
Nueva jornada de dudas en el mercado de petróleo. Tras un principio de acuerdo entre Rusia y Arabia Saudí para recortar la producción, anunciado a 'bombo y platillo' por Donald Trump la semana pasada, el precio del crudo vuelve a retroceder. Tanto Riad como Moscú niegan haber alcanzado dicho trato para recortar la producción en diez o quince millones de barriles por día. Ambos países, que aún se encuentran inmersos en una guerra precios y de producción de petróleo, no quieren 'gorrones' o 'polizontes' adheridos a un acuerdo que busca reflotar el precio del crudo. Esta vez quieren que todos los productores participen en los recortes o al menos se involucren de algún modo.
Un 'gorrón' o free rider es un agente que recibe un beneficio por utilizar un bien o un servicio pero evita pagar por él o esforzarse por llevarlo a cabo
Desde que EEUU se ha convertido en una pieza fundamental en el mercado de petróleo (ahora mismo es el mayor productor de crudo del mundo), cada vez que la OPEP y sus aliados han decido recortar la producción, las empresas de EEUU (que se rigen por las leyes del mercado) han aprovechado la subida del precio del crudo y los recortes para ganar cuota de mercado en detrimento de los países que sí participaban en los recortes.
Los países de la OPEP y sus aliados (sobre todo Rusia) establecían cuotas de producción para reducir la oferta global de crudo (generando un déficit de producción), lo que provocaba un aumento del precio del 'oro negro' y un descenso de los inventarios. Mientras tanto, los productores de EEUU sin asumir ningún coste se lanzaban a producir más petróleo al calor de unos precios más altos que rentabilizaban su inversión y cada barril extraído de crudo. Así, EEUU ha llegado a ser el mayor productor de petróleo del mundo bombeando más de 13 millones de barriles al día (frente a los 6 millones de 2012), mientras que los países de la OPEP llevan años atascados en una producción que ronda los 30 millones de barriles al día.
El 'problema del gorrón' o free rider
Esta situación en economía se conoce como el 'problema del gorrón o polizonte', también conocido como el consumidor parásito (en inglés free rider problem). Un 'gorrón' o free rider es un agente que recibe un beneficio por utilizar un bien o un servicio pero evita pagar por él o esforzarse por llevarlo a cabo. Estos agentes (en el caso de los recortes de petróleo sería EEUU el gorrón) se ven beneficiados por las acciones de los demás, sin que ellos mismos tengan que asumir algún papel con el coste de esas acciones. Este término es muy utilizado en economía para definir a aquel ciudadano que tiene interés en beneficiarse de un bien público, el alumbrado, el ejército, la policía, la sanidad, pero no está dispuesto a pagar por él.
Esta vez, los precios del petróleo amenazan con profundizar la recesión económica al a que se enfrenta EEUU. De modo que Rusia y la OPEP quieren aprovechar esta situación de debilidad para forzar a EEUU a llegar a un acuerdo en el que también asuma parte del coste que suponen los recortes de producción. Probablemente, Moscú y Riad se conformaría con una propuesta (aunque sea informal) para que los productores de EEUU asuman una parte menor de los recortes o simplemente se limiten a no expandir su producción cuando los precios sean más atractivos. Esto resulta complicado para una economía de mercado en la que son cientos de empresas las que extraen petróleo en función de lo que dictaminan los precios (incentivos a la inversión).
La reunión de la OPEP se ha retrasado hasta el jueves buscando el mayor consenso posible y para presionar a Donald Trump. "La OPEP y sus aliados están haciendo exactamente lo que han perfeccionado en los últimos años, es decir, mantener alta la tensión a través de una retórica hábil y atraer toda la atención hacia sí misma", comentan los analistas de Commerzbank en una nota para clientes.
"En todo caso, podría haber un recorte coordinado de la OPEP + de hasta 6 millones de barriles por día, en comparación con el nivel actual. Esto implicaría que Arabia Saudí redujera la producción en 3 millones de barriles por día, en 1,5 millones entre otros estados del Golfo y en Rusia un recorte de 1,5 millones. Sin embargo, esto se basaría en el nivel de producción actual, que calculamos que es más de 3 millones de barriles más alto que hace un mes, cuando la OPEP + no logró ningún acuerdo", explican los analistas del banco alemán.
Por ello, la OPEP y Rusia no quieren gorrones en esta ocasión. La OPEP busca una coordinación absoluta para una situación en la que la oferta puede sobrepasar en muchos millones de barriles por día a la demanda, por el impacto que está teniendo la crisis del coronavirus.
"Tanto Rusia como la OPEP están exigiendo que Estados Unidos y otros países también implementen recortes de producción. Se supone que Texas, por ejemplo, reducirá la producción en 500.000 barriles por día. La videoconferencia de la OPEP + programada para hoy se pospuesto hasta el jueves, aparentemente por las diferencias personales entre los dos líderes de Rusia y Arabia Saudí... Si ahora se les uniera el tercero en discordia, Donald Trump, las cosas serían muy complicadas e incómodas. Ya ha amenazado con aranceles punitivos sobre las importaciones de petróleo crudo de Arabia Saudí y Rusia si no se acuerdan recortes de producción. En estas circunstancias, es probable que resulte difícil llegar a un acuerdo", explican desde Commerzbank.
Los analistas de ING coinciden y aportan que "el acuerdo realmente depende de EEUU, ya que la participación rusa depende de que EEUU contribuya a los recortes. Establecer recortes obligatorios en EEUU puede ser difícil, pero seguimos viendo más señales de que la producción caerá por las fuerzas del mercado (unos precios más bajos)".
En cualquier caso, una reducción de 6,5 millones de barriles haría poco para ayudar en vista de un exceso de oferta de más de 20 millones de barriles por día. La reunión del jueves será clave para conocer el devenir del mercado de petróleo. Si los productores quieren unos precios muy por encima de los 30 dólares el barril, los movimientos deben ser coordinados y con un gran impacto sobre la producción.