirigir Ant Group durante una remodelación directiva, iba a llevar al grupo financiero al éxito tras la escisión de Alibaba, con la ambición de irrumpir en el mercado occidental y eventualmente competir con los gigantes tecnológicos y financieros estadounidenses. Sin embargo, el gobierno chino frenó completamente estas aspiraciones.
Ant Group informó en un comunicado que su Consejo de Administración aceptó la dimisión de Hu citando razones personales. "Agradecemos a Simon los esfuerzos que ha realizado en nuestra empresa", aseguraron en el breve mensaje.
Poco antes, Tencent, propiedad de Pony Ma, sufrió la reprimenda oficial del organismo de control antimonopolio de China, que impuso una multa simbólica. Según Bloomberg, es probable que este conglomerado tenga que crear un holding financiero para separar sus negocios de banca, seguros y servicios de pago.
Esta medida supondría una importante escalada en la campaña de China para frenar la influencia de sus magnates tecnológicos, días después de que el primer ministro Li Keqiang se comprometiera en la Asamblea Popular Nacional a ampliar la supervisión de la tecnología financiera, acabar con los monopolios e impedir la expansión "no regulada" del capital.
En los últimos seis meses, el gobierno chino ha desarrollado una serie de normas con el objetivo de atar en corto a los conglomerados tecnológicos de más éxito en el país asiático. Las primeras decisiones afectaron directamente a Jack Ma y a Alibaba cuando Pekín optó por torpedear la salida a bolsa de su filial Ant Group, que se postulaba como una de las más importantes de la historia. Poco después inició una investigación antimonopolio sobre el gigante de comercio electrónico.
Según adelanta el Wall Street Journal, los reguladores antimonopolio de China están estudiando la posibilidad de imponer una multa récord a Alibaba alegando un comportamiento anticompetitivo. Esta podría superar los 975 millones de dólares que Qualcomm pagó en 2015 por esta misma acusación. También sopesan si la compañía debe desprenderse de algunos activos no relacionados con su principal negocio de venta online.
El imperio empresarial de Jack Ma está siendo sometido a un intenso escrutinio tras sus mordaces críticas al sistema regulador de China a finales de octubre del año pasado. Consecuentemente, a finales de diciembre, la Administración Estatal de Regulación del Mercado de China anunció que había iniciado una investigación antimonopolio sobre la compañía. La decisión se produjo después de que las autoridades de Pekín detuvieran la operación pública de venta (OPV) de 37.000 millones de dólares que preparaba Ant Group, el negocio financiero de Alibaba.