
"La mayoría de los analistas siente que debe elegir entre dos enfoques que habitualmente se piensa que son opuestos: el valor y el crecimiento", reflexionaba Warren Buffett, uno de los inversores más célebres del planeta, y adepto a la inversión valor, en una de esas cartas abiertas que publica desde hace cuatro décadas y que son devoradas por la comunidad inversora con fe ciega en cada palabra del gurú. "En nuestra opinión", decía, "el value y el growth están unidos por la cadera: el crecimiento siempre es un componente en el cálculo del valor".
Combinar ambos tiene sentido en el contexto de mercado actual, en opinión de los expertos, en el que las compañías de carácter defensivo han resistido (y resisten) mejor las caídas originadas por la crisis sanitaria del Covid-19, al mismo tiempo que otro grupo de empresas, las de valor, más expuestas a un ciclo económico que no les favorece, cotizan tremendamente baratas después de años en los que, sistemáticamente, se han comportado peor. Los fondos llamados blend mezclan ambas estrategias.
J.P. Morgan, sobre el value: "Su bajo rendimiento se ha prolongado durante tanto tiempo que muchos creen que la inversión en valor está muerta y la inversión en crecimiento es la nueva religión"
Desde 1927 hasta 2007, la compra de acciones de valor ofreció una rentabilidad superior a la inversión en acciones de crecimiento. Entonces se daba por hecho, dado su éxito, que la inversión en valor era el mejor enfoque para invertir a largo plazo. Pero todo cambió con la llegada de la crisis financiera de 2008, que obligó a los bancos centrales a lanzar una acción coordinada en aras de auxiliar a la economía y que, posteriormente, derivó en una era de bajos tipos de interés que dura hasta hoy. Desde 2007 hasta ahora, el value ha obtenido rentabilidades inferiores al growth. "Su bajo rendimiento se ha prolongado durante tanto tiempo que muchos creen que la inversión en valor está muerta y la inversión en crecimiento es la nueva religión", describen en JP Morgan, donde recalcan que los inversores tienden a extrapolar el pasado reciente y puede llegar a ser un error: "Respaldar el favorito actual no siempre es la mejor estrategia", rezan.
Varias líneas de defensa: los 'blend'
Por ello, en las condiciones actuales de mercado, en las que sectores como el de la tecnología o la salud son los que mejor resisten y las petroleras o la banca los que peor, "tener la flexibilidad para invertir en todo el espectro de oportunidades, ofrece a los inversores el mejor potencial para generar retornos sólidos ajustados al riesgo", opina Fabio Di Giansante, responsable de renta variable europea de gran capitalización de Amundi. "El timing de la rotación del estilo supone un gran reto y, por lo tanto, creemos que centrarnos más en una cartera blend concentrada, con nuestras mejores ideas, puede permitir que los inversores tengan un perfil más moderado de alfa", añade.
Francisco Blasco, responsable de renta variable y fondos de fondos de Imantia comparte la visión de que este tipo de productos adquiere especial sentido en el momento actual. "Debemos tener en cuenta que aún no sabemos cómo se recuperará la actual crisis económica ni los resultados de las empresas, que tras publicar números del primer trimestre no se han atrevido a dar expectativas para el segundo y mucho menos para el conjunto del año 2020", explica. Si se produjera una recuperación clara el año que viene, "las empresas value deberían hacerlo muy bien y liderar esa recuperación. Sin embargo, si las previsiones económicas para el segundo semestre se quedaran cortas, o tuviéramos la desgracia de sufrir un rebrote de la pandemia, claramente lo van a hacer mejor los valores defensivos", argumenta. De ahí la importancia de elegir vehículos que no se encasillen en una estrategia concreta, sino que sean flexibles para posicionarse donde encuentren las oportunidades.
Los fondos blend cumplen con este requisito. Sin embargo, "es importante distinguir aquellos que sean de gestión verdaderamente activa, y con una construcción de cartera equilibrada y diversificada. No olvidemos que la mayoría de los índices de referencia se consideran blend, mientras que en su construcción están cada vez más sesgados a compañías de crecimiento", recalca Patricia Justo, directora de selección de fondos de A&G.
¿Demasiado pronto para el 'value'?
Sin embargo, también existen profesionales que opinan que, debido a la imposibilidad de saber con certeza cuál será el impacto final del confinamiento en la economía y, por ende, en los balances de las empresas, ahora que la brújula de las estimaciones de beneficio para este año se ha roto, todavía es demasiado pronto para invertir una porción de la cartera en compañías consideradas de valor, que arrastran un castigo en bolsa superior al 23% este año, según el índice de MSCI World que agrupa a este tipo de compañías, frente al 4% de las de crecimiento. "Preferimos mantener nuestras carteras centradas en valores defensivos y growth. Debemos estar muy seguros que hemos tocado fondo y la economía entra en fase de recuperación para incorporar posiciones value de manera relevante, y creemos que aún no estamos en este punto", señala Josep Bayarri, director de inversión y análisis de Arquia Gestión.
Las previsiones acerca del impacto del Covid-19 en la economía son desoladoras. Las últimas llegadas de Bruselas describen "una contracción en la actividad sin precedentes", con una caída del PIB en nuestro país del 9,4% este año. Lo que lleva a desconfiar a cada vez más expertos de la famosa recuperación en V, sobre la que tanto se debatió al inicio de la crisis.
Otro de los gestores al frente de uno de los fondos de bolsa española que mejor se comportan este año, Miguel Méndez, director general de Metagestión, señala que "tener una pequeña parte de la cartera en activos que han caído mucho y que están a precio de derribo puede ser una buena opción", sin embargo él todavía no la ha tomado. "¿Se puede tener algo de valor que está devaluado?", se auto pregunta. "Sí, pero con pinzas, y dando las ponderaciones correctas", reflexionaba en una reciente entrevista con elEconomista.
En cambio, Victoria Torre, responsable de producto y análisis y selección de fondos de Singular Bank, opina diferente: "Pensamos que siempre tiene sentido invertir en valor. Invertir en compañías atractivas por precio es una buena estrategia en cualquier momento de mercado, pero en el actual, con todas las incertidumbres que existen, podría cobrar más sentido aun si cabe".
Fondos 'blend' disponibles
El catálogo para acceder a una cartera que se combine crecimiento y precios razonables es amplio. Según Morningstar, existen al menos 67 fondos de este tipo (blend) en euros, sin comisión de entrada, y con importes mínimos de inversión de hasta 20.000 euros, entre aquellos que facilitan dicho dato a este proveedor. Su patrimonio supera los 12.400 millones. De todos, el que minimiza más los números rojos en 2020 es Robeco Sustainable Global Stars Equities, catalogado con la máxima nota que da Morningstar, 5 estrellas, que cede un 3,7% hasta el 4 de mayo frente a la media del 12,7% que pierde esta categoría. Entre sus principales posiciones aparecen gigantes como Microsoft o Alphabet, y representantes del sector de la salud, como Roche o AbbVie. Además de éste, elEconomista ha seleccionado los otros nueve fondos blend que mejor resisten desde enero, entre los que cumplen los requisitos mencionados anteriormente. La foto que dejan en el año son pérdidas que oscilan entre el -6% y -10%.