
A falta de escasas horas para que comience la reunión de política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) de este jueves, la igualdad de fuerzas existente entre alcistas y bajistas en el corto plazo en el mercado de renta variable continental es, cuanto menos, manifiesta.
Las bolsas de Europa llegan a su cita con Mario Draghi tras una nueva jornada de corte consolidativo, y ya van unas cuantas -17 en el caso del Cac 40 galo, uno de los selectivos más relevantes desde el punto de vista técnico en el Viejo Continente-. El selectivo de renta variable francés se mantiene inmerso en un proceso lateral que refleja a la perfección esa igualada entre toros y osos. Y mientras no consiga romper este proceso (ya sea en uno u otro sentido) no será el momento de tomar decisiones estratégicas
"Esperamos pacientemente a ver hacia donde se resuelve este lateral de cara a obtener pistas que apunten bien hacia un contexto de continuidad alcista o bien hacia un escenario de corte correctivo", asegura Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader.
La ruptura de la resistencia que el CAC presenta en los 5.630-5.657 puntos, que son el techo de la consolidación descrita y los máximos de 2018, "abriría la puerta a una continuidad del movimiento alcista que se inició en las bolsas europeas a comienzos de junio, algo que podría llevar al EuroStoxx 50 a buscar, cuando menos, la zona de los 3.600 puntos", explica el analista técnico.
Por su parte, en el caso del Ibex, hay que tener presente que no se alejarán los riesgos bajistas mientras el selectivo español no consiga superar las resistencias que encuentra en los 9.410 puntos, "si bien es cierto que la recuperación de los 9.300 puntos ha sido una clara señal de fortaleza a corto plazo", afirma Cabrero.
Draghi puede decantar la balanza
En su consecución mucho tendrá que ver el comportamiento de la moneda común, que se deprecia un 2,2% en el último mes, hasta los 1,114 dólares, ante la posibilidad de que la institución que preside Mario Draghi adelante una nueva ronda de estímulos para amortiguar la desaceleración de la economía europea.
"El deterioro de los datos -en especial del sector manufacturero-; la creciente incertidumbre del Brexit y de las relaciones comerciales globales; y las pobres expectativas de inflación refuerzan las razones que necesitaba el BCE para flexibilizar aún más la política monetaria", resumen en Monex Europe.
"Todo apunta a que el euro/dólar va a poner de nuevo a prueba la solidez del soporte fundamental que presenta en los 1,10-1,11 dólares por euro, cuya cesión cancelaría el último intento de reestructuración alcista y alertaría del riesgo de ver una continuidad de la fase bajista de los últimos meses hacia objetivos en los 1,0339", augura Cabrero, algo que podría servir de acicate para los alcistas.
Y es que, "los repuntes en la cotización de las divisas afectan negativamente a la competitividad exterior de los países, pudiendo lastrar el comportamiento de los sectores más exportadores", asegura Álvaro Manteca, responsable de Estrategias de inversión Banca Privada, BBVA.