Arranca la OPA de SIX sobre BME. La CNMV ha admitido a trámite este viernes la oferta lanzada por el grupo suizo para comprar al gestor de la bolsa española. A partir de ahora se abre un proceso que puede dilatarse meses.
El supervisor español contaba con 30 días para aceptar a trámite la oferta que presentó SIX el pasado 18 de noviembre. Ahora bien, como recalcan en el comunicado, "la admisión a trámite de la referida solicitud no supone pronunciamiento alguno sobre la resolución relativa a la autorización de la oferta, o cualquiera de sus términos y condiciones, que deberá producirse conforme a los plazos y demás requisitos".
Este es solo el primer paso. Ahora la CNMV debe preparar un informe para que el Gobierno valore la operación al tratarse de una infraestructura clave para la economía española. Para ello cuenta con 60 días. Sebastián Albella, presidente del organismo supervisor, ya explicó que un Gobierno en funciones sí podría dar su aprobación, y que "puede ser que la autorización se concediera con condiciones y exigencias al oferente. Sin duda es una de las cosas que se va a valorar, pero es un momento muy preliminar", dijo.
Una vez obtenido el sí del Gobierno, la pelota volvería al tejado de la CNMV. Esta ya podría, como en cualquier opa, aprobar el folleto. Sobre todo este proceso, Albella ya adelantó que "se resolverá en varios meses".
Plazos para una contraoferta
El periodo para que otros operadores puedan contraatacar es muy amplio. Una vez presentada la oferta inicial, cualquiera pueda lanzar la suya propia cumpliendo con los requisitos exigidos. Quien quiera entrar en esta guerra debe presentar una oferta por al menos el mismo número de acciones de SIX y siempre debe mejorar la oferta ya sea por precio, en este caso los 34 euros, o elevando el capital al que va dirigida.
En plazos, tienen hasta el quinto día natural anterior a que finalice el plazo de aceptación que se fije en el folleto de la primera oferta.
De momento, Euronext es el único al que el mercado da credibilidad para un contraataque por hacerse con el gestor español, pese a que ello supondría un importante esfuerzo financiero para el grupo.
